El PP mira al ladrillo para sacar a la provincia de Cádiz de la crisis

En cinco horas, los escasos metros que separan en la capital gaditana los edificios de los empresarios (Confederación de Empresarios de Cádiz, CEC) y de la Delegación de Innovación de la Junta han servido para reunir a cuantos tienen que decir en la actual crisis económica, bien sea por sufridores, bien sea por futuribles aportadores de soluciones. Todos, menos los bancos. Por eso, en las sucesivas reuniones que se produjeron en ambos edificios con responsables del PP, de los empresarios, de los autónomos y de la Consejería de Empleo, siempre la financiación procedente de las entidades bancarias fue el enemigo, la gran culpable de la situación.

Sin embargo, para muchos de esos actores en la crisis, las soluciones están claras. Para el PP, lo dijo ayer su secretario general andaluz y cabeza de lista para las elecciones andaluzas por Cádiz, Antonio Sanz, una de las salidas es mirar de nuevo al ladrillo, al sector de la construcción que tanta riqueza creó años atrás.

Tiene su explicación. Sanz dijo ayer, de forma clara, que "la provincia de Cádiz tiene futuro cuando el sector de la construcción y de la vivienda vuelva a ser emergente y de ahí que nos vayamos a dejar la piel por recuperar ese sector". Claro que, para lograrlo, harán falta cambios. En primer lugar, como avanzó el líder popular, derogar el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) si logran llegar al Gobierno de la Junta.

Aseguró Antonio Sanz que su partido ha asumido el compromiso de "oxigenar" la legislación urbanística que, añadió, sufre las consecuencias del "tsunami legislativo" de los últimos años "que ha significado más inseguridad, más inestabilidad y zancadillas; y lo hará para impulsar un sector del que jamás oirán al PP denostar, como sí se ha hecho otros partidos, el de la construcción". Criticó el popular que, en los últimos años, se han realizado cambios "constantemente" de las leyes y los planes de ordenación. Por ello, el objetivo de su partido será unificar normativas, haciendo "menos y mejores leyes, en vez de las de ahora que son muchas y malas", lo que garantizará, además, la seguridad, según dijo.

Continuó el popular con este argumento para explicar otro de sus compromisos de ayer ante la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), reunión a la que asistieron los responsables empresariales de la construcción, del campo, de la acuicultura o del comercio. Sanz dijo ayer que la "obsesión" del Gobierno de Mariano Rajoy y de Javier Arenas si logra vencer el 25-M será "que los inversores que vengan a Andalucía sientan seguridad, estabilidad y confianza". Porque, como aseguró, "la administración tiene que dejar de ser un obstáculo para ser facilitadora en la creación de empresas. Tiene que acabarse la terrible burocracia que acaba aburriendo a muchos creadores de empleo ante las dificultades de trámites y gestiones que representan la creación de una empresa. Nuestro compromiso es un proyecto de licencia express para que en 24 horas se pueda crear un negocio", usando la gestión telemática y fomentando la coordinación de las áreas de gobierno. Ahí queda el reto.

El presidente de los empresarios gaditanos, Miguel González Saucedo, lo dijo a su manera: "A los inversores que vengan a esta provincia hay que ponerles la alfombra roja y la banda de música". Por que, ahí también coincidieron González Saucedoy Sanz, la situación de Cádiz es crítica. Las previsiones de la CEC es que en Cádiz hacen falta más de 35.000 nuevos negocios para poder absorber a los más de 200.000 parados que reflejó la última Encuesta de Población Activa. El problema es que, como indicó el presidente de la CEC, "ultimamente nos conformamos con que no desaparezca ninguna más, aunque seguirá ocurriendo por falta de financiación".