Visto y Oído
Broncano
Del programa de mantenimiento del ciclo de vida del portaaviones Príncipe de Asturias y la segunda fase de los Buques de Acción Marítima (BAM), de los buques para Venezuela y la ampliación del contrato con la Armada de Australia, se ha pasado a depender de Repsol y Gas Natural y de la armada más potente del mundo, laUS Navy.
La falta de presupuesto por los recortes impuestos por el Gobierno debido a la crisis tumbaron las dos primeras opciones. De hecho, el portaaviones está esperando su desguace, y de los BAM no se ha vuelto a hablar, más allá de que no hay consignación. Con el país hoy gobernado por Nicolás Maduro, las relaciones estrechas que hicieron del astillero de Puerto Real una pequeña Venezuela en época de Hugo Chávez, se han enfriado al mismo ritmo que las opciones de lograr contratos en el mercado militar.
Así, a los astilleros de Navantia en la Bahía sólo le quedan dos opciones: una, la más real y cercana en el tiempo, es la que unirá por primera vez en la historia a los astilleros públicos españoles con la Armada de EEUU. El acuerdo entre ambos gobiernos existe desde hace semanas y, según ha podido confirmar este periódico, la US Navy ha dado ya el visto bueno a Navantia para la firma del acuerdo, algo que podría producirse en los primeros días de octubre. Es más, ayer en los astilleros gaditanos, se aseguraba que bien podría darse a conocer hoy durante los actos que conmemoran el 60 aniversario de la llegada de los americanos a la Base de Rota.
Este acuerdo, según ha podido saber este periódico, contemplaría una relación de seis años ampliable a otro más. Aunque no supondría una carga de trabajo capaz de recuperar tejido de industria auxiliar, sí es importante por lo que significa: iniciar la relación con la armada norteamericana. De hecho, la propia Navantia lleva mucho tiempo interesada en que EEUU se decida a trasladar la VI Flota desde Italia a Rota y, consecuentemente, que los astilleros gaditanos asumieran la reparación de sus buques. No obstante, esa posibilidad es, hoy día, muy remota.
La otra opción a la que se agarran trabajadores y políticos (en esta ocasión, sí van de la mano) es que Repsol y Gas Natural se decidan a adjudicar la contratación de los cuatro gaseros que necesitan a la empresa Navantia que, en una parte importante, derivaría esa carga de trabajo a Puerto Real.
Aunque las negociaciones siguen su curso, nada ha trascendido al respecto en las últimas semanas. Los comités de empresa de la Bahía han exigido al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que se esfuerce en lograr esta adjudicación.
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