Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
El portavoz del Grupo Socialista en la Diputación de Cádiz, José María Román, se convirtió ayer en el gran animador del comité provincial del PSOE celebrado en Jerez. Román, que mantiene una guerra abierta con la ejecutiva provincial por el cargo que ostenta en la Corporación provincial, se mostró defraudado por haber apoyado en el congreso de julio la candidatura de la hoy secretaria general, Irene García, llegando a calificar como "trileros de la política" a una parte de los miembros de la ejecutiva provincial de su propio partido.
Pese a la gravedad de los acontecimientos, la dirección del PSOE en la provincia restó importancia a las declaraciones de Román y prefirió darle mayor relevancia al Plan Estratégico para la provincia aprobado en el cónclave de ayer así como tres resoluciones vinculadas al naufragio de la última patera en el mar de Alborán, la necesidad de que se mantenga en el futuro las inversiones del plan Profea (antiguo PER) y la defensa del sector pesquero de la provincia.
En un comité muy intenso que se prolongó más de cuatro horas y en el que hubo una treintena de intervenciones, destacó por encima de todas la de José María Román que, al menos por el momento, se resiste a ceder la portavocía del Grupo Socialista en la Diputación a la propia Irene García. Testigos presenciales del comité indicaban anoche que Román acusó a su secretaria provincial de "castigarme por trabajar". "La hice secretaria general y ahora me echa de portavoz", llegó a afirmar en una intervención en la que llegó a decir que cometió un "error" al haber respaldado a la alcaldesa de Sanlúcar para que se convirtiera en la nueva secretaria general en el congreso provincial del pasado mes de julio. A su juicio, Irene García está dirigida desde su ejecutiva por "viejos renovadores y trileros de la política".
Román, que afirmó que no dimitía como portavoz "porque no soy un pelele", repartió incluso entre los asistentes al comité un escrito en el que mostraba su versión sobre lo sucedido en las últimas semanas en torno a la portavocía del Grupo Socialista en la Diputación. En ese escrito, al que ha tenido acceso este periódico, Román considera que lo que buscaba la dirección del partido al imponerle unas órdenes que no ha terminado acatando era "vaciar de contenido al grupo de diputados" y convertir esta portavocía en un "retiro dorado", una circunstancia que, subraya, "mi dignidad política y personal no podía aceptar en ningún caso".
Sobre esta cuestión de la portavocía, fuentes de la ejecutiva provincial del PSOE mostraban anoche su convencimiento de que tanto Román como los otros cinco diputados provinciales críticos terminarán suscribiendo el documento que permitirá a Irene García relevar al ex alcalde de Chiclana en este cargo.
La propia secretaria provincial del PSOE afirmó antes del comité a preguntas de los periodistas que Román tiene ya la orden de la ejecutiva de convocar una reunión del Grupo Socialista "para que acabemos con algo que no ha sido de nuestro interés como es airear nuestros asuntos internos". Y preguntada sobre si sería la nueva portavoz sentenció que eso "ya no se pone en cuestión" porque "hoy nadie duda de que la voz del partido en la Diputación tiene que estar respaldada por un proyecto potente como el que yo he liderado".
Ya en el comité provincial, Irene García pidió a los miembros de su partido "unidad y cohesión para que el PSOE se centre exclusivamente en la resolución de los problemas de la ciudadanía y en la defensa de las políticas sociales que se están viendo seriamente amenazadas con la política de recortes del Gobierno de Rajoy".
En esta misma línea, el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, realizó un análisis de la situación del partido y del escenario político y social tras los resultados de las últimas elecciones, animando a los socialistas gaditanos a "no venirse abajo porque es verdad que estamos atravesando tiempos difíciles, pero de tiempos peores hemos salido los socialistas".
El cónclave socialista de ayer sirvió para constituir el primer comité provincial de la era post-Cabaña. Este nuevo órgano está compuesto por 239 personas elegidas bien en el congreso provincial de julio o bien en las diferentes asambleas locales que tuvieron lugar en septiembre, además de la propia ejecutiva provincial.
También se aprobó la nueva comisión de listas, que a partir de ahora pasa a estar controlada claramente por los griñanistas -los estatutos marcan que la mitad más uno de este órgano debe ser de miembros de la ejecutiva- aunque se ha dejado hueco para una escasa representación del sector crítico del partido.
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