Ponerle puertas al mar

Pesca | Reserva Marina de Interés Pesquero Trafalgar-Sancti Petri

La polémica entre entidades contrarias a la reserva marina y sus defensores eleva el tono a una semana de que finalice el plazo para presentar alegaciones al proyecto ministerial

Pescadores quitando alga asiática de sus redes en el puerto de Conil. / Julio González

Trafalgar suena a batalla, a guiris de piel rosacea y mirada despistada que buscan ayuda para ubicar el lugar exacto donde el almirante Nelson, ese cuya estatua corona la magnífica columna de la plaza londinense más gaditana, humilló a la flota hispano-francesa hace poco más de dos siglos. Estos días no resuenan los cañonazos pero esas mismas aguas, desde el faro que alumbra la playa de Zahora hasta Sancti Petri, son escenario de otra dura batalla. La libran por una parte los defensores de que esa franja del litoral sea declarada Reserva Marina de Interés Pesquero (Cofradía de Pescadores de Conil, Ayuntamiento y grupos ecologistas) y quienes consideran que no se puede crear un coto de 65.000 hectáreas en el mar para favorecer los intereses de unos pocos. En este grupo se alinean pescadores recreativos, clubes náuticos, federaciones de pesca submarina y todo tipo de pescadores particulares y esporádicos que verían como, de repente, se les prohíbe incluso fondear en una zona que ocupa 18 millas náuticas de longitud (casi 35 kilómetros) y 12 millas mar adentro.

La Secretaría General de Pesca, dependiente del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, ha abierto el plazo de alegaciones a un proyecto impulsado desde el sector pesquero profesional de Conil que ha despertado un aluvión de críticas desde diversos sectores. “No queremos crear un coto privado”, han dicho desde la Organización de Productores Pesqueros (OPP-72), “pero sí ordenar los usos de un bien público que es el mar, para que profesionales y recreativos puedan desarrollar su actividad con respeto a la sostenibilidad y a la biodiversidad de un espacio muy rico que ha sufrido un importante deterioro por la acción del ser humano sin control”. Aseguran desde la Cofradía de Conil que pescadores recreativos y deportivos no tendrán nada que temer siempre que actúen con orden y con respeto a las normas “que se regirán en una reserva marina de interés pesquero”.

Sin embargo, estos colectivos se sienten no sólo perjudicados por la medida sino incluso criminalizados, al entender que se les mete en un mismo saco cuando se habla de pescadores furtivos o practicantes de pesca submarina que esquilman los fondos marinos.

Para luchar contra esta declaración, y para hacerlo con estudios que respalden sus posiciones, se ha creado una plataforma que engloba a federaciones de pesca recreativa, deportiva, clubes náuticos y particulares que prometen una resistencia feroz por defender el que consideran su legítimo derecho a seguir pescando libremente en esa franja del litoral jandeño.

Visión de la zona desde Cabo Roche. / Julio González

El representante jurídico de esta plataforma es el letrado gaditano Víctor Arnedillo, que en los últimos días ha mantenido encuentros con diferentes instituciones, como la propia Subdelegación de Gobierno o el Ayuntamiento de Chiclana, para exponerles sus motivos a impedir la creación de esta reserva por parte del Ministerio de Agricultura y Pesca. “Nosotros tuvimos conocimiento hace 15 días de que el ministerio había elevado a opinión pública un proyecto que desconocíamos que estuviese en esta fase y que ha hecho que se movilice todo el sector de la pesca recreativa de la zona afectada, que es muy amplia”. Por ello están recopilando alegaciones en las que se oponen “de manera absoluta a la instauración de este proyecto”.

Según Arnedillo, la realidad “es que ha habido un absoluto oscurantismo en este tema, que me imagino que a los únicos a los que beneficia es a los promotores del proyecto. Nosotros no tenemos nada en contra del sector de la pesca profesional, es más, entendemos que es compatible su actividad con la pesca deportiva y recreativa, pero lo que no vamos a consentir bajo ningún concepto es cualquier criminalización que pueda hacerse desde los promotores de este expediente, desde el sector pesquero profesional o desde cualquier autoridad pública, como ya ha ocurrido con manifestaciones directas del propio alcalde de Conil, que directamente han atacado la actuación de submarinistas. No vamos a permitir que esto sea el justificante para que este proyecto pueda ir adelante”, manifestó.

En declaraciones a este medio Arnedillo afirmó que existe en la documentación del proyecto unos estudios de la Universidad de Sevilla “en la que se hace un análisis de determinadas fotografías que están incluidas en redes sociales a consecuencia de la cual los autores de este estudio poco más o menos han puesto en la picota a un grupo de 45-50 practicantes de pesca submarina que utilizan estas aguas. Ya la Federación ha requerido a los autores de este artículo para que justifiquen el por qué, o través de la encomienda de quién, han realizado este estudio. Ya se nos ha dicho que vamos a tener vía libre para hacer cuantas aclaraciones precise el mismo. Porque puede evidenciarse que se esté cercenando el derecho a la imagen o el derecho a practicar un deporte y que esto se ponga en tela de juicio de una forma torticera. No lo vamos a permitir ni en el sector de la pesca submarina ni en el de la pesca recreativa. No vamos a tolerar que se demonice al sector pesquero profesional, pero tampoco que se cercene el buen nombre de los pescadores deportivos o recreativos andaluces y españoles”.

Un pescador en el puerto de Conil. / Julio González

En estos momentos los juristas de la plataforma están preparando alegaciones y van a intentar compendiar dentro de ese escrito un resumen de todas las que diferentes sectores han venido haciendo, “además de las propias que la Plataforma ya está estudiando”.

Arnedillo llega a decir que “el propio sector profesional ya ha presentado su oposición a este proyecto. Los que se van a quedar solos en esto son los de la Cofradía de Pescadores de Conil. No comprendemos que quiera hacer un coto privado excluyendo incluso al resto de cofradías limítrofes, porque esto supondría una restricción altísima para el resto de la flota del Golfo de Cádiz. Hasta tal punto que su responsable ya ha elevado a la Secretaría del Ministerio un escrito en el que se opone a que esto ocurre, entre otras cosas porque el hecho de no utilizar el caladero desde Trafalgar hasta Sancti Petri supondría que el resto de caladeros del golfo tendría que estar sobre explotado por esta flota, porque estamos hablando de 65.000 hectáreas”.

La plataforma contra la reserva marina cree que los propios informes que aporta el proyecto ya determinan claramente que “no son suficientes para apoyar un proyecto de estas características. Nosotros creo que vamos a poder contar con instituciones del mayor prestigio científico de España para que haga un estudio real, no partidista, de este caladero, y también un estudio de impacto económico que vamos a encomendar a la propia UCA, para que ponga en tela de juicio esta serie de factores que sin duda no podrán ser desoídos por el ministerio, si es que quieren dictar una orden justa y acorde a lo que debe ser una orden de estas características”, finalizó el abogado gaditano.

La plataforma contraria a la reserva integra a casi 5.000 afectados

Muy crítico se mostró también con el proyecto José Luis Ganfornina, presidente de la Federación Andaluza de Pesca Deportiva, quien aseguró que a la pesca deportiva y a la recreativa “se le castiga una vez más. Lo que están haciendo es una atrocidad, una reserva marina de tal índole, en un espacio en el cual existe una cantidad de clubes de pesca deportiva y recreativa, provocaría, además de al propio turismo, un daño tremendo a la provincia de Cádiz. Espero que esto no llegue a buen fin”, dijo.

Por su parte, Pepe Segura, presidente de la Federación Andaluza de Actividades Subacuáticas, indicó que “siempre parecemos los malos de la película. Los deportivos no somos los malos, no todos somos furtivos, hay un tanto por ciento muy pequeño, como en todos los colectivos, y una serie de personas que tienen una obsesión con la pesca submarina. La pesca submarina es la más selectiva que existe, puesto que pesca lo que quieres, y lo único que pasa es que algunos pescadores muestran sus capturas en las redes sociales, a lo mejor son tres personas las que han ido y unen esas capturas, y parece una barbaridad. Eso es lo que ve la gente. De diez veces que vas a pescar coges una”.

Embarcacioines recreativas en el puerto de Conil. / Julio González

Opina además que “si quieren hacer una reserva marina y la dejamos en manos de la pesca profesional no estamos protegiendo nada, lo único que estamos haciendo es prohibir la pesca deportiva, recreativa o submarina, y Cádiz, de toda la vida, ha tenido mucha tradición de pesca deportiva, ahora, de buenas a primeras, no tienen por qué prohibirla. Si quieren hacer una reserva perfecto, pero que sea con una regulación. La pesca profesional y la deportiva se pueden compatibilizar”.

Según el proyecto avanzado al sector, en esta Reserva Marina de Interés Pesquero habrá tres zonas donde no podrán pescar ni profesionales ni recreativos, lo que, para la Cofradía de Pescadores de Conil supondrá “una riqueza inmensa en todo su alrededor. Es asegurar el futuro para todos y la sostenibilidad económica y social, además de la medioambiental”.

Desde movimientos conservacionistas se han pronunciado de manera favorable sobre esta reserva marina. Desde Ecologistas en Acción, su portavoz en la comarca de la Janda, Lola Yllescas, apuntó a este medio hace días que fueron ellos los que idearon esta propuesta en el año 2009 al considerar que era necesaria tras mantener una serie de talleres y encuentros con la Cofradía de Pescadores de Conil, saliendo una propuesta concreta de límites y otra de gestión o más bien de autogestión. Toda esa documentación se le entregó al entonces secretario de la entidad pesquera para que la elevase a la Dirección General de Pesca. Durante un tiempo, según apunta Yllescas, no hubo avances, hasta que otro colectivo conservacionista, WWF convocó unos talleres en Conil donde plantearon lo mismo que Ecologistas en Acción. Esta portavoz conservacionista asegura que le parece “bien que el actual Gobierno haya tenido a bien considerarla y llevarla a la práctica”.

Sobre el terreno

La polémica está muy viva en diferentes sectores pero en el puerto pesquero de Conil se vive con una calma chicha. Durante nuestra visita a las instalaciones el pasado miércoles pudimos comprobar que actualmente les preocupa más la invasión del alga asiática que la reserva marina. “Esto de la reserva marina podría haber tenido más sentido hace unos años, pero ahora, con el alga ocupando los fondos, no sé qué van a proteger exactamente”, decía un pescador mientras iba quitando pequeñas algas atrapadas en sus redes. “Más que prohibir, lo que sí tendrían es que regular y vigilar. Hay gente que cumple y los hay que están retirados, tienen su paguita, pero salen a faenar y se cogen un sobresueldo cada día vendiendo pescado en restaurantes. Aquí por ejemplo han desaparecido prácticamente los meros, nosotros cogemos sobre todo chocos, peces pequeños, pero los grandes ejemplares han desaparecido. Yo pondría más vigilancia aquí mismo, en el puerto, y que el que fuera a salir enseñara lo que lleva”.

Manifestación el día 13

De momento la polémica está servida, hasta el punto que se ha convocado una manifestación que recorrerá en coche la capital gaditana y en la que, se prevé, tomen parte centenares de personas. Hay que tener en cuenta que hay clubes náuticos con un número importantísimo de socios. “Hablamos de que esta medida puede afectar a unas 5.000 personas, mientras que en la Cofradía de Pescadores de Conil hay 60 barcos. Nos parece que hay que estudiar todo muy bien y hablar con todos los sectores afectados antes de tomar una decisión así”, apostilló Víctor Arnedillo.

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