Una obra reconstruye virtualmente el Templo de Melkart y la visita de Julio César a Cádiz

El enigmático templo de Melkart, aquel lugar sagrado que los historiadores de todos los tiempos anhelan encontrar, el mismo en el que Julio César soñó que dominaría el mundo antes de nombrar a todos los gaditanos ciudadanos romanos por nacimiento, y en el que Aníbal ofreció sus votos antes de emprender la conquista de Italia, ha sido descrito e imaginado de múltiples maneras. Las fuentes clásicas han dejado numerosos detalles que en no pocas ocasiones han dibujado el templo en el imaginario de los amantes de la historia.

Ahora, en un nuevo reto, el docente, escritor y creativo digital Antonio Miguel Moreno Hidalgo ha reconstruido el Templo de Melkart y la visita que en el año 68 a.C. realizó Julio César y lo que allí aconteció. A través de inteligencia artificial (IA), planta al famoso emperador en el templo que podría ubicarse en los fondos de la Isla de Sancti Petri, mostrando una imagen ficticia de cómo podía ser. Concretamente, el corto de historia y ficción está generado con imágenes y narración por IA sobre los textos, instrucciones, guion y dirección del autor.

Arranca la otra literaria y audiovisual contextualizando que cuando el célebre general y político romano se encontraba en las costas de Cádiz, contemplaba "con asombro el majestuoso Templo de Melqart, dedicado al dios fenicio de la fertilidad y el comercio, situado frente al mar". Narra cómo se llenó de pensamientos turbulentos, de cómo había alcanzado la grandeza y la gloria en numerosas batallas y conquistas, pero que "ante la magnificencia del templo, se sintió diminuto e insignificante".

Fue al recordar las gestas de Alejandro Magno, "el joven conquistador que había llevado a sus tropas hasta los confines del mundo conocido, erigiendo un imperio que abarcaba desde Grecia hasta las tierras del Indo". Pero en medio de tanto desaliento, añade el texto audiovisual recordó su propia ambición y determinación.

Esta iniciativa responde a un proyecto de divulgación que parte del concepto de la denominada Literatura experimental, para lo que ha creado "un nuevo concepto, un nuevo género, de innovación profunda y revolucionaria", explica el autor. Aquí puede verse la obra completa.

¿Cómo era Melkart?

Las descripciones de los textos clásicos describen, por ejemplo, que en el frontispicio aparecían los doce trabajos de Hércules labrados en bronce, que no existía ninguna imagen del dios en el interior y que en su altar ardía un fuego perpetuo. En las columnas de la entrada los navegantes hacían sus sacrificios - algunos de los cuáles pueden verse en el Museo de Cádiz-, y abundaban en el santuario los altares de bronce con escenas de la vida de Hércules. Además eran famosos los dos pozos de agua dulce que tenían un régimen de crecidas inverso al de las mareas.

Estrabón lo situaba en la zona más al este de la isla, por donde la isla se aproxima más al continente, y Posidonio mencionó el efecto de las mareas sobre en el basamento del templo y el dique que protege el puerto, ha ilustrado en alguna ocasión la jefa del CAS, Milagros Alzaga.

También habló Filóstrato de la magnitud de un templo que ocupaba toda la amplitud de la isla, en la que “toda la piedra había adquirido la forma de una plataforma rectangular”.

Por su parte, el profesor de Historia Antigua de la UCA Lázaro Lagóstena, que en su momento lo situó como hipótesis en el cerro de los Mártires de San Fernando, en tierra firme, ha señalado que "un santuario de la entidad del de Melkart tuvo que ser muy dimensionado, pues son espacios de culto, pero también de gran poder económico, que incluso tendría tierras a su cargo y que estaría vinculado a espacios portuarios y de almacenes". Una entidad, por tanto, "de gran poder político y gran relevancia"·