"El Retín está ocupado 250 días y pasan unas 11.000 personas a lo largo del año"
El coronel jefe del campo de adiestramiento de Barbate da cifras de su importante actividad
"Las relaciones con el Ayuntamiento y la plataforma son buenas", asegura
Babate/El coronel Carlos González, jefe del Campo de Adiestramiento de la Sierra del Retín (CASR), llegó en septiembre al puesto. "Es interesante y más movido de lo esperado", comenta alguien que no sólo como jefe, sino como teniente, capitán, comandante y teniente coronel ha sido usuario de este lugar. Bajo sus órdenes tiene a 52 personas, la dotación que forma actualmente la plantilla. En su despacho, donde nos refugiamos del fuerte levante de la jornada, da algunos datos que muestran la intensa actividad en el campo. "Excepto en épocas de permisos (verano y navidad), en la que puede haber días en los que no hay ninguna unidad, el resto del año la ocupación es casi diaria", afirma.
Y es que las cifras que da son las siguientes. "Aproximadamente se realizan unas 20 maniobras de entidad batallón (unos 400 o 500 efectivos) o superior y unas 52 de entidad compañía (50 personas)". En los ejercicios a nivel brigada "se despliegan entre 2.000 y 3.000 personas". El año pasado hubo "un total de 250 días de uso y pasaron por aquí unas 11.000 personas".
Además de la Infantería de Marina y de las Fuerzas Armadas españolas (su principal usuario es el TEAR), unidades de países aliados, como las norteamericanas que están en las bases de Rota y Morón, lo utilizan. Entre los ejercicios más importantes, sigue contando el coronel, se encuentran el 'Lisa Azul' con personal británico y español ), con uno o dos ejercicios al año; el 'Phiblex' (con EEUU con tres ediciones al año desde 2006) o el Ejercicio 'Trident Juncture de la OTAN que se realizó con personal holandés, portugués y español.
La importancia del lugar para Defensa no es cuestionable. "Es vital para el adiestramiento anfibio de la Armada", insisten siempre los máximos responsables y lo refrendan las palabras del actual jefe del recinto. Hay unas condiciones ideales para el adiestramiento por la presencia de la playa y el terreno colindante, por "su proximidad la Base de Rota, donde radican los buques anfibios, y por estar a 50 kilómetros de la base del Tercio de Armada", define.
Pero, ¿cómo se afrontan desde su cargo las quejas de los vecinos barbateños?, preguntamos. El coronel no se extraña, es consciente de las molestias por los cortes de carretera, los vuelos de aeronaves, los ruidos que causa la actividad militar. "Los tiros desde aquí cuando el viento es favorable se oyen mucho", reconoce. Pero incide en la importancia de la zona y en que, aunque "son difíciles de evitar", intentan relativizarlas. "Los ejercicios anfibios -explica- son como mucho seis al año, con una duración de cinco días cada uno. Estamos hablando de treinta días al año de ocupación de la zona de la playa". "Otra actividad molesta para Barbate son los ejercicios de tiro del Grupo de Artillería, sobre todo de noche. Por eso hay instrucciones para que antes de las doce la noche acaben", asegura, y están limitados a cuatro al año, con cuatro días de tiros. "Es decir, dieciséis días de tiro en el peor de los casos". Eso sí, recuerda que el pasado diciembre, el tiro se prolongó hasta casi las doce porque la sequía obligó a posponer todos los tiros de las unidades hasta finales de octubre, con lo que el grupo de artillería tuvo que concentrar los ejercicios hasta finales de esa semana y las sesiones de prolongaron más de lo habitual".
Mientras todo esto tiene lugar en las 5.300 hectáreas y 35 kilómetros de perímetro, el personal destinado en el CASR se encarga de su seguridad con el patrullaje diario del campo, el mantenimiento de las instalaciones, la coordinación de los ejercicios de la diferentes unidades usuarias o las relaciones institucionales con el Ayuntamiento de Barbate, entre otras tareas. De hecho, afirma, estas "relaciones con el Ayuntamiento y con la plataforma cívica 'Recuperemos el Retín' son muy buenas". El coronel González está presente en las reuniones de la mesa creada para abordar diferentes proyectos y elevar peticiones a Madrid. "Y aquí estudiamos todas", afirma. Actualmente están analizando alguna de ellas. "En los últimos tiempos ha habido apertura del campo a Barbate. El tema de las compensaciones económicas es algo que se escapa de mi competencia".
También habla el responsable de otro asunto siempre de actualidad, la posibilidad de prescindir de alguna porción de terreno. "Yo considero que los límites del campo son los que son. La percepción que se pueda tener del exterior de que las zonas limítrofes se usan poco o nada se debe al hecho de que los usuarios del campo normalmente se alejan de estos límites al menos que sea muy necesario. Pero es una franja que se emplea del colchón por así decirlo".
Así se divide el campo del Retín
El campo de adiestramiento del Retín, de 5,3 hectáreas, tiene tres zonas diferenciadas. Según explica su coronel jefe, una es la zona de playa, donde se realizan los desembarcos. "En realidad esos se efectúan en una franja de 1,5 kilómetros de un total de playa de algo más de 4.0000 metros, donde sabemos que no hay problema de varada, y se avanza hacia el interior". Lógicamente es para los ejercicios anfibios pero también la utilizan unidades del TEAR como la de embarcaciones de asalto o la de movimiento en playa.
Una segunda zona sería la parte oeste, totalmente despejada de arbolado, "ideal para movimiento de unidades mecanizadas, que emplean carros de combate y vehículos blindados de transporte de infantería que progresan buscando sus objetivos en sus ejercicios tácticos". Aquí es donde está la mayor parte de los campos de tiro y los asentamientos de artillería y morteros con su correspondiente zona de caída de proyectiles. Hacia la misma, "una zona de seguridad cerrada y acotada, donde no se puede entrar y donde existe un cortafuegos", apuntan las unidades de artillería en sus ejercicios.
La tercera zona, la oeste, discurre por la propia Sierra del Retín y es una zona verde, con mucho arbolado y acebuches donde se adiestran las unidades de infantería de a pie, por ejemplo en emboscadas.
El campo cuenta desde 2016 con el sistema antiicendios FAEDO. "Cinco torres de vigilancia con cámaras que mantiene bajo observación la totalidad del campo y detecta cualquier columna de humo".
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