La fragata 'Reina Sofía' parte este jueves de Rota para incorporarse a la Operación Atalanta

Cádiz/La fragata 'Reina Sofía' parte este jueves desde la Base Naval de Rota rumbo al océano Índico para incorporarse, por cuarta ocasión, a la Operación Atalanta. El acto de despedida será presidido por el Almirante de la Flota, Eugenio Díaz del Río.

La dotación de la fragata puede oscilar ligeramente, aunque su capacidad máxima en la mar es de 226 personas. Además del comandante y el segundo, está formada por unos 15 oficiales, 30 suboficiales, 40 cabos primeros, 30 cabos y 80 marineros. Además, en función de la misión, la 'Reina Sofía' puede embarcar un destacamento aéreo con capacidad de operar un dron y un helicóptero o dos helicópteros, así como un equipo de seguridad de Infantería de Marina, un equipo de operaciones especiales o equipos médicos.

La 'Reina Sofía' es la cuarta fragata de la clase Santa María, fue botada el 19 de julio de 1989 y entregada a la Armada el 30 de octubre de 1990, integrándose en la 41 Escuadrilla de Escoltas. Durante los más de 30 años desde su botadura ha navegado más de 483.000 millas, lo que equivale a una vuelta al mundo por cada año de vida.

Según la información de la Armada, precisamente la navegación de mayor duración la realizo en 2012 en el marco de la operación Atalanta entre los puertos de Port Victoria (Seychelles), y Djibouti (Djibouti), permaneciendo 23 días ininterrumpidos en la mar.

La misión de Atalanta es proteger del ataque de los piratas el tráfico marítimo en el océano Índico occidental, especialmente a los buques del Programa Mundial de Alimentos de la ONU. También proteger a los pesqueros para que puedan faenar sin peligro en aquellas aguas, controlar los puertos y las bases desde donde actúan los piratas y neutralizar los barcos nodriza que éstos utilizan para llegar a alta mar.

Por su parte, la fragata 'Reina Sofía' estuvo en dicha operación desde el 2 de octubre de 2020 hasta el 27 de febrero de 2021 con la particularidad de que ante la pandemia de Covid-19 la dotación y fuerzas embarcadas tuvieron que permanecer a bordo sin pisar tierra durante los cinco meses de despliegue.