Navantia se ofrece a ayudar a la industria auxiliar a asumir la reparación de cruceros
El presidente de la compañía, Ricardo Domínguez, lamenta "la falta de capacidad de respuesta" del tejido empresarial local para asumir este desafío
La empresa insiste en su intención de especializar Puerto Real en el sector "off-shore" y asegura que el contrato de la patrullera marroquí sigue adelante a pesar de la crisis diplomática
"No me puedo creer que vea reparaciones de cruceros en Cádiz y me digan que viene industria auxiliar de fueraporque aquí no hay capacidad". Así se ha expresado el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, este martes en referencia a la presencia de floteles como el del millar de trabajadores extranjeros que han participado en la reforma del Carnival Victory, que el pasado sábado abandonó el astillero de Puerto Real. "Da rabia", ha apuntado el presidente de Navantia, que ha ofrecido la colaboración de la tractora para fortalecer las debilidades del tejido auxiliar.
El presidente de Navantia ha realizado estas declaraciones en el coloquio posterior a una conferencia que ha pronunciado este martes en el Parador de Cádiz sobre 'La revolución digital en la construcción naval', organizada la Asociación Andaluza de Ingenieros de Telecomunicación de Andalucía Occidental (ASITANO), con la especial colaboración del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación de Andalucía Occidental y Ceuta (Coitaoc).
"La industria auxiliar debe analizar su papel. Tenemos que afrontar las debilidades para que no tenga que venir gente de fuera a este centro de reparaciones para hacer determinadas labores", ha señalado el presidente de Navantia, que ha tendido la mano al sector para alcanzar un entendimiento porque "esta provincia no se puede permitir más que generar empleo y crecer".
Hasta la partida del Carnival Radiance, la Unidad de Negocio de Reparaciones de Navantia Bahía de Cádiz ha tenido un periodo de máxima actividad con un total de ocho buques de cruceros entre los astilleros de Cádiz y de Puerto Real, lo que ha supuesto una ocupación récord, completada con la llegada recientemente de dos buques más de Carnival; el Liberty y el Paradise.
Todos estos trabajos simultáneos durante los dos últimos meses en los ocho cruceros han supuesto aproximadamente 650.000 horas de trabajo, mientras que el número de trabajadores necesarios ha oscilado entre los 1.000 de media durante el mes de agosto (500 en Cádiz y 500 en Puerto Real), y ha llegado hasta los 1.400 durante septiembre (600 en Puerto Real y 800 en Cádiz).
Nuevo papel para Puerto Real
Hay que recordar que Navantia ya advirtió la pasada semana de la falta de personal cualificado en la Bahía de Cádiz para asumir el volumen de negocio que se avecina en los próximos años, fundamentalmente en el sector off-shore. En ese sentido, el presidente de Navantia también se ha referido este martes al papel de los astilleros de la Bahía de Cádiz en el futuro de la compañía.
Domínguez ha señalado la intención de que la Bahía se convierta en un polo de energías renovables y que la factoría de Puerto Real se especialice en la construcción de proyectos eólicos y subestaciones, que se inscriben dentro del negocio de Energías Verdes que la compañía pretende impulsar. "Es un astillero con un gran potencial aunque construirá barcos si es necesario", ha apuntado el presidente de Navantia.
Precisamente, Puerto Real está pendiente de que comience la construcción del Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática, un proyecto que cuenta con una partida de 53 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado de 2021, y que su arranque está pendiente de los últimos flecos técnicos con la Armada, según declaró la pasada semana el director del astillero Bahía de Cádiz, José Antonio Rodríguez Poch.
La Bahía de Cádiz también está a la espera de que se empiece a cortar chapa del patrullero de altura encargado por Marruecos y que fue anunciado el pasado mes de enero por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una visita al astillero de San Fernando. A pesar de la crisis que han atravesado las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos, el presidente de Navantia ha señalado que el proyecto "sigue sus tiempos y formas" y que el Gobierno marroquí está negociando con varias entidades la financiación del programa.
Este contrato se desarrollará a lo largo de tres años y supone un millón de horas de trabajo para la industria naval de la Bahía, lo que se traducirá en unos 250 empleos directos. El encargo vendrá a llenar el vacío que está dejando la conclusión de los trabajos de construcción de las cinco corbetas de Arabia Saudí.
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