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Cádiz/A las tres de la tarde de este lunes pasado, el buque Sovereign de la españolísima Pullmantur enrutaba su proa en dirección a Lisboa, desde donde salió rumbo a Lanzarote y Cabo Verde y, desde ahí, tras cruzar el gran charco, atracar en tierras brasileñas, más concretamente en Arrecife.
Este lunes lucía como nuevo después de tres semanas metido en boxes y tras un intenso y pormenorizado proyecto de revitalización que le ha costado a Pullmantur más de 20 millones de euros. Pero sus responsables consideran que, "sin duda, ha valido la pena".
Se marchan del astillero de reparaciones de Cádiz de Navantia satisfechos y dispuestos a repetir el año que viene con su Zenit allá por el mes de marzo o abril.
Este lunes, muy temprano, dejaba atrás el gigantesco dique de Navantia que lo ha tenido alojado durante estos últimos 21 días. Allí han trabajado un total de 42 empresas y cerca de mil operarios, entre personal del Astillero Navantia-Cádiz y externo.
El proyecto ha dado como resultado la completa revitalización del Sovereign, buque de Pullmantur Cruceros.
Durante su estancia en Cádiz, el Sovereign se ha sometido a una mejora tanto del área de cabinas como de las zonas comunes. Entre los trabajos realizados se encuentran cambios en los restaurantes y bares -que derivan en un aumento de su capacidad- y la renovación de moquetas, tapicería, baños y mobiliario.
Igualmente, el paso por el Astillero Navantia-Cádiz ha supuesto una revisión de la parte técnica del buque así como la introducción de novedades que contribuirán a que la operación sea más eficiente, respetuosa con el medio ambiente y dotada de las últimas tendencias en tecnología.
Richard J. Vogel, presidente & CEO de Pullmantur Cruceros explicó a Diario de Cádiz durante una visita realizada al buque hace unos días que "una vez más hemos confiado en el Astillero de Navantia por su gran experiencia en este tipo de proyectos, flexibilidad y la relación calidad-precio". Además, agrega, "estoy absolutamente convencido de que estas mejoras contribuirán muy positivamente a la experiencia de nuestros huéspedes a bordo".
A lo largo de las tres semanas que el Sovereign, según relata Pullamantur ha estado en dique seco, se han cambiado 18.000 m(2) de moqueta; tapizado más de 1.700 sillas; utilizado 2.100 m(2) de baldosas y 1.500 kilos de cemento. Además se han renovado 400 metros de tuberías, entre otros.
La actividad relacionada con los servicios de hotel no cesó a bordo del Sovereign ya que un gran número de operarios se hospedaron en el barco. Así, labores relacionadas con la limpieza de las cabinas, lavandería, recepción o restauración continuaron a pleno rendimiento.
Por ejemplo, y en el capítulo de gastronomía, cabe destacar que se sirvieron 9.000 kilos de carne, 900 de pasta y se consumieron 400 kilos de café.
Pullmantur comenzó a trabajar con los astilleros de Cádiz en 2012 y, desde entonces, ha realizado en ocho ocasiones los trabajos de dique seco en sus instalaciones.
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