Peces de ciudad

acuicultura | la fundación ctaqua lleva ya más de diez años trabajando

Ctaqua, el Centro Tecnológico de Acuicultura ubicado en El Puerto, investiga para atender las necesidades que presentan las empresas del sector

La investigación con microalgas y macroalgas centra en estos momentos parte de los esfuerzos de la fundación. / Fotos: Andrés Mora
Teresa Almendros

10 de junio 2018 - 11:59

El puerto/El Centro Tecnológico de Acuicultura Ctaqua, una fundación privada sin ánimo de lucro que trabaja para las empresas del sector, cumplió diez años el pasado mes de octubre. Desde sus instalaciones de El Puerto de Santa María, ubicadas en los terrenos portuarios junto a la lonja pesquera, se divisa buena parte de la desembocadura del río Guadalete y a su alrededor han ido emergiendo diferentes proyectos empresariales relacionados con la acuicultura.

En estas instalaciones, impulsadas por la Junta de Andalucía con el objetivo de atender las demandas del sector acuícola, trabajan dieciséis personas en el desarrollo de los diferentes proyectos de investigación, laboratorios, asesoría y administración.

Somos un grupo de personas trabajando para y por las empresas del sector"

Como explica el director gerente de Ctaqua, Juan Manuel García de Lomas, "el planteamiento inicial, hace diez años, fue que el sector productivo empresarial tuviera una herramienta para poder desarrollar la investigación y la innovación, y que fuera el propio sector el que marcara las líneas de trabajo". Se puede decir que este centro es el gran departamento de I+D que tienen las grandes empresas para introducir mejoras en el proceso productivo o el desarrollo del producto. "Somos un grupo de personas trabajando por ellos y para ellos. Tenemos ya 30 patronos, de los cuales 25 son empresas que están encontrando un resultado positivo en esa colaboración", explica el gerente de Ctaqua.

Al ser una entidad privada sin ánimo de lucro, los costes de funcionamiento los pagan las empresas para las que trabajan. En un principio la administración andaluza aportó fondos para poder comenzar a trabajar, construir y dotar las instalaciones, pero desde 2012 la financiación es privada. También acuden a fuentes de financiación competitivas mediante la presentación de proyectos y actuaciones de ámbito autonómico, estatal y europeo. En el patronato de Ctaqua figuran cuatro entidades públicas: la Consejería de Agricultura y Pesca, la Consejería de Economía y Conocimiento, a través de la agencia Idea, la Universidad de Cádiz y la Universidad de Granada. El único requisito que deben reunir las empresas para trabajar con ellos es realizar al menos parte de su labor en Andalucía.

La elección de El Puerto como sede fue por cuestiones logísticas, aunque la Junta diseñó un mapa de centros tecnológicos y tuvo interés en que se creara este centro en la Bahía por su especial concentración de actividad acuícola, con la presencia no solo de empresas sino también de otros centros públicos de investigación. En España solo hay otro centro similar en Galicia.

En contra de lo que ocurre en otros centros públicos de investigación, en Ctaqua los investigadores no se especializan totalmente en nada, ya que se tienen que adaptar a las cambiantes necesidades que les surjan a las empresas.

El centro en estos momentos está a punto de obtener su homologación a nivel nacional, un aspecto que les dará acceso a más líneas de subvenciones estatales.

En cuanto a los principales proyectos en los que se trabaja ahora en las instalaciones, destacan varios, algunos de ellos de ámbito europeo: Biosea, para la mejora en la producción de macroalgas y microalgas, con grandes aplicaciones actualmente en el mundo de la cosmética; Diversify, centrado en la mejora de la producción de especies acuícolas emergentes en Europa; Success, que analiza la cadena de suministro de productos del mar; Algared+, en colaboración con Portugal y también enfocado a la búsqueda de nuevas aplicaciones para acuicultura basadas en microalgas; o Integrate, cuyo objetivo es mejorar los ecosistemas de la acuicultura multitrófica integrada.

También trabajan de forma paralela en otros proyectos de ámbito social, gestión administrativa, establecimiento de redes, localización o planificación estratégica, con el fin último de optimizar la producción.

Así mismo, llevan adelante una veintena de proyectos directamente con empresas, enfocados por ejemplo a la optimización de la alimentación de las especies de peces que cultivan.

Las universidades también forman parte de sus colaboraciones habituales, y actualmente trabajan con las de Córdoba, el Algarve (Portugal), Alicante, Santiago o Israel, además de la UCA.

Con vistas al futuro, el reto es seguir dotándose de equipos que les permitan llegar cada vez más lejos, concurriendo a las convocatorias para mejora de infraestructuras. Los investigadores suelen trabajar en el medio real de las diferentes empresas, por lo que no necesitarían, en un principio, ampliar sus actuales instalaciones.

Los nuevos equipos se van haciendo necesarios al incluirse cada vez más campos a explorar, como ahora las algas o los moluscos, cuya normativa cada vez es más exigente.

En cuanto a la percepción que tiene el consumidor nacional de la acuicultura, Juan Manuel García de Lomas reconoce que "es algo que hemos descuidado durante muchos años. Se ha instaurado en la sociedad un sentimiento que no es real, de que el producto de acuicultura es de segunda clase. Es un reto que cada vez se afronta mejor y solo puede hacerse dando más información. El producto de acuicultura tiene ahora tanta calidad como el del mar, pero va a haber una diferencia de precio, porque el del mar cada vez va a ser más escaso. La acuicultura va a revertir esta tendencia y en poco tiempo la alimentación humana será mayoritariamente acuícola. La actividad acuícola no es un competidor, sino un aliado del sector de la pesca. El incremento de la demanda de consumo no supondrá un mayor esfuerzo en la pesca, sino que será una responsabilidad para el suministro de alimentos de la misma calidad y características", asegura.

En este sentido, el gerente de Ctaqua pone como ejemplo el caso del salmón que encontramos en las pescaderías, que en un 95% procede de la acuicultura, aunque la mayoría de la gente no lo sabe. En el caso del mejillón, por ejemplo, prácticamente el 100% proviene de la acuicultura, que como recuerda es un sector "que genera empleo y riqueza. Es una línea más de trabajo y poco a poco se va avanzando", afirma.

Un momento dulce para la acuicultura

Los responsables de Ctaqua reconocen que "estamos viviendo un momento dulce" para el sector de la acuicultura. En los terrenos portuarios que se ubican alrededor de la sede de la fundación trabajan desde hace años diversas empresas que cotizan al alza, como Futuna, que ahora centra sus esfuerzos en el cultuivo de seriola o pez limón, aunque sigue con el desarrollo para la cría de alevines de otras especies de alto valor, como el atún rojo. Precisamente la actividad de esta empresa se va a reforzar gracias a la inversión que viene de la mano del grupo Everis, que ha entrado en parte del accionariado de Futuna. La APBC aprobó hace poco la concesión para la empresa Blennius SCA, para el engorde del pez limón, y a pocos metros, la empresa Fitoplacton también afronta una segunda fase de ampliación, mientras que Epic Aqua, con la que ha colaborado Ctaqua en su proyecto, está a la espera de poder iniciar las obras también en esta misma zona, que se ha convertido en un clúster acuícola. Para el mes de junio se espera que la empresa pueda tener la licencia para conseguir arrancar las obras en el mes de julio.

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