De Puerto Real a Sidney
Navantia prepara la entrega de las cuatro últimas lanchas LLC fabricadas en los astilleros gaditanos para la Armada australiana
Navantia está preparando la entrega a la Armada australiana de las cuatro últimas lanchas de carga LCC de las doce construidas en los astilleros de la Bahía de Cádiz. De esas cuatro, dos ya están en Puerto Real (una se trasladó ayer mismo con periodistas incluidos) y las otras dos descansarán en la fábrica puertorrealeña antes de lunes. Allí serán 'endulzadas', esto es, regadas con agua dulce para eliminar la sal impregnada en el breve trayecto de navegación que separa las dos factorías gaditanas; y de ahí rumbo a Sidney. Casi nada.
Así lo ha indicado Antonio García Molina, jefe de construcción de las lanchas, quien ha explicado que el diseño de las mismas está basado en las construidas por la compañía para la Armada española entre 2006 y 2008. Hablamos de 23.300 metros de eslora, 6.400 de manga de trazado y 50 toneladas de peso (aunque puede soportar 65). En cuanto a la propulsión, cuentan con dos motores diésel de 809 kw, supera los 20 nudos de velocidad y dispone de una autonomía de 190 millas a plena carga.
"El Ministerio de Defensa australiano ha sido un cliente exigente del que hemos aprendido bastante, lo que nos ha hecho ser mejores", ha confesado García Molina, "muy satisfecho" con este proyecto que toca a su fin después de doce meses de ingeniería y treinta de construcción y en el que -estima- han intervenido 120 trabajadores que han empleado 350.000 horas.
Por su parte, el director de Navantia de San Fernando y Puerto Real, Pablo López Díez, ha manifestado que con este encargo (firmado en diciembre de 2011) se ha cumplido "y con creces, tanto en calidad como en plazos", lo que espera que sea "una buena tarjeta de presentación" para futuros acuerdos.
El director ha preferido ser "discreto" sobre las operaciones comerciales que Navantia tiene en cartera para traer nueva carga de trabajo a las plantas gaditanas, aunque ha señalado que la mejor manera de que fructifiquen es hacer trabajos como el de estas lanchas para la Marina australiana, cumpliendo los "duros requisitos" exigidos.
Ahora Navantia, como principal contratista de estas naves, debe hacer entrega del pedido. Está previsto que 4 trabajadores se desplacen durante un mes a Sidney, donde realizarán una 'puesta a punto' de las LCC para comprobar que todo funciona correctamente. Se encargarán además de entregar las piezas de repuesto y de ofrecer la formación necesaria a los miembros de la Armada australiana para su manejo.
Si bien estas doce lanchas se engloban dentro de un "proyecto pequeño", todo su proceso de ejecución ha formado parte de "un gran programa", explica García Molina. "Haber tenido la oportunidad de crear un producto como éste, de gran capacidad logística y tecnológica, y colocarlo en cualquier lugar del mundo es motivo de orgullo para nosotros", ha concluido.
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