De la Serna "no se resiste" a cerrar un pacto estatal por las autopistas
El ministro insiste en negociar con la oposición el futuro de las carreteras que en breve dejarán de ser de pago, como la AP-4
Madrid/El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, mantiene su intención de lograr un acuerdo con las principales formaciones políticas sobre el futuro de las autopistas de peaje del país, a pesar de reconocer que el actual contexto perjudica la negociación. "No me resisto a pensar que podemos alcanzar un acuerdo sobre un tema que supera los límites de una Legislatura", indicó De la Serna durante su intervención en un desayuno informativo en Madrid.
El titular de Fomento se refirió así a su voluntad de pactar con otras formaciones la estrategia a seguir con las autopistas de peaje que empiezan a cumplir el plazo de concesión y revierten al Estado.
Una media docena de vías de pago afrontan actualmente esta situación. La primera en revertir al Estado debe ser la AP-1 (Burgos-Armiñón), una autopista actualmente en manos de Itínere que vence el 30 de noviembre de este año. En 2019 está previsto que termine el periodo de concesión del tramo de la AP-7 entre Tarragona y Alicante, y el de la AP-4 (Sevilla-Cádiz), que viviráel 31 de diciembre de 2019 el último día de la consesión administrativa de la que ha disfrutado la empresa Aumar, integrada hoy en el grupo Abertis.
Ya en 2021 debe culminar el peaje en el trazado que une Barcelona con La Jonquera y Tarragona y el de la AP-2 (Zaragoza-Mediterráneo). La concesión de todas estas vías la tiene Abertis.
En su inervención de ayer De la Serna ratificó lo que viene repitiendo el Ejecutivo de Rajoy desde hace mucho tiempo y es que el Gobierno "no prorrogará los plazos de concesión de estas vías" que, en dichas fechas, confirme vayan expirando los plazos de las actales concesiones administrativas, irán revertirán de nuevo al Estado, que es realmente el único propietario de estas vías de comunicación.
A partir de ahí, es decir, cuando la gestión de esa autopista en cuestión vuelva a depender exclusivamente del Estado, será preciso decidir si se vuelven a sacar a concurso para que empresas privadas las exploten a cambio del cobro de peaje -lo que en la AP-4 supondría seguir pagando después de medio siglo- o bien se mantienen en la red de carreteras del Estado y, por lo tanto, libres de peaje. "Tenemos que acertar en la decisión que tomemos", consideró el ministro de Fomento que, por ello, pretende promover un "debate sosegado" sobre el tema a pesar de reconocer que "no es sencillo en este momento", en referencia a la actual coyuntura política.
"Debemos alejarnos del foco mediático, no lo he conseguido hasta ahora, pero aún creo que lo puedo conseguir", indicó De la Serna sobre su intención de lograr un pacto sobre autopistas.
Se da la circunstancia de que el vencimiento de estas autopistas coincidirá con el rescate y posterior relicitación de nueve de las autopistas más modernas que quebraron durante la crisis.
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