El Palmar, una playa con resaca en cada marea
Corrientes marinas
Uno de los surfistas que acudieron al rescate de varias personas, alerta de las fuertes corrientes existentes en la zona
Los socorristas han realizado hasta el momento 25 acciones de rescate
Muere ahogado un hombre en la playa de El Puerco de Chiclana
La playa de El Palmar, en Vejer, está formada por una franja costera de unos siete kilómetros, que separa a los términos municipales de Conil y Barbate.
Se trata de un litoral de arena fina, y aguas claras, sobre las que no hay depósito de ninguna materia contaminante, al no haber una depuradora que saque al mar los vertidos, que son almacenados en las cientos de propiedades, en fosas sépticas.
Es una zona, demandada principalmente por familias completas, que suelen pasar el día en la playa, con sombrilla y otros complementos como sillas, mesas y neveras portátiles. Otros, los que han alquilado o poseen una vivienda, suelen disfrutar de unas horas de sol y de placenteros baños, además de largas caminatas, sobre todo con la marea baja.
Esta playa, con los cambios de los vientos y las diferentes mareas origina sobre el fondo marino una serie de socavones, que pueden generar un peligro para pequeños y mayores, sino se conoce bien la zona.
Eso unido a los constantes cambios de mareas cada seis horas, hace que un placentero baño pueda convertirse en una situación de riesgo, o incluso de ahogamiento.
Eso es lo que pudo pasar el pasado miércoles, 26 de julio, sobre las 13.30 horas de la tarde, cuando un grupo formado por unas ocho personas, entre niños y mayores que se vieron arrastrados hacia aguas interiores, sin poder hacer nada para remediarlo.
La situación, que generó momentos de pánico, se intentó solventar con la creación de una cadena humana mientras se alertaban a los servicios de socorrismo con los que cuenta esta playa, y que dependen del Ayuntamiento de Vejer.
Desde el mar, dos surfistas disfrutaban de unas olas, cuando uno de ellos se percató de que algo estaba sucediendo a cierta distancia de donde estaban. Se trataba de Unai Vegas, un monitor de una de las tantas escuelas de surf existentes en la costa palmareña, y su amigo, Mario Sebastián, un enamorado de la costa de Cádiz, por sus olas y su gastronomía.
Mario, ha relatado cómo ocurrieron los hechos. “Estaba subiendo la marea con un coeficiente de 0.46 grados”.
Eso produjo, según ha explicado, “una corriente de resaca que llamamos de retorno, estaban ocho personas atrapadas, y donde nosotros que estábamos en la otra punta tampoco podíamos salir”. Así, a golpe de olas “teníamos que sacar a la gente, cederles la tabla para que descansaran, para que no se ahogaran”.
Técnicamente, según este experto deportista, una resaca de retorno se produce cuando está subiendo la pleamar, y se crea un canal que te arrastra. Según ha expuesto Mario Sebastián hay varios canales en esa playa “donde hay bastante corrientes”. Asegura que mucha gente puede salir de esas corrientes, dejándose llevar a un banco de arena, pero “sino sabes, te puede llevar hasta dos o tres kilómetros hasta dentro”.
Expone que ellos son surfistas, y vienen a buscar olas, “esa zonas son bastantes difíciles, sino tienes nivel no puedes entrar ahí a pillar olas”.
Eso pasó a unos 300 metros, a la derecha, de la zona conocida como playa Lobo.
Recuerda que “mucha de las personas que se vieron inmersas en ese arrastre por las corrientes estaban sufriendo ataques de pánico y estaban llorando cuando ellos llegaron a socorrerlos”.
Así, ha querido agradecer a los integrantes de la cadena humana y a los socorristas su trabajo. Además, apunta que “si esa cadena humana se hubiese soltado, hubiesen sido más personas a rescatar”.
Sobre las críticas de que faltaron medios en el recate, asegura “que en un rescate de estas características siempre faltan medios, porque eran ocho personas, había tres socorristas, e incluso uno llegó desde La Torre corriendo dos kilómetros, y hay que decir que fue una buena actuación de los bañistas y de los socorristas”. “Pudimos hacer el rescate todos juntos y no hubo ningún ahogado, que es lo importante”, apostilla.
Mario Sebastián ha alertado de varias cuestiones que no se contemplan de momento en la playa de El Palmar, para evitar situaciones como la vivida días atrás.
Por un lado, demanda de las autoridades a las que corresponda, que se indique más claramente las zonas donde se producen corrientes de resaca, y que se coloquen carteles o banderas que informen del peligro que asumen los usuarios en caso de que se metan en el agua en esos lugares.
Por otro lado, cree que los equipos de socorrismo, además de los flotadores que usan para arrastrar a una persona desde el mar a tierra, podrían usar tablas de surf como las que emplean ellos, ya que pueden soportar a varias personas flotando en el agua.
Otras de las cuestiones que tiene clara este surfista, que todo lo que ocurra antes y después del horario establecido para atender cualquier demanda de socorro, es responsabilidad que los usuarios asumen, al no poderse tener a un equipo de vigilancia las 24 horas.
Las distintas escuelas de surf poseen un lugar asignado y delimitado para evitar interacciones con los usuarios de las playas, que en muchos casos, son los que se adentran en la zona reservada para los surfistas, y en varias ocasiones alguna tabla haya impactado con alguna persona. No es lo habitual, pero, son los bañistas los que asumen el riesgo de bañarse en ese espacio claramente delimitado.
Desde el propio Ayuntamiento de Vejer se ha informado que actualmente, el equipo de salvamento y socorrismo está compuesto por nueve socorristas, de los que cada día prestan servicio seis de ellos.
Sus ubicaciones se reparten, uno en La Chanca, dos en el puesto principal, otros dos más en La Torre, y el último frente a la Venta Reyes. El horario es de 12.00 a 20.00 horas de lunes a jueves, y hasta las 21.00 horas de viernes a domingo. Los recursos materiales con los que cuentan a día de hoy es, un quad en el puesto principal y una embarcación de rescate en La Torre.
En lo que va de verano, se han producido 25 actuaciones de rescate. No se ha sancionado a ninguna persona por bañarse con bandera roja.
Desde el Servicio de Playa se expone que las zonas de corrientes que son fijas, están señalizadas. Aquellas que son variables como las de resaca, no se pueden señalizar porque son puntuales y se señalizan si se detectan.
Con respecto a los hechos ocurridos el pasado 26 de julio, desde los servicios de socorrismo, se desplazaron dos socorristas en quad, y uno a pie que se encontraba en La Torre. A eso hay que añadirle la embarcación tipo Zodiak que aportó un socorrista más.
Este año no hay megafonía, ya que se trata de un equipamiento, en el que se realizó una inversión de 40.000 euros en el año 2020, y que está inservible, porque no se han retirado las baterías tras acabar la temporada, y se han sulfatado por los efectos del salitre del mar.
Se trataba de un equipo emisor instalado en el puesto de socorro, una antena emisora y seis puntos autónomos que se alimentaban con unas baterías que se recargaban con placas solares. Reponer esas baterías y placas, supone ahora un coste de unos 20.000 euros, que desde el Ayuntamiento de Vejer aseguran que no pueden asumir de momento, ya que se han marcado otras prioridades.
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