El TSJA investiga a Luciano Alonso y al ex director del Centro de Flamenco
Abre diligencias tras una querella de la Fiscalía que afirma que el ex consejero de Cultura nombró a un militante socialista "a sabiendas" de que no iba a ejercer el cargo
Entre 2012 y 2014, el socialista malagueño Luis Guerrero cobró unos 2.000 euros mensuales por ser director del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco (CADF) de Jerez. Sin embargo, Guerrero jamás pisó la sede de este organismo público ubicado en la plaza de San Juan y, ni mucho menos, ejerció ese cargo desde Málaga a pesar de que había sido nombrado por el entonces consejero de Cultura y Educación, Luciano Alonso. Ahora, ambos deberán responder por ello ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ha abierto unas diligencias tras una querella presentada por la Fiscalía al entender que pudieron incurrir en los delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos.
Ayer se hizo público un auto de la Sala de lo Civil y Penal del Alto Tribunal andaluz en la que se declara competente y da cuenta de la apertura de esta causa contra Alonso, que actualmente ocupa un puesto como parlamentario andaluz, y contra Guerrero, que es diputado provincial en Málaga. Por lo tanto, se inicia el proceso para que ambos sean llamados a declarar por un nombramiento que, incluso, se desconocía en el propio Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, tal y como relataron algunos trabajadores de este órgano dependiente de la Consejería de Cultura.
Este medio hizo público a finales de octubre del año pasado que Luis Guerrero se había llevado tres años cobrando por un cargo que jamás había ejercido. De hecho, así lo reconoció a este rotativo señalando que desconocía esta designación realizada por Alonso y por la que percibió unos 87.116 euros a lo largo de tres años. Tras esto, la Fiscalía inició una investigación que derivó en una querella que se presentó ante el TSJA a principios de abril dada la condición de aforado que disfruta Alonso por ser parlamentario autonómico. Una vez analizada, la Sala de lo Civil y de lo Penal, presidida por Lorenzo del Río, ha abierto diligencias contra el ex consejero y el diputado provincial malagueño. En este sentido, ha decidido no separar la causa en dos procedimientos distintos sino emprender una pieza única a pesar de que uno de los señalados no goza de la prerrogativa del aforamiento.
En el auto, el TSJA relata que en julio de 2012 Luis Guerrero fue cesado como asesor en la Diputación malagueña aunque, poco después, fue designado por Luciano Alonso para la dirección del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco. La Fiscalía sostiene que el ex consejero, "a sabiendas", tomó esta decisión a pesar de que "el designado con carácter eventual en ningún caso iba a desempeñar el cargo designado", según se apunta en la comunicación del Alto Tribunal conocida ayer.
Además, recuerda que Guerrero fue nombrado hasta en dos ocasiones para este puesto, una primera que tuvo vigencia entre el 1 de agosto de 2012 y el 10 de septiembre de 2013 y una segunda que se alargó hasta el 12 de junio del pasado año. Sin embargo, el querellado, "durante todo este tiempo, en ningún momento lo visitó [el CADF] siendo un desconocido para las personas que allí trabajaban". Los emolumentos que recibió fueron de 13.834,06 euros en 2012; de 36.615,50 en 2013; y de 36.666,95 en 2014, tal y como consta en la certificación de la Agencia Tributaria que acompaña la denuncia del ministerio fiscal.
No obstante, cabe recurso de réplica contra este auto, una posibilidad que ayer los dos denunciados no especificaron si adoptarán. Eso sí, ambos coincidieron en señalar que el nombramiento como "personal eventual" de la Consejería se realizó conforme al Estatuto Básico del Empleado Público. Incluso, el ex consejero llegó a calificar los hechos como un "malentendido".
Mientras, la Consejería de Cultura aseguró que "ha prestado" y "prestará toda la colaboración" en la investigación. Acto seguido señaló: "Estamos hablando de un puesto eventual, que es de libre nombramiento del consejero y que está basado en la confianza o el asesoramiento especial y cesa a la par que el consejero que lo nombra". Finalmente apuntó que la retribución que percibió fue "por el trabajo que durante todo el tiempo de su nombramiento realizó, que fueron las tareas encomendadas por el anterior consejero".
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