Preparados y listos

Sector naval

La llegada de los cuatro petroleros a Navantia en Puerto Real necesitará sobre todo de caldereros y tuberos, algo para lo que Femca está ya organizada.

Un operario del astillero de Puerto Real, en una imagen de archivo. /Julio González
Un operario del astillero de Puerto Real, en una imagen de archivo. /Julio González
F. R.

05 de agosto 2015 - 05:01

La confirmación de que el astillero de Navantia Puerto Real construirá cuatro petroleros para el armador vasco Ondimar, del Grupo Ibaizabal, supondrá la reactivación de un buen número de contratas de industria auxiliar que, al igual que la plantilla del astillero público, aguardaba con expectación tal hecho. Ayer, el responsable de la Federación de Empresas del Metal de Cádiz (Femca), José Muñoz, explicaba a este periódico que, pese a que aún queda por saber el contenido exacto del contrato para determinar qué se hace en Puerto Real de esos cuatro buques y qué se hace en Ferrol, el hecho es que sí va a suponer un soplo de vida para muchas de esas pymes fundamentalmente de la Bahía de Cádiz. Muñoz detalló que "en estos trabajos van a tener mucho peso el acero y la chapa, con lo que sobre todo se van a necesitar caldereros y tuberos". No dudó en asegurar que "la gente está capacitada" y, en caso de necesitar otro tipo de operarios, "se podrían realizar cursos de capacitación, de refresco, de entre 90 y 120 horas, con lo que en tres semanas tendríamos disponible a más gente". Hay que tener en cuenta que, en el caso de este tipo de oficios, no entran en juego las homologaciones que sí se requieren para soldadura, lo que haría más viable la rapidez de esos cursos.

Además, Muñoz avanzó que el próximo 8 de septiembre se mantendrá una reunión con la Dirección General de Empleo de la Junta de Andalucía "para avanzar en el tema de las capacitaciones y otros cursos". Sí añadió que, "en caso de que se produzca la gran noticia de que junto a los petroleros y el BAM se logra el gasero y se necesita más gente, las administraciones tendrían que articular medidas rápidas para tener esa formación". Sobre la situación actual de las contratas, Muñoz aseguró que la noticia del contrato de los cuatro petroleros tipo Suezmax ha hecho que "estén expectantes; muchas de esas empresas han coincidido trabajando en el proyecto Wikinger, para Iberdrola, y ahora tienen mucho optimismo. Incluso la propia Iberdrola ha enviado una carta de felicitación a las empresas y a Navantia por el alto nivel logrado en este trabajo; están muy satisfechos". Sobre la cantidad de operarios que se necesitarían para estos petroleros, Muñoz quiso ser cauto: "Se habla de entre 723.000 y 725.000 horas por cada barco; y según los trabajos que se hagan en la Bahía, se necesitarán entre 1.800 y 3.400 personas. No lo sabremos con exactitud hasta conocer los detalles del contrato".

Hay que recordar que, en días pasados, el vicepresidente del PP de Cádiz, José Loaiza, ya reclamó a la Junta de Andalucía "un plan de choque urgente" para la formación de personal para la industria naval para evitar que Navantia tenga que "contratar a gente de fuera de la Bahía" con la nueva carga de trabajo.

Pese a esto, este periódico ha podido saber de fuentes sindicales que, en principio, la gran parte de la faena de construcción se llevaría a cabo en los astilleros puertorrealeños, y tan solo en el de Ferrol se realizaría la composición de algún bloque. Esto supondría trabajo en el dique puertorrealeño durante un plazo aproximado de tres años ya que cada buque tiene un plazo de construcción de 21 meses.

En principio, como explicó a este periódico José Muñoz, no será hasta finales de agosto cuando se comiencen a conocer los detalles acerca del contratos, de los distintos trabajos que se necesitarán y qué tipo y cuántos operarios tendrán que entrar en la factoría. Mientras, se sigue esperando que el Gobierno confirme la contratación del gasero que necesitaría Gas Natural (el quinto de la serie) y que también tendría en Puerto Real su centro de construcción.

Los sindicatos ya han expuesto en más de una ocasión su exigencia de contratos para aliviar a unas plantillas que, especialmente en el caso de Puerto Real, han estado tres años sin apenas actividad. Pero también, y esto es algo que afecta a todas las factorías, la necesidad de un rejuvenecimiento de las plantillas. Con una media de edad que supera los 55 años, esperan el cumplimiento del compromiso que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, lanzó en el astillero de Cádiz en su última visita: que volverían los contratos relevo, aquellos por los que un trabajador nuevo y joven acompaña a uno ya experto en sus últimos meses de vida laboral para aprovechar conocimientos y experiencia.

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