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Ruido
Verano suena a diversión, a chiringuito, a cerveza en terraza hasta altas horas de la madrugada, pero también es trabajo y descanso para otras muchas personas, que quieren tener unas horas de tranquilidad.
La costa de El Palmar, en Vejer, no es una excepción, y como referente del turismo en la provincia de Cádiz, es uno de los lugares donde más gente se concentra, por lo que se genera negocio para los establecimientos, pero también molestias para los vecinos e inquilinos que no pueden descansar a gusto en sus casas o en los hostales alquilados.
Isabel Muñoz es la gerente del Hostal Restaurante El Pájaro Verde, situado desde el año 1979 en la zona de Malcucaña, al límite del término municipal de Vejer y separados por el arroyo Conilete de la playa de Torre Nueva de Conil. Se trata de uno de los primeros restaurantes que abrieron en esta zona, añadiendo pocos años después el hostal.
Isabel califica la situación actual como “la República Independiente de El Palmar”, ya que asegura que no se cumple ninguna norma de convivencia. Ella, como vecina de la zona, así como los clientes de su establecimiento, se ven afectados hasta altas horas de la madrugada por el alto volumen de casi una decena de nuevos establecimientos que han abierto el pasado mes de julio y que en estas noches de agosto acumulan a cientos de personas deseosas de consumir bebidas y bailar como si no hubiese un mañana.
Muchos de estos establecimientos, según fuentes consultadas, no poseen licencia municipal para la actividad que están realizando, no pueden tener música y algunos de ellos deben servir comidas, pero lo que realmente venden son bebidas. Otros tantos carecen de servicios y sus clientes buscan el lugar más cercano para evacuar lo consumido.
Isabel culpa al anterior equipo de gobierno de “haber dado licencia a todo el que se la pedía, sobre todo a los negocios relacionados con tablas de surf o chiringuitos de comida, sin embargo, al final todos son de ‘pumba, pumba’, ya se lo digo yo”. Apunta que “todo lo que se ha abierto es música”.
Según el Ayuntamiento, tiene que haber tres conciertos en directo al año y “esto es una discoteca todos los días, un desmadre”. “Son las tres y media de la madrugada y no se puede dormir, todo el tiempo música”.
Esta empresaria asegura que no aparece ni la Policía Local, ni la Guardia Civil, “no hay nada”, se lamenta. Lo peor es que ella y muchos de sus trabajadores viven en la zona de Malcucaña y después de una jornada laboral no pueden descansar. “Las ventanas tienen que estar cerradas para amortiguar el ruido exterior”. En más de una ocasión se ha tenido que levantar e ir a buscar a los gerentes de los establecimientos para que reduzcan el volumen de sus equipos de sonido. Una situación que se ha visto empeorada a finales de julio y lo que llevan de agosto, dado también el incremento de la clientela.
Estos problemas se han trasladado al Ayuntamiento matriz de Vejer, que ha convocado una reunión con las diferentes partes para el próximo día 6 de septiembre.
El vicepresidente y portavoz de la Asociación de Vecinos Santo Domingo de la Calzada de El Palmar, Manuel Martín, ha apuntado que esta zona de la costa de Vejer precisa de medidas y soluciones inmediatas.
En este sentido, ha expuesto que “El Palmar no puede seguir como está, tenemos problemas de todo tipo, ahora mismo hemos tenido la dehesa infectada por coches aparcados y autocaravanas, tenemos la dunas pisadas sin respeto alguno por parte de los veraneantes, tenemos a la gente haciendo consumo de bebidas con alcohol en la vía pública, una cosa que está prohibida por ley”, enumera.
A todo eso, Martín lamenta el exceso de ruido, lo que en su opinión “hace incompatible la convivencia entre el vecino de aquí de El Palmar y el que viene a montar su negocio”.
Este portavoz vecinal asegura que se ha intentado llegar a un acuerdo para que esos volúmenes de música se disminuyan y que todos puedan desarrollar su vida y su trabajo, pero, afirma, “es complicado”.
Según expone, a esto se suma que “por cuestiones de baja y de vacaciones, la dotación de la Policía Local no es la que necesitamos, pues por mucho que se sancione, es difícil atender esto”.
Manuel Martín recuerda que “de diez años para acá, aquí no se han vuelto a abrir más restaurantes, se han abierto bares de copas y todos están a porfía por quién pone la música a un volumen más alto”, algo que considera “inconcebible e insolidario”.
Este vecino y residente en El Palmar cree que hay que buscar una solución a esta situación. En su opinión, el Ayuntamiento de Vejer tiene que acometer en breve la redacción de un nuevo Plan de Playas para los próximos cuatro años. “Habrá que tener en cuenta todas estas cosas”, apostilla.
Desde el Ayuntamiento, el nuevo concejal de Seguridad Ciudadana y Policía Local, Javier González, ha apuntado lo siguiente: “Estamos viviendo un momento complicado en El Palmar, una situación heredada, una situación compleja que viene de la nefasta gestión de un anterior equipo de gobierno que lo permitió todo, que no puso control ninguno y que no tuvo clara una planificación e idea de El Palmar”.
“Estamos hablando en materia de seguridad de la gestión de la zona de ocio y del Plan de Playas”, dice González, que recalca que “la situación era compleja, y digo era porque más o menos ya, a la altura del verano en la que estamos y a pesar de todas las dificultades, hemos casi podido controlar muchas deficiencias, dificultades, por ejemplo, en materia de aparcamiento, donde tenemos un gran problema porque no disponemos de suelo público y el que hay es privado, por lo tanto se especula con ese suelo”.
Otro problema con los aparcamientos se presenta en la dehesa, que son unos suelos de los colonos de El Palmar que no se encuentran acotados y son usados sin control alguno, cuando está prohibido aparcar ahí. “De no actuar podríamos tener una fuerte sanción económica por parte de la administración andaluza”.
El responsable de Seguridad expone que otro hándicap surge a la hora de mantener “la convivencia entre el ocio y el derecho que tienen las personas y empresarios a montar un negocio y el derecho que tienen muchos ciudadanos a disfrutar de un descanso y disfrutar de sus casas sin tener molestias por el ruido”. “Ese equilibrio es uno de los mayores dolores de cabeza que estamos teniendo”, según Javier González.
Recuerda este concejal socialista del Ayuntamiento de Vejer que han mantenido recientemente una reunión con todas las partes implicadas en este asunto y señala que desde ese encuentro la situación “se ha controlado un poco”.
Una visión muy distante de la que tienen los vecinos y profesionales de la hostelería, como Isabel Muñoz, que califica este territorio como “El Palmar, la República Independiente del Ruido”.
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