El 'otro' Sanz no ilusiona en Cádiz

Si José Luis Sanz termina siendo el próximo candidato del PP andaluz a la Presidencia de la Junta debería saber dos cosas de antemano: la primera es que tendrá detrás a todo su partido en Cádiz de cara a intentar conseguir los mejores resultados en las próximas elecciones autonómicas; y la segunda es que no genera ilusión alguna en su partido. Así de claro.

Como un jarro de agua fría cayó este fin de semana en el grueso del PP de Cádiz la información de que el otro Sanz será el relevo del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, al frente del partido en Andalucía. De esto dieron fe ayer dirigentes del partido en la provincia gaditana -unos de más peso y otros no tanto- consultados por este periódico. Todos, con mayor o menor intensidad, vinieron a coincidir en que no es el líder que el partido precisa para hacer frente al creciente susanato. "No es que José Luis cause rechazo, porque es un buen tío, trabajador y educado, pero no es ese líder que necesitamos capaz de despertar ilusión. Y si no ilusiona a la militancia, ¿cómo lo va a hacer ante el resto de la ciudadanía?", reflexiona en voz alta un veterano dirigente del partido al que no le duelen prendas reconocer que aún confía que la dirección nacional del PP dé un giro a sus planteamientos para Andalucía.

En la relación de José Luis Sanz no con la provincia de Cádiz hay un dato cuanto menos curioso: es un completo desconocido pese a haber sido parlamentario andaluz por esta provincia durante ocho años. Su aterrizaje en Cádiz se remonta al 2000. Un año antes, y coincidiendo con el ascenso de Javier Arenas a la secretaría general del PP nacional, Teófila Martínez tomaba las riendas del partido en Andalucía. Sus guardaespaldas tenían el mismo apellido: Antonio Sanz asumía la secretaría general del PP andaluz y José Luis Sanz pasaba a dirigir el área de Organización. Y al elaborar las candidaturas al Parlamento andaluz vino el trueque, aquel famoso cambio Sanz por Sanz: Antonio asumía la cabeza de lista por Sevilla, ante la ausencia de un líder de garantías en esa provincia, y José Luis era incluido con calzador en la candidatura por Cádiz. En esas andaluzas de 2000 fue el número cuatro de esa lista electoral y en las de 2004 ascendería al tercer puesto, sólo por detrás de Teófila Martínez y de la actual alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo. En esos ocho años la gestión del hoy alcalde de Tomares fue nula, al menos en lo que a iniciativas parlamentarias vinculadas a la provincia gaditana se refiere. En la Cámara andaluza sí se hizo fuerte sobre todo como portavoz de su partido en la comisión de control de la RTVA.

Pero en una provincia como la de Cádiz acostumbrada a recibir a candidatos cuneros -Rodrigo Rato, Carmen Romero, José Núñez, Alfredo Pérez Rubalcaba, Pilar González, etc.- José Luis Sanz no generó rechazo, aunque tampoco es que suscitara excesivas simpatías. "En ocho años apenas le recuerdo en un par de reuniones en la sede del partido en Cádiz. Siempre ha sido muy serio, quizás por timidez", dice otro dirigente.

Pero el PP de Cádiz tiene muy claro que no generará una guerra por esta candidatura. Cierto es que confían aún en la designación de otro líder con más experiencia y más tirón popular -el anhelo mayoritario en Cádiz lleva el nombre de Miguel Arias Cañete- pero si el elegido termina siendo José Luis Sanz, todos cerrarán filas tras él. De momento, el presidente provincial, Antonio Sanz, rechazaba ayer que existiera un posicionamiento generalizado del PP de Cádiz en torno a este asunto. "Jamás hablaremos mal de un compañero. En Cádiz no estamos en contra de nadie y sí a favor del diálogo para conseguir el máximo consenso", se limitó a decir.