Pascual defiende la Escuela porque "hay 335 plazas de enfermería para 4.808"
El presidente de la Mancomunidad y el alcalde de Villamartín arremeten contra el rector por "dar la espalda" a la comarca
"La UCA no ha dicho nada aún; ha sido el rector el que ha hecho esa reflexión depresiva pero su obligación es dar curso a la solicitud de adscripción ante el consejo social de la Universidad". Prudencia pero desde la firmeza. Así fue la postura ayer del presidente de la Fundación Doctor Pascual, Salvador Pascual, tras conocerse la negativa inicial del rector, Diego Sales, a conceder la homologación de la Escuela Universitaria de Enfermería que la empresa sanitaria está construyendo en Villamartín junto al hospital Virgen de las Montañas.
Pascual atribuyó esta oposición al "miedo" de Sales a "no cumplir con los compromisos de Bolonia en cuanto a profesorado y prácticas" y confió en que estas dudas se despejen en torno a la Escuela villamartinense. El presidente de la Fundación garantizó la viabilidad de la Escuela, que terminará de construirse, junto a un centro pionero de convalecencia, antes del verano y que preveía empezar a funcionar el próximo curso. "Tenemos cuatro hospitales con 700 camas en la provincia, más las 180 plazas del centro, doctores preparados, acuerdos con otros centros de investigación y universidades y podemos ofrecer perfectamente una oferta educativa teórica y práctica", argumentó Pascual, quien, además, defendió la necesidad de incorporar una nueva escuela, la quinta en la provincia (dos en Cádiz, una en Jerez y otra en Algeciras) porque en el curso pasado había 335 plazas y se recibieron 4.808 solicitudes de inserción de alumnos, es decir, catorce aspirantes por cada pupitre. Además, Pascual recordó que "hace sólo dos semanas", el presidente del Consejo General de Enfermería de España, Máximo González, explicó en el Congreso de los Diputados que la ratio nacional es de 531 profesionales por cada 100.000 habitantes, mientras que la europea es de 808. Con esta proporción, España es el tercer país con menor cobertura y necesita 150.000 más para igualarse a la media comunitaria.
El médico gaditano instó por ello a Diego Sales a que eleve la propuesta al Consejo Social ante "el importante daño que causaría esta negativa" y porque si no, "parecería una ambición caudillista de alguien que trata de hacer de la UCA una república bananera, que no creo", apostilló Pascual.
La reacción también llegó desde el ámbito político. Tanto el presidente de la Mancomunidad de la Sierra, Alfonso Moscoso, como el alcalde de Villamartín, José Luis Calvillo, ambos socialistas, fueron muy críticos con la postura del rector. "Es una jarro de agua fría", señaló Moscoso, que confió en que la decisión "no sea definitiva" y consideró que los "argumentos" esgrimidos no son "suficientemente sólidos". Además, recordó que el proyecto salió adelante con el "apoyo unánime de todos los alcaldes y partidos de la Sierra". Uno de ellos fue, por supuesto, Calvillo, que ayer fue más allá. "La postura me parece totalmente sectaria y encaminada a la marginación de la Sierra", recriminó Calvillo, que dijo que se le "da la espalda" a la comarca "donde más le duele" defendió la inversión por su impacto "no sólo en la formación y la salud, sino también en el empleo y la economía".
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