Sanidad precinta las cubetas de reparto de agua por la zona litoral de la Janda
Abastecimiento
Unos 400 clientes de una empresa de distribución de agua se quedan sin poder llenar sus aljibes
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La jefa de Sanidad perteneciente al Distrito Sanitario Bahía de Cádiz–La Janda ha inmovilizado las distintas cubas de aguas que una empresa de distribución de tan preciado elemento llevaba a propietarios de viviendas y establecimientos de toda índole repartidos por el litoral de la comarca de la Janda.
El gerente de esta entidad, Juan Antonio Brenes, ha visto cómo su negocio ha dejado sin suministro a unos 400 clientes repartidos por El Palmar, Zahora y Los Caños de Meca. Una situación que está provocando el cierre de algunos negocios, la devolución de las fianzas y la anulación de las reservas cerradas en algunos establecimientos y casas particulares desde hace un año, ya que no tienen cómo volver a llenar sus aljibes, dada la falta de agua en los cientos de pozos abiertos a lo largo del litoral jandeño.
Se trata de un paso más dentro de un expediente sancionador abierto el pasado año por el incumplimiento de una normativa que entró en vigor en enero de 2023 y que imposibilita el traslado de agua para consumo humano en este tipo de cubas, al no cumplir con determinados parámetros sanitarios.
Según ha explicado Juan Antonio Brenes, “el año pasado, en julio, me pusieron una sanción por una normativa que entraba en vigor en enero de 2023, o sea, se me sancionó seis meses antes por una normativa que entra en vigor en enero”.
Recuerda que siempre ha dicho que su agua no es potable: “No es para beber ni para consumo humano, es para fregar los platos y para uso doméstico, pero resulta que en la nueva normativa contempla que ducharse y fregar también se considera consumo humano, por lo cual me sancionan”.
Brenes apunta que recurrió esas dos sanciones. "Consideran ahora que mi actividad supone un altísimo riesgo para la población y precintan las cisternas de los camiones”.
Una de las exigencias pasa por esterilizar esas cubas, un procedimiento que solo puede hacer en un polígono industrial de Toledo.
Este empresario puntualiza que lleva diez años intentando adaptarse a los requerimientos que se le han ido planteando para el transporte del agua con todas las garantías sanitarias. Un periodo en el que no ha logrado ese propósito, quedando ahora precintados sus vehículos en pleno mes de agosto.
Juan Antonio Brenes ha recibido este pasado fin de semana el apoyo de muchos de sus clientes en una concentración que se realizó a las puertas del colegio de Zahora. Ahí también se volvió a reclamar que el agua potable llegue a sus casas y negocios desde la red de distribución.
Igualmente, este lunes, a las puertas del Ayuntamiento de Conil se han vuelto a reunir una veintena de afectados por esta falta de distribución de agua a viviendas y establecimientos de hostelería de la costa de la Janda. Estas protestas continuarán este martes, al mediodía, en Barbate.
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