Los Reyes presiden la puesta a flote del S-81, el submarino con "cerebro" de Cádiz

Navantia avanza en el primer sumergible moderno diseñado y construido en España con vistas a su exportación

El astillero de San Fernando ha desarrollado los sistemas de gestión y combate de la nave, que entrará en servicio en 2023

Su Alteza Real la Princesa de Asturias junto a la dotación de quilla del Submarino S-81 “Isaac Peral”
Su Alteza Real la Princesa de Asturias junto a la dotación de quilla del Submarino S-81 “Isaac Peral” / D. C.
A. Martín · Agencias

22 de abril 2021 - 17:15

Los Reyes han presidido este jueves la puesta a flote del nuevo submarino de la Armada, el S-81 Isaac Peral, en el astillero de Navantia en Cartagena, acompañados por sus hijas, Leonor, princesa de Asturias y madrina del bautizo del sumergible, y la infanta Sofía.

La familia real ha sido recibida en el astillero por la ministra de Defensa, Margarita Robles, y las principales autoridades autonómicas, entre ellas el presidente de la comunidad murciana, Fernando López Miras. Tras los saludos, se ha tomado una fotografía ante una placa conmemorativa del acto junto a una veintena de trabajadores del astillero que han participado en la construcción del S-81. Posteriormente, los Reyes y sus hijas han recorrido el interior de las oficinas de Navantia, donde han visitado el Centro de Diseño Virtual.

La ceremonia ha comenzado con la proyección de un vídeo sobre el centenario de la puesta a flote del primer submarino en las instalaciones de Navantia, que ha precedido a las alocuciones del presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, en su primer acto público desde su nombramiento a principios de mes; el jefe del Estado Mayor de la Armada, Antonio Martorell, y la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Domínguez ha calificado el acto como un "hito histórico" para la defensa nacional y Navantia al haber superado el "mayor reto tecnológico" de la industria militar española, que tendrá la "soberanía estratégica" para construir por primera vez, y sin depender de otros países, un arma submarina.

Mientras, Martorell ha recordado que la puesta a flote de un buque es "uno de los días de mayor alegría" para la Armada, además de considerar un "inmenso honor" que la princesa de Asturias haya aceptado amadrinar el submarino. Finalmente, Robles ha indicado que España "se siente orgullosa" de la labor de las Fuerzas Armadas y ha agradecido el trabajo de Navantia, la Armada y la Flotilla de Submarinos, con base en el Arsenal de Cartagena.

El Rey y la Princesa de Asturias tras la puesta a flote del Submarino S-81 'Isaac Peral'.
El Rey y la Princesa de Asturias tras la puesta a flote del Submarino S-81 'Isaac Peral'. / D. C.

Tras la bendición del submarino por parte del capellán, la princesa de Asturias, acompañada por su padre, ha subido a una escalinata situada a la altura de la amura del sumergible, donde ha cortado la cinta con la bandera de España que sujetaba una botella de vino, que ha quedado libre y ha impactado contra el casco. Esta visita supone un paso más en el proceso iniciado por la Casa Real para dar mayor protagonismo y visibilidad a la princesa Leonor, heredera al trono y que ha sido designada como la madrina del sumergible en el acto celebrado bajo el aviso de nivel amarillo por fuertes tormentas en el litoral de la Región de Murcia.

Pruebas en varias fases

A partir de hoy, el S-81 Isaac Peral se trasladará desde el taller donde se ha construido en el astillero de Navantia hasta el mar mediante un dique inundable, una maniobra que requiere de varias horas y que se hará en días posteriores. Una vez en el agua, comenzarán las pruebas de puerto y, en una segunda fase, las pruebas de mar, con navegación en superficie e inmersión hasta su cota máxima.

Se prevé que la Armada dispondrá en 2026 de los cuatro sumergibles encargados a Navantia de la serie S-80 (el S-81 Isaac Peral, el S-82 Narciso Monturiol, el S-83 Cosme García y el S-84 Mateo García de los Reyes).

Solo nueve países -EE.UU., Francia, Reino Unido, Alemania, Suecia, Rusia, Japón, China y Corea del Sur- tienen actualmente la capacidad de diseñar y construir submarinos, un reducido grupo al que se sumará España de llegar el S-81 Isaac Peral a buen puerto.

El desarrollo de la serie S-80 no ha estado exento de problema y desafíos. Se tuvo que parar en seco en 2012, ocho años después de la puesta en marcha del proyecto al detectarse un “desvío en el libro de pesos”, según la información oficial de Navantia. La empresa acudió a la Marina de Estados Unidos y a General Dynamics, con cuya ayuda se replanteó el proyecto de forma integral, aplicando “ingeniería de sistemas basada en el manual de la NASA”. Finalmente, el Ministerio de Defensa aprobó en 2016 el nuevo diseño del submarino, ampliando su eslora hasta los 80,8 metros. Y en 2018, el techo de gasto se fijó en 3.907 millones de euros.

Aunque el grueso de los trabajos se llevan a cabo en el astillero de Cartagena, la Bahía de Cádiz también juega un papel relevante en el desarrollo de la clase S-80, que estará integrada inicialmente por cuatro submarinos. Para Navantia Sistemas, con sede en el astillero de San Fernando, implica hasta 2025 1,5 millones de horas de trabajo y medio centenar de puestos de trabajo, de los que la mitad corresponden a contratas. Esta división se ha encargado del cerebro que gobierna la nave.

Concretamente, ha puesto a punto el Sistema Integrado de Control de Plataforma, el Sistema Integrado de Comunicaciones y el Núcleo Integrado del Sistema de Combate, un sistema de mando y control que incluye la dirección de lanzamiento de torpedos y misiles e integra un conjunto sonar de Lockheed Martin. También ha desarrollado el Simulador Táctico (Simtac) para el sistema de combate y el Simulador de Plataforma (Simpla) y se ha creado un grupo de Ingeniería de apoyo a Integración y Pruebas del Sistema de Combate.

El desarrollo de la clase S-80 implica también la construcción de un Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS), cuya orden de ejecución está pendiente de firmarse y que debe acometerse en el astillero de Puerto Real. Sustituirá al Neptuno, un barco construido en 1975 y que se encuentra al final de su vida útil, en la función de operar como buque de salvamento y apoyo en las operaciones de rescate de submarinos.

Entre sus virtudes destaca la posibilidad de permanecer bajo el agua durante semanas sin salir a cota periscópica, lo que mejora su discreción, principal atributo de un submarino. Esta autonomía estratégica es fruto de su sistema de propulsión independiente de la atmósfera (AIP) gracias un sistema de pila de combustible desarrollado por Abengoa con tecnología procedente del sector aerosespacial, con el que puede generar electricidad a cualquier profundidad. El S-80 se convierte así en el submarino no nuclear más avanzado del mundo, según la información traslada por Navantia

Con esta carta de presentación, Navantia aspira a exportar sus diseño como hizo con con sus fragatas F-100, en las que un contrato inicial del Ministerio de Defensa de unos 2.400 millones generó contratos adicionales por otros 2.000 millones. El punto de mira está puesto en primer lugar en India, donde se ha abierto un concurso internacional para adquirir seis sumergibles.

Precisamente, en el acto desarrollado este jueves han estado presentes los embajadores en España de Marruecos, India, Grecia, Australia y Canadá, países cuyas fuerzas armadas pueden tener un potencial interés en realizar encargos a Navantia para esta serie de submarinos u otro tipo de buques.

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