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Pellets: las huevas de un mundo de plástico

medioambiente

Los ‘pellets’ están entre los microplásticos más abundantes de todo el territorio español, aunque la costa gaditana no aparece en principio entre las zonas más afectadas

El vertido se extiende desde Bolonia a Los Lances en la provincia

Verdemar solicitará a Capitanía Marítima el recorrido del 'Toconao'

Un puñado de 'pellets' encontrados en la zona de Tarifa: el 'Toconao' pasó por el Estrecho a finales de diciembre. / Erasmo Fenoy

El agua de lluvia ha dejado de ser potable en todo el planeta. Sí, es una información digna del inicio de cualquier película apocalíptica, pero probablemente pasará desapercibida entre el ruido y la furia a la que estamos acostumbrados. Es sólo uno de los datos que nos hacen descuadrar, si prestamos atención, y un indicador absoluto del alcance de nuestra huella tóxica. Sabemos, por ejemplo, que vivimos en un mundo de plástico. El holoceno ha derivado en plasticoceno. Hay plástico en los fondos marinos y en los casquetes polares, en el Everest y en la fosa de las Marianas.Comemos plásticos –se calcula que ingerimos una media de 21 gramos al mes, a base de cantidades diminutas–Comemos plásticos.El vertido de pellets de Galicia no hace más que reflejar la evidencia. pelletsDestaca por su volumen, aunque este tipo de escapes no son precisamente excepcionales. Julián Blasco, profesor de investigación en el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, Julián Blasco, profesor de investigación en el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía,subraya que la presencia de pellets por vertidos de distinta consideración es “muy frecuente en todos los mares del mundo”, recordando otro evento de importancia hace un par de años en las Islas Británicas, "cuando un barco ardió y echó al mar una cantidad impresionante”.

“Caídas de este tipo son muy abundantes –corrobora desde Tenerife Fernando Pérez, profesor e investigador de la Escuela STEAM de la Universidad Europea de Canarias–, no es el primer cargamento que se pierde, además con cosas como neumáticos y así”.

“Todos hemos visto en alguna ocasión este tipo de bolitas flotando en el mar (llegan a la arena, pero al ensuciarse pasan más desapercibidas) –comenta Lola Yllescas, de Ecologistas en Acción–. Yo diría que son un contaminante continuo en nuestras costas, entre otras cosas, porque de ellos están hechas las cajas que se utilizan en la pesca, por ejemplo”.

“El problema de los pellets –añade el catedrático de la UCA Andrés Cózar– es continuo y de amplia escala en España. El CEDEX CEDEXrealiza muestreos estacionales desde 2015 en 15 playas distribuidas por todo el territorio español. Los pellets están entre los microplásticos mayoritarios, con concentraciones que suelen estar entre unos pocos a decenas de pellets por metro cuadrado, pero que en muchas ocasiones llegan a centenares por metro cuadrado (sin que esto tenga gran repercusión en los medios). Galicia no está entre las zonas más contaminadas. Cádiz tampoco. Entre las zonas más contaminadas destacan Cataluña, País Vasco y Canarias, bien porque son zonas ligadas a industrias de producción o consumo de pellets (por ejemplo, Cataluña) o bien porque son zonas de llegada de pellets por el sistema de corrientes (como Canarias)”.

De hecho, esta semana se avisaba también de la presencia de pellets en Tenerife, provocando la activación del nivel de prealerta en el gobierno canario, aunque al final se trataba de un escape sin relación con el del accidente gallego: “Se les ha hecho un análisis FTIR (siglas de Transformación Infrarroja de Fourier), el método por el que conocemos cuál es el ADN de los plásticos, y no son los mismos”, señala Fernando Pérez.

El efecto más evidente a corto plazo es el daño que causa en la fauna marina de mayor tamaño, y en grandes depredadores como pueden ser el atún o el salmón, provocando inanición, úlceras y obstrucciones: “Va más allá de declaraciones tipo niño de primero de Primaria, que como se quedan en las tripas de los pescados grandes, y nosotros no comemos las vísceras, no hay mayor problema. Sin contar que afecta al ecosistema en general, a la buena o mala calidad del agua”, indica Yllescas.

“Los llamamos microplásticos pero la definición es variable, entre las 100 micras y uno y cinco milímetros –apunta Julián Blasco–. Los problemas a largo plazo vienen de la fragmentación que puede darse o si llevan otro tipo de sustancias que son absorbidas por otros animales o por el propio medio”.

País Vasco, Cataluña y Canarias, zonas más contaminadas

“Los organismos más afectados en primera instancia serían los filtradores –apunta Andrés Cózar desde Londres–, y precisamente en Galicia existe una importante industria ligada a los moluscos filtradores. Otros animales afectados indirectamente serían todos aquellos depredadores que se alimentan de filtradores que hayan asimilado tóxicos”.

Cózar es unos de los principales especialistas en contaminación plástica en los océanos de la UCA. Precisamente, un equipo dirigido por el investigador fue el primero en demostrar que existen cinco grandes acumulaciones de residuos plásticos en los mares del planeta, que se corresponden con los cinco grandes giros de circulación del agua superficial en el océano.

“Los efectos de los pellets –continúa– solo empiezan a ser significativos a partir de ciertos niveles (aún poco definidos), y aquí reside el problema actual en Galicia, por una emisión puntual masiva se pueden llegar a alcanzar concentraciones anormalmente altas durante un periodo corto de tiempo. Es previsible que, aunque queden algunas manchas atrapadas en playas del norte, la dispersión del material sea relativamente rápida, entrando poco a poco en el sistema de circulación oceánica (más abierto) o siendo lastrados hasta los fondos”.

En este sentido, es ilustrativa la historia de los patitos de goma del Pacífico Norte: en 1992, un barco mercante perdió varios contenedores entre los que había cajas con juguetes de plástico, sobre todo, patitos de goma. Su periplo oceánico sirvió a los científicos, al menos, para calibrar el funcionamiento de las corrientes marinas. Quién sabe dónde acabarán las bolitas de este vertido, y de dónde provienen las que podemos encontrar, mil kilómetros al sur.

Los 'pellets' encontrados en la costa gaditana se extienden desde Bolonia a Los Lances. / Erasmo Fenoy

Fernando Pérez puntualiza que los efectos totales de la contaminación por plástico son algo todavía en estudio. Sabemos que el tipo de microplástico vertido en la costa gallega llevaba, por ejemplo, un tipo de protección solar que suele emplearse para retardar la degradación por la acción de los rayos ultravioleta. “Aun así, los pellets del Toconao eran de un tipo de polietileno alimenticio, que no es el peor que te puedes encontrar”, indica. Entre otros aditivos que también puede tener el material plástico se encuentran compuestos destinados, por ejemplo, a evitar la proliferación de microorganismos o ignífugos.

“El principal componente de estos pellets es el polietileno –aporta Lola Yllescas– pero hay otros que también tienen ftalatos de polietileno, que son disruptores endocrinos. Afectan al sistema hormonal y a la reproducción y también han demostrado ser cancerígenos en humanos”.

En general, la norma a seguir en la contaminación plástica es que, a mayor tamaño, menor toxicidad. No sólo porque se localiza antes sino porque “cuanto más pequeño, más posibilidad de transferencia incluso entre pequeños organismos y filtradores”, explica Fernando Pérez. Ocurre que, con la erosión, los plásticos terminan minimizándose, deshaciéndose en micras. De hecho, se calcula que sólo vemos el 1% de los residuos plásticos acumulados, ya que un gran número de microplásticos –detectados en un 88% de la superficie del agua– pasan a la cadena marina, y a los fondos oceánicos. Pérez apunta que en un vertido como el gallego es “imposible efectuar una limpieza efectiva. Pero con una alerta temprana y buena comunicación, esto se puede paliar en gran medida. Sin duda, para mí, el culpable de todo esto es el buque”. De la presencia de gran cantidad de pellets en la costa gallega había constancia ya a primeros de diciembre. Después de esto, el buque continuó su recorrido, pasando por el Estrecho.

“Si de verdad se preocuparan –asegura Yllescas–, lo más lógico sería buscar dónde está el origen. Sabemos que han sido cinco contenedores caídos frente a las costas portuguesas, pero ya están a tal profundidad que no se detectan. Además, la carga de pellets iba en sacos de rafia similares a los de la construcción”. No es que ofrezcan mucha seguridad.

“Ecologistas en Acción en Galicia –continúa– ha denunciado en el juzgado de Noia a la empresa por atentado contra el medioambiente. Puede ser que se inhiba y pase a la Audiencia Nacional, que ha pedido ya análisis químicos exhaustivos”.

La alta presencia de estos microplásticos en una zona puede llevar tanto a la mortandad elevada de algunas especies como a la sobrepoblación de otras: “Sabemos, por ejemplo, que la presencia de la Rugulopteryx okamurae en la zona del Estrecho no es ajena a las alteraciones del espacio y la ruptura del ecosistema”, añade Yllescas.

Agentes de la Guardia Civil inspeccionan la zona afectada en la provincia. / Erasmo Fenoy

A la hora de actuar, como es tan común en la línea de costa, las diferentes competencias no agilizan el tema. “La gestión de las playas corresponde al municipio, y a Costas la zona de servidumbre, mientras que el Dominio Público Marítimo Terrestre es propiedad del Estado –indica Yllescas–. Así es hasta que hay una emergencia y entrar a gestionar el Estado”.

Así, ante la aparición de pellets también esta semana en el área de Bolonia y Los Lances, grupos ecologistas ha pedido a la Junta de Andalucía que active el nivel de alerta Así, ante la aparición de pellets también esta semana en el área de Bolonia y Los Lances, grupos ecologistas ha pedido a la Junta de Andalucía que active el nivel de alertatanto en la costa gaditana como andaluza, para poder limitar la posible afectación. Por ahora, desde la Consejería de Medio Ambiente, se opina que la presencia de pellets está muy localizada y la cantidad localizada es poco significativa.

“Es complicado establecer parámetros, porque una emergencia por definición es algo imprevisto, y hay cosas que no controlamos a nivel de impacto –reflexiona al respecto Fernando Pérez–. Aunque estudiando las corrientes superficiales y profundas, sí es posible establecer cuál va a ser el recorrido principal”.

Los ecologistas también han pedido al Parlamento gallego que se escoja a una persona con perfil técnico para dirigir el operativo de limpieza del vertido de pellets y para actuar de interlocutor con el Estado. “La Xunta de Galicia ha pasado días sin pedir ayuda y, de repente, pide la Armada Invencible –apunta Lola Yllescas–. Es una pena que, aun con la enseñanza del Prestige, sigamos actuando a partir de políticas partidistas, buscando votos y ya está”. Para la activista, la diferencia entre el gobierno gallego –que no solicitó ayuda estatal hasta el miércoles– y el asturiano –que lo hizo de inmediato– se debe a que este año hay elecciones en Santiago.

“Pero lo mismo ocurre aquí con la Junta –prosigue–, ¿cómo puede ser que, con el nivel de sequía que tiene la mayor parte de la provincia, la única zona en la que se reduce la presión del agua sea el Campo de Gibraltar? En general, la máxima en la gestión parece ser no dar importancia a los problemas que surgen. Hay una tendencia a minimizar problemas”.

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