Nuevos correos de Bahía Competitiva desmienten los testimonios ante la juez

Las filtraciones certifican que Angelines Ortiz, ex delegada de Innovación en Cádiz, y Rosa Mellado, gerente provincial de IDEA, estaban al corriente de todas las modificaciones

Ex trabajadores de Delphi, protestando ante las puertas del Juzgado de Instrucción nº4 de Cádiz.
Manuel Galvín Serrano Cádiz

15 de enero 2015 - 05:01

Los últimos correos aportados en la investigación del caso Bahía Competitiva aclaran que altos cargos de la Agencia IDEA, de la Diputación de Cádiz y de la Consejería de Innovación en la provincia estuvieron al tanto de las modificaciones realizadas en la concesión de ayudas de Reindus, lo que contradice los testimonios que muchos de los imputados han realizado en sus declaraciones ante la juez del caso Bahía Competitiva, Lourdes del Río.

En los nuevos documentos facilitados se observa cómo Teodoro Clavijo, técnico de la Diputación, contactó con cargos como Angelines Ortiz, ex delegada de Innovación en Cádiz, y Rosa Mellado, gerente de IDEA en Cádiz, y que hasta ahora habían manifestado saber poco de las irregularidades en Bahía Competitiva, delegando responsabilidad en sus superiores. Éstos al mismo tiempo, apuntaron a otras personas que estaban por debajo en el organigrama.

Clavijo fue quien mostró a Juan Ignacio Moratinos, técnico del Ministerio de Industria, el 18 de enero de 2011, dos meses antes de la reunión definitiva, los proyectos presentados y las partidas presupuestarias que habían convenido para el plan de Reindustrialización de la Bahía. Casi una semana después, envió un correo a Gema Herrera, técnica de IDEA, y a más personas para que se adelantara una semana el informe de evaluación sobre las listas de empresas a presentar. Una competencia que en principio no correspondía a la Agencia. Además, ésta llegó a conocer los cambios propuestos por el director de la oficina de Bahía Competitiva, Antonio Perales, y asistió a las citas en las que explicaba el motivo de las modificaciones.

Asimismo, se observan unos correos cruzados entre Clavijo y Rosa Barreiro, ambos técnicos de Diputación, en los que se citan para ir juntos a la reunión definitiva para informar a sus superiores de la Corporación Provincial sobre los resultados de la evaluación de los proyectos a presentar definitivamente ante Industria. Según se deduce de los mensajes, el procedimiento de valoración lo supieron altos cargos, entre ellos la diputada de Empleo, María José Valencia, y el presidente de Diputación, Francisco González Cabaña.

Respecto a los cambios en la relación de empresas que optaban a subvención, Rosa Barreiro escribió a Rosa Rodríguez Cano, representante de evaluación de Bahía Competitiva, y le pidió celeridad en el envío de los cambios a presentar desde esa oficina en el listado definitivo de evaluación de la comisión técnica. La respuesta de Rodríguez Cano fue que estaba a la espera de que Antonio Perales, gerente de Bahía Competitiva, volviera de una reunión. Unas tres horas después, entregó la referencia de las modificaciones. Por lo que Antonio Perales fue uno de los que incluyó cambios.

El 22 de febrero de 2011, Teodoro Clavijo anunció una reunión con Perales a Gema Herrera, técnica de IDEA. De este modo, le pidió que avisara a la gerente provincial de IDEA, Rosa Mellado, para que ésta asistiera a dicho encuentro donde se iba a conversar sobre los datos a presentar ante Industria. Asimismo, éste escribió a Moratinos, de Industria, para avisarle de que Adelaida Moares, jefa de servicios del IEDT, quería hablar "urgentemente" con él. Un mensaje que llega a mandar hasta en dos ocasiones el mismo 22 de febrero. El objetivo de esta llamada fue avisar a los responsables técnicos de Reindus sobre la concentración en Alcalá de los Gazules de ayudas, con la idea de emitir un informe técnico de riesgos.

Dos días después, se llevó a cabo una reunión en el IEDT para realizar el informe referente a las dudas que creaba el grupo inversor que se iba a instalar en Alcalá. En dicha ocasión, también estuvo Gema Herrera y se validó el listado definitivo de empresas que iba a Madrid. Este texto fue enviado directamente a Rosa Mellado una semana antes de la reunión. En este tiempo aún podían realizarse observaciones y revisiones de los expedientes evaluados por parte de Industria. También se informó a la ex delegada de Innovación, Angelines Ortiz. "Necesito me envíes anotaciones hechas a algunos expedientes sobre los que la comisión tiene reservas para su aprobación definitiva, tal y como me comentó Teodoro Garrido (ex gerente del IEDT)". Por tanto, Angelines estaba al tanto de todas las modificaciones de última hora que consideró la comisión técnica antes de la reunión y se le informó de los grupos que generaban dudas y riesgos de concentración.

A petición de Teodoro Garrido, Clavijo preguntó a Rodríguez Cano por los proyectos de Alcalá de los Gazules, por si se había aclarado la relación societaria, un 30 de marzo de 2011. En concreto, casi un mes después del encuentro en Madrid con Industria. En ese plazo de tiempo, IDEA presentó ante Fiscalía una denuncia por sospechar de irregularidades en las ayudas públicas para la Reindustrialización de la Bahía de Cádiz.

Clavijo, en esas mismas fechas, habló con Industria para adjuntar un archivo "con la relación de empresas donde aparecía la relación societaria de dos promotores en cada una de ellas, siendo siempre los mismos". Del mismo modo, mostró preocupación para ver si estos inversores habían clarificado su relación societaria. Industria le respondió que fueran ellos los que contactaran con los empresarios sospechosos.

Nuevamente, el 11 de abril de 2011, escribió Clavijo a Rodríguez Cano, por orden de la gerencia del IEDT, mostrando interés en la situación de los proyectos de Alcalá de los Gazules. Ésta le respondió que no tenía documentación y que se la tendría que pedir a Perales. Aunque acabó asegurándole que lo oportuno es que fueran los superiores los que se solicitaran directamente dichos informes.

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