San Fernando cruza 'a la otra acera'

los primeros semáforos por la diversidad sexual

El Ayuntamiento isleño se muestra orgulloso al ser en primero en poner en práctica estas iniciativas urbanas para visualizar la lucha LGTBI. La medida consigue una amplia repercusión

Un isleño fotografía con su teléfono móvil uno de los semáforos por la diversidad, en la avenida San Juan Bosco. / Román Ríos
Arturo Rivera

15 de febrero 2017 - 02:05

San fernando/Una cosa está clara. Los primeros semáforos para la diversidad sexual que se han instalado en España no han pasado desapercibidos. La medida puesta en práctica por el Ayuntamiento de San Fernando -que ha querido ser pionero en esta iniciativa en pro de la lucha LGTBI que ha copiado de otras ciudades europeas- tuvo ayer, Día de los Enamorados, una amplia repercusión en distintos medios de comunicación, en las redes sociales... y también, por supuesto, a pie de calle.

Y los comentarios que han suscitado esas imágenes de parejas del mismo sexo que se muestran en una decena de semáforos de La Isla -ubicados en puntos clave de la ciudad- han sido múltiples y variados. Hay de todo, desde los que aplauden con entusiasmo la iniciativa porque ayuda a sensibilizar y a visualizar con normalidad la diversidad afectivo sexual hasta los que se aferran al formato de la familia tradicional para mostrarse abiertamente en contra de este tipo de actuaciones y los que manifiestan su indiferencia ante una cuestión que consideran que no va más allá de "una mera anécdota" sin entender que tenga que generar tanto debate.

El gobierno local tuvo que aclarar que los semáforos no han supuesto coste alguno

Pero en medio -entre unos y otros- hay también un amplio abanico de opiniones: los que creen que la lucha por los derechos LGTBI debe articularse a través de políticas y leyes y no a través de semáforos, los que dicen que solo se trata un gesto de cara a la galería del gobierno municipal que aprovecha para sacar rédito político y ganar titulares, los que tildan de frivolidad la iniciativa, los que -aún defendiendo a los colectivos LGTBI- creen que hay muchas cosas que hacer antes en La Isla que ponerse a cambiar semáforos... Y muchos que ayer criticaron que el Ayuntamiento isleño se gastara dinero en estas cosas antes que en otras necesidades más perenterorias. De hecho fue un comentario tan extendido por internet y las redes sociales que la propia concejala de Igualdad y Políticas Sociales, la socialista Ana Lorenzo, tuvo que salir al paso para aclarar que los semáforos por la diversidad sexual "no han costado ni un solo euro al Ayuntamiento". La medida -explicó- figuraba como mejora en el pliego de condiciones del contrato suscrito con la adjudicataria responsable de la señalización. Lo único que se ha hecho ahora es hablar con dicha empresa para que se pusiera en práctica .

"Sintámonos orgullosos y orgullosas", alentaba la propia alcaldesa, Patricia Cavada, a través de su perfil de Facebook al recordar que el municipio isleño es pionero en la puesta en marcha de estos semáforos que muestran a parejas de homosexuales y lesbianas en lugar del clásico icono masculino del peatón. Entre aplausos y críticas a su comentario no faltaba quien recordaba a la regidora que La Isla, entre otras cosas, no tiene semáforos para invidentes, una carencia que invitaban a remediar desde el Ayuntamiento en primera instancia.

Muchos isleños, sin entrar en el fondo de la cuestión, se refirieron a esta iniciativa en los comentarios a la noticia publicados en la edición digital de Diario de Cádiz como poco menos que una nadería. Algunos incluso se lo tomaron en tono de broma y aprovecharon para criticar a la alcaldesa recordando iniciativas igualmente sonadas como la playa para perros pero lamentando que sus políticas no vayan más allá.

A pie de calle, eso sí, la mayoría de isleños consultados se mostró a favor de la iniciativa. Con sus matices, claro. Pero de entrada parece que la idea no ha tenido mala acogida. Todo lo contrario. Ana Isabel, una comerciante de la avenida León Herrero, donde se emplaza uno de estos semáforos, lo asumía con total normalidad. "No lo veo mal. Me parece estupendo", advertía. Coincidía también con Mayte, también del barrio, que aplaudía la iniciativa pero -recordaba- "ahora solo falta la pareja heterosexual, que no está". Se trata de gestos que ayudan a normalizar la realidad LGTB , reconocía también Alfonso, un joven vecino que, sin embargo, recordaba al Ayuntamiento que hay muchas cosas por hacer. Por ejemplo, solucionar el problema de las salas de estudio.

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