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Balón de oxígeno para el astillero de Puerto Real justo cuando su plantilla se está movilizando en demanda de más carga de trabajo. Navantia anunció este martes que comenzará “en breve” los primeros trabajos de ingeniería para el desarrollo del futuro Buque de Acción Marítima de Investigación Subacuática (BAM-IS).
El comité de dirección del astillero público tiene previsto aprobar en su próxima reunión la dotación presupuestaria para la ejecución de dichos trabajos. Por su pequeña cuantía, esta partida podrá ser liquidada con cargo a los recursos propios de Navantia sin necesidad de esperar a que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado de este año, que no pueden ser tramitados hasta que no se constituya el nuevo gobierno tras las elecciones generales del 28 de abril. Precisamente, el proyecto de presupuestos presentado por el Gobierno de Pedro Sánchez no recogían partida alguna para el BAM-IS.
La presidenta de Navantia, Susana de Sarriá, confirmó el pasado mes de noviembre en el Congreso de los Diputados que la factoría puertorrealeña sería la encargada de ejecutar este programa, al que inicialmente optaba San Fernando hasta que el encargo de las corbetas para Arabia Saudí copó su capacidad de producción. Susana de Sarriá apuntó durante su comparecencia en la Cámara Baja que la construcción BAM-IS supondría la creación de unos 625 empleos en unos trabajos que se prolongarían a lo largo de tres años y medio.
La presidenta de la empresa naval también avanzó entonces que Puerto Real asumiría la construcción de un ferri para el Ejército de Tierra, el buque de Transporte Logístico Ecológico y Trivalente (TLET). De este barco, que también está recogido en el Plan Estratégico y en el que los técnicos del astillero puertorrealeño llevan casi dos años trabajando, aún no se tienen noticias salvo que su construcción implicaría un millar de empleos durante tres años, según los datos aportados en el Congreso por la presidenta de Navantia.
La construcción de este buque está prevista en el Plan Estratégico 2018-22 que la compañía presentó a finales del año pasado. Para Navantia, el inicio de estos trabajos “supone una muestra más del firme impulso que la dirección está dando a dicho Plan, en el que la actividad del astillero de Puerto Real tiene un peso muy significativo”.
La empresa naval afirma que la factoría puertorrealeña “tiene asegurada su ocupación” con los tres programas que se desarrollan en la actualidad en este centro de trabajo. El primero de ellos es el de las corbetas de Arabia Saudí, en el que el astillero de San Fernando asume la mayor parte de la carga de trabajo, pero ha derivado algunas labores a la factoría de Puerto Real.
Además, está a punto de concluir la construcción del cuarto petrolero de clase Suezmax para la naviera Ibaizábal, “que será flotado en las próximas semanas”. Y el último encargo en la cartera de pedidos de Navantia Puerto Real es la subestación eléctrica para el yacimiento de hidrocarburos Johan Sverdrup, el mayor del mar del Norte y situado en aguas de Noruega.La empresa asegura que “sigue trabajando intensamente en consolidar otras oportunidades comerciales que podrían dar su fruto en breve y que supondrían aumentar notablemente dicha carga de trabajo de manera inmediata”.
El director del Astillero Navantia Bahía de Cádiz, Javier Herrador, trasladó estas medidas al comité de empresa de Puerto Real en una reunión celebrada el pasado lunes. Herrador reiteró el compromiso que tiene toda la dirección de la compañía “en la búsqueda de nuevos encargos para el astillero de Puerto Real, tal y como se ha venido informando al comité de empresa en las reuniones que de manera periódica se mantienen entre los representantes de los trabajadores y la dirección”, según indicó Navantia en un comunicado.
Este encuentro se produce tras las movilizaciones de la plantilla de la factoría en demanda de más encargos que garanticen la actividad una vez se entregue el último petrolero de Ibaizábal. Las medidas de protesta se han traducido en un preaviso de huelga vigente para todo el año, del que se ha ejecutado un paro de 24 horas la semana pasada, y la decisión de no realizar horas extra.
La empresa incidió en que el encuentro, “celebrado en el mismo clima de cordialidad en el que se han mantenido las anteriores”, sirvió también para que el director del astillero trasladara “de primera mano su preocupación por el impacto que puedan tener las medidas de protesta impulsadas recientemente por el comité de empresa".
Herrador expresó su confianza de que “dichas medidas no afecten de manera irremediable a los programas en curso y a todas estas oportunidades que están muy próximas a consolidarse”. Ambas partes acordaron seguir manteniendo reuniones periódicas con el objetivo de aunar voluntades “en la consecución de los objetivos que son fundamentales para consolidar el Plan Estratégico de Navantia”.
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