Navantia pone la quilla de la quinta y última corbeta saudí en San Fernando
La compañía prevé botar el cuarto buque de la serie el próximo mes de julio
Navantia ha celebrado este jueves en el astillero de San Fernando el acto de puesta de quilla de la quinta y última corbeta corbeta que Navantia construye para la marina real de Arabia Saudí. El buque se llamará Unayzah, en honor de una ciudad de Arabia Saudí, al igual que sus hermanas de serie.
El acto de puesta quilla ha consistido en la colocación en la grada 2 del astillero del bloque 401, uno de los de la cámara de máquinas. "Con este importante evento, el astillero continúa avanzando en el proyecto de construcción de los cinco buques para Arabia, cumpliéndose los plazos inicialmente previstos en el contrato", ha señalado Navantia.
En estos momentos, Navantia ya tiene tres corbetas a flote, una más completamente montada en grada y la quinta, cuya quilla se ha puesto este jueves, en el proceso de construcción. El próximo hito está previsto para julio y será la botadura de la cuarta unidad.
El diseño de las corbetas es de última generación, maximizando a la vez la participación de Navantia mediante la incorporación de productos propios, como el sistema de combate CATIZ, el sistema de comunicaciones integradas HERMESYS, la dirección de tiro DORNA, el Sistema Integrado de Control de Plataforma y el puente integrado MINERVA, junto con otros equipos desarrollados por Navantia bajo licencia, como los motores de MTU, las cajas reductoras de RENK.
Precisamente, la empresa española opta a la construcción de dos buques anfibios de 13.000 toneladas y ocho lanchas de desembarco para la Marina Real Saudí. En el caso de los buques anfibios, estos contratos supondrán más de ocho millones de horas de trabajo para los astilleros de la Bahía.
El contrato con Arabia Saudí para la venta de estas cinco corbetas fue firmado en julio de 2018 por un importe de 1.800 millones de euros,el mayor pedido que jamás ha recibido esta empresa pública española, por encima de los 1.300 millones de euros que aportaron las fragatas para la Venezuela de Hugo Chávez.
Y es histórico no sólo por su cuantía económica sino por su impacto en el mercado laboral de la Bahía, ya que implica una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas y un pico de 6.000 empleos, de los que 1.100 son directos, 1.800 de la industria auxiliar y otros 3.000 indirectos generados por otros proveedores.
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