Renfe: “Los nuevos trenes a Madrid aún tienen que adaptarse a la vía”

La compañía ferroviaria Renfe consideró ayer “lógicos pero no deseables” los retrasos acumulados por el nuevo tren Alvia entre Cádiz y Madrid puestos en marcha en la jornada del pasado domingo. La explicación oficial a estas demoras es que los nuevos trenes “tienen aún que adaptarse a la vía”. De cualquier manera, ayer, por primera vez, no hubo tardanzas graves en los viajes de ida y vuelta hacia la capital española.

Fuentes de la compañía Renfe consultadas ayer por este periódico explicaron ayer que el retraso de 38 minutos acumulado en el viaje inaugural Madrid-Cádiz del domingo y el de más de una hora que registró el de la tarde-noche del lunes hacia la capital de España vinieron dados por “problemas similares” de adaptación de los nuevos aparatos a la vía.

Estas mismas fuentes explicaron que, aunque los nuevos trenes han hecho su rodaje pertinente antes de su puesta en funcionamiento, tienen que acoplarse aún a las características técnicas de la vía por la que tienen que circular.

Estos “pequeños desajustes”, como los califica Renfe, son “habituales” en la puesta en servicio de líneas de este tipo, aunque “lo ideal es que no ocurran cuando los problemas se vayan subsanando”.

De hecho, ayer, en la tercera jornada de vida de estos trenes, ninguno de los trayectos entre las capitales gaditana y madrileña acumuló retrasos de importancia, según confirmaron ayer fuentes de la compañía ferroviaria.

Eso sí, Renfe se apresuró ayer a recordar que los usuarios que se han visto afectados por estas demoras tienen derecho a presentar sus reclamaciones, ya que los retrasos, en ambos casos, se produjeron por causas imputables a la propia Renfe. Esta opción fue recordada por megafonía a los propios usuarios de los trayectos afectados conforme se iban acumulando los retrasos. En el caso de los viajes Cádiz-Madrid (y viceversa), Renfe tiene estipulado la devolución del 25% del importe del billete cuando la demora supera los 20 minutos; del 50% si es de más de 40 minutos; y el reintegro al usuario afectado del importe íntegro del billete si la tardanza supera la hora, como sucedió en el caso del viaje hacia la capital de España que partió de Cádiz a las 16:30 horas del lunes y que, aunque estaba previsto que llegara a la estación de Atocha a las 21:00 horas no lo hizo hasta seis muntos después de las 22:00 horas.

Renfe no descarta que se repitan algunos retrasos más, aunque indica que trabaja para que eso no vuelva a ocurrir.