El PP vuelve a ganar en Cádiz pero se topa con un PSOE renacido

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Los populares logran su segundo mejor resultado en unas generales aunque sin euforia

El PSOE salva con holgura su tercer diputado ante el frenazo de Vox y Sumar y el hundimiento de Adelante

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El presidente provincial del partido, Bruno García, comprueba con seriedad la evolución del escrutinio en la sede del partido. / Lourdes De Vicente

Después de su triunfo claro de las pasadas elecciones municipales de mayo y de su victoria espectacular en los comicios andaluces de junio del año pasado, el PP encaraba estas elecciones generales en la provincia de Cádiz asumiendo una vitola de favorito muy poco habitual en la historia de este partido. Ese favoritismo se terminó cumpliendo, porque el Partido Popular sumó su tercera victoria consecutiva en la provincia de Cádiz, pero lo hizo sin una sonrisa de oreja a oreja, sin lugar alguno para la euforia. Todo lo contrario, porque si no fue un triunfo angustioso, sí fue muy sudado. Y además, el escrutinio final en el conjunto del país terminó pesando mucho.

Como si se pusiera delante de dos espejos diferentes, uno cóncavo y otro convexo, el PP de Cádiz se ve hoy mucho más gordo si se compara con el resultado que logró en las últimas elecciones generales, las celebradas en noviembre de 2019, pero bastante más delgado, con muchos kilos menos, si la comparación se hace con los comicios andaluces de hace apenas 13 meses. Y buena culpa de esta pérdida de peso la tiene un PSOE que renació cuando más lo necesitaba y también cuando menos se esperaba.

Entrando en las cifras redondas, el PP ganó ayer en la provincia de Cádiz con unos 221.000 votos, es decir, unos 110.000 más que hace cuatro años y aventajando al PSOE en unos 10.500 sufragios, menos incluso que los 15.000 votos que separaron a ambos partidos hace apenas dos meses, en las elecciones municipales del pasado 28 de mayo.

Fue el de ayer el segundo mejor resultado del PP en esta provincia en unas elecciones generales, sólo por detrás del histórico triunfo que logró en 2011. La principal consecuencia de ello es que este partido ganó hasta cuatro escaños en las Cortes Generales por esta circunscripción, ya que de los dos diputados y un senador de 2019 pasará a tener ahora cuatro representantes en la Cámara Baja y tres en la Cámara Alta.

Fue al 71% del escrutinio cuando el PP amarraba ese cuarto escaño en el Congreso, arrebatándoselo al PSOE y consolidando su victoria en la provincia. Pero ello, la pérdida de ese cuarto diputado, no supuso un revés grave para un PSOE que, aunque sigue sin ganar en este rincón de Andalucía desde hace cuatro años, ayer se mostró como un partido renacido que plantó cara al PP pese a tener casi todas las encuestas en contra.

El PSOE superó los 210.500 votos (23.000 más que en 2019) y, aunque se tendrá que conformar con un único senador, sí consiguió la que era su primera premisa en estas votaciones: mantener los tres diputados nacionales. Lo contrario, bajar de esa cifra, hubiera supuesto un golpe muy duro, ya que nunca este partido obtuvo menos de tres diputados por Cádiz en democracia.

Del resto de formaciones que se presentaban a esta cita electoral en la provincia, tanto Vox como Sumar experimentaron un frenazo. El partido de derechas rozaba pero no llegaba a los 100.000 votos, cuando hace cuatro años llegó hasta los 131.000. La consecuencia de ello es que de los dos diputados nacionales que tenía, ahora se queda con solamente uno.

Y en la parte de la izquierda, las nuevas siglas de Sumar no llegaron a igualar los resultados de Unidas Podemos en noviembre de 2019. De los 93.500 votos de entonces ahora se quedaron en torno a los 81.500, aunque ello garantizó a estas siglas mantener su escaño en el Congreso.

Parte del tropiezo de Sumar viene dado por las escisión en sus filas que posibilitó la irrupción de Adelante Andalucía. Pero este último partido vivió ayer una noche aciaga que habrá que ver si complica su futuro más inmediato. Y es que obtener apenas 9.000 votos en toda la provincia es una cifra ridícula para el partido de Teresa Rodríguez, que sólo concurría a estas elecciones generales en la provincia de Cádiz.

El nuevo mapa de la provincia que sale de los comicios de ayer dista algo del de 2019 y mucho del de las andaluzas de junio de 2022. El PP, por ejemplo, ha ganado ahora en 19 municipios, cuando hace cuatro años no lo hizo en ninguno. Pero es que –de nuevo los dos espejos– en las últimas autonómicas los populares fueron los más votados en 40 de las 45 poblaciones gaditanas.

De los ocho municipios grandes de la provincia, los que superan los 50.000 habitantes, el PP ganó en seis de ellos, siendo derrotados por el PSOE en Cádiz y San Fernando, aunque en ambos casos por un margen estrecho.

El Partido Socialista, por su parte, fue ayer la lista más votada en 25 municipios, muchos menos de los 43 en los que triunfó en 2019 pero muchos más de los escasos cuatro de hace 13 meses.

Vox, por su parte, no pudo revalidar su histórico triunfo en Algeciras de hace cuatro años, cuando además llegó a ser la segunda fuerza en 26 localidades y superó al PP en 29. Ayer, nada de nada. Ni triunfos, ni segundos puestos.

Y en lo concerniente a Sumar, una vez más Trebujena fue la única localidad en la que salió victoriosa y, además, con cierta holgura. Este proyecto político de nuevo cuño sólo pudo conformarse con ser la segunda fuerza en Puerto Real y en Alcalá del Valle, cuando en las últimas generales lograron también esta medalla de plata en la ciudad de Cádiz y en Conil.

Del resto de partidos que se presentaba, ninguno llegó al 1% del escrutinio: Pacma logró 6.867 votos; Frente Obrero, 1.209; Caminando Juntos (el partido de Macarena Olona), 736; PUM+J, 657; y el farolillo rojo fue para Recortes Cero, que apenas reunió 484 papeletas en la provincia.

Antes de las elecciones de ayer ya se sabía que iba a haber una profunda renovación en el conjunto de los 13 representantes por Cádiz en las Cortes Generales porque hasta siete de ellos no repetían en las listas. Eran los casos de Eva Barco, Gemma Araujo y María Jesús Castro (las tres del PSOE), Pepe Ortiz (PP), Agustín Rosety (Vox), José Luis Bueno (IU) y María del Carmen Martínez (Ciudadanos). Pero al final esta limpia terminará siendo mayor porque ayer cayeron tres más que intentaron, pero no lograron, revalidar sus escaños. Son los casos de los socialistas Cándida Verdier y José Ramón Ortega, que iban en la lista al Senado y de Carlos Zambrano, ya ex diputado de Vox.

De esta manera los nueve diputados por Cádiz serán Pedro Gallardo, Ignacio Romaní, Macarena Lorente y Miguel Ángel Sastre por el PP; Fernando Grande-Marlaska, Mamen Sánchez y Juan Carlos Ruiz Boix por el PSOE; Blanca Armario por Vox y Esther Gil de Reboleño por Sumar.

En cuanto al Senado, esos cuatro escaños por Cádiz quedan reservados para los tres candidatos del PP (José Ignacio Landaluce, María José García-Pelayo y Carmen Pérez) y por el cabeza de lista del PSOE, Alfonso Moscoso. La también socialista Cándida Verdier no se quedó muy lejos de poder arrebatarle uno de estos puestos al PP.

La participación en la provincia superó el 65,08%, casi tres puntos más de la que hubo hace cuatro años. Hubo 7.671 votos nulos (el 1,19% del total) y del global de los votos válidos el 1,11% fue en blanco (7.092 papeletas).

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