"Subsistimos porque vivimos de alquiler"

En el tramo más céntrico de la sanluqueña calle Bolsa, a pocos pasos de la Plaza del Cabildo, una pequeña papelería destaca por su toldo y su vistoso escaparate. Vladimir Pérez, de 27 años, y Alba Marín, de 28, trabajan más de diez horas diarias de lunes a domingo para sacar adelante este negocio que montaron en febrero. Vladimir no llegó a terminar Trabajo Social y dejó a medias la carrera de Derecho para enfrascarse en esta aventura laboral. Lo mismo decidió Alba, también antigua estudiante de esta Diplomatura. Desde entonces trabajan juntos de sol a sol cobrando entre los dos apenas el sueldo de una persona que, según dicen, no les da para hacer frente a una hipoteca, de manera que viven de alquiler sin perspectivas de abandonar esta situación, de momento..

-¿Cuál es el balance de estos primeros meses con la papelería?

-Alba: Nosotros comenzamos en este negocio en febrero de este mismo año, ya en vacas flacas. Antes yo personalmente ganaba más dinero, pero ahora estoy más a gusto, me siento más realizada.

-Vladimir: Nosotros no hemos conocido la época de vacas gordas. No hemos notado el cambio de caja, pero sí hemos sufrido las dificultades a la hora de arrancar en este negocio. Yo sabía que no era fácil por la experiencia de familiares y conocidos, pero luego he comprobado que es más complicado de lo que parece.

-¿Se sienten suficientemente respaldados por las administraciones?

-V.: No. Eso es lo más importante y, sin embargo, nos hemos sentido totalmente defraudados. Me estoy refiriendo a todas las administraciones: la local, la provincial, la autonómica y la estatal. Hay desplegada toda una propaganda política de subvenciones que luego no se ven por ningún lado. De apoyo de las administraciones cero y si se puede decir negativo, pues negativo. Porque, más allá de que no nos han concedido las subvenciones que hemos solicitado, la Junta de Andalucía no nos paga la deuda de un centro de día de personas mayores al que le suministramos diariamente la prensa.

-A.: No hemos recibido respuesta a ninguna de las solicitudes de subvenciones que hemos presentado, que son todas las posibles en casos de autoempleo juvenil y femenino como el nuestro.

-Y para colmo llegaron las inundaciones y el cierre del establecimiento durante dos semanas...

-A.: Así es, y todavía estamos esperando la indemnización que ha recibido la mayoría de los afectados. Nos han puesto trabas por todos lados.

-V.: Cerrar dos semanas un negocio de actividad diaria es muy fuerte.

-A.: Afortunadamente, hemos conseguido salir adelante gracias a la clientela tan buena y fiel que tenemos.

-Pagar deudas es el pan nuestro de cada día... ¿Se ganaban más por cuenta ajena?

-A.: Por supuesto. Yo ganaba cuatro veces más.

-V.: Mucho más dinero. Lo que cobraba antes uno de nosotros lo ganamos ahora entre los dos. Pero, claro, este trabajo es bastante más gratificante aunque no tengas tantos beneficios. Eso sí, no podemos disfrutar de días libres ni de unas vacaciones...

-A.: Sacamos un sueldo mediano entre los dos para ir tirando. Y suerte que vivimos de alquiler y no tenemos hipoteca, porque en ese caso no podríamos subsistir como ahora: tendríamos que cerrar seguro.

-Así que lo de una hipoteca para tener un hogar en propiedad ni os se lo plantean...

-V. y A.: Imposible.

-V.: Está claro que si tuviéramos una vivienda en propiedad, a estas alturas ya la habríamos perdido por no poder pagar las letras.

-A.: A pesar de la falta de ayudas públicas y las demás dificultades, estamos encantados. Antes decíamos "si nos toca la Lotería, montamos una papelería" y ahora decimos "si nos toca la Lotería, cerramos la papelería".

-¿Esperan prosperar económicamente a medio o largo plazo?

-V.: Seguiremos igual, pero con la crisis, creemos que eso es estar bien. Pagamos las facturas, ganamos para vivir y tenemos para nuestros gastillos.

-A.: Desde luego, para mantener a una familia no tenemos.