Navantia sella la transferencia de tecnología y formación a Arabia Saudi
Una empresa pública mixta ya gestiona el desarrollo del contrato de las cinco corbetas
Al objeto de desarrollar futuros programas navales en Arabia Saudí, y como ya se anticipaba en el acuerdo de intenciones para la venta de las cinco corbetas que rubricaron a mediados de abril del pasado año la entonces ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y el príncipe heredero Mohammed Bin Salman, Navantia ha sellado la transferencia de tecnología militar con el Gobierno saudí, que reportará unos 900 millones a los astilleros públicos, según adelantaba el diario financiero digital La Información.
Como suele ser habitual en este tipo de contratos con Navantia, en un segundo documento entre ambos gobiernos se estableció que una parte de la transferencia de la tecnología se tenía que concretar en Arabia, dando la posibilidad de participar a las empresas locales en el negocio. Y en esta línea, en febrero pasado ya se constituyó la empresa mixta entre Navantia y la empresa pública Saudí SAMI, que es la encargada de gestionar el contrato de construcción de las corbetas, así como su desarrollo. La nueva sociedad se denominó Sanni, acrónimo en inglés de las siglas Industrias Navales SAMI-Navantia, y fue presentada durante la feria de defensa IDEX en Abu Dabi. SAMI será titular del 51% del capital mientras que Navantia poseerá el 49% restante y la titularidad de la gestión.
Aproximadamente, la mitad de los 1.800 millones en que se valora el contrato los gestiona directamente Navantia para la construcción física de las corbetas, y la empresa pública conjunta será la que gestionará la implantación de los sistemas de combate y los radares de los barcos que se construirán en La Isla, así como la transferencia del conocimiento, según indicó en su día Antonio Barberán, jefe ejecutivo de la alianza.
Ha sido la propia presidenta de Navantia, Susana de Sarriá, la encargada de firmar el acuerdo en Londres este martes, y un despacho de noticias de la agencia saudí hablaba ayer de ingeniería y arquitectura de sistemas, sistemas de chequeo y verificación, prototipos, simuladores, hardware, software y todo soporte logístico, además de la formación necesaria para que en el futuro las empresas saudíes pueda desarrollar dichas tecnologías, como por ejemplo también se acordó en su día con países como Venezuela y Australia.
La empresa pública Saudí fichó al propio ex presidente de Navantia, Esteban García Vilasánchez, para dirigir su nueva división naval en la actualidad. En concreto, él fue durante su breve periodo al frente de la empresa naval española, entre abril de 2017 y julio de 2018, el encargado de cerrar y firmar el contrato de construcción de las cinco corbetas saudíes que se fabrican en la actualidad en San Fernando precisamente con SAMI, la compañía a la que se incorporó recientemente.
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