Torre de control 'low cost'
Jerez afronta la privatización de la gestión del tráfico: 10 controladores se instruyen en su torre para sustituir a los 14 en servicio · Su formación se reduce de 18 a 6 meses y su salario será una tercera parte del actual
El aeropuerto de Jerez está afanado en el proceso de liberalización del servicio de su torre de control, que dejará de estar gestionada por el organismo público Aena (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), dependiente de Fomento, y pasará a manos de Ferronats, el consorcio privado creado por la constructora Ferrovial y el proveedor británico de servicios de tráfico aéreo NATS. El traspaso de competencias supondrá una transformación significativa de la gestión del tráfico en la terminal: sus 14 controladores serán relevados por 10 trabajadores que están recibiendo ahora instrucción en la torre tras haberse formado en un periodo récord de seis meses, y que cobrarán una tercera parte que los especialistas actuales.
Desde principios de julio, los controladores de Jerez ejercen de instructores de la nueva plantilla en la propia torre de La Parra. Fuentes profesionales del sector explicaron que los 10 aprendices deben completar un periodo de habilitación en el que se familiarizarán con las características específicas del aeródromo (fuentes de Aena señalaron que habrá 13 controladores en Jerez pero por ahora solo hay 10 bajo la obligatoria instrucción). Después, estos trabajadores deberán acreditar sus conocimientos ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que les acreditará para que asuman plenamente la gestión del tráfico. El jefe de la torre de Gibraltar, Trevor Hammond, trabajador de NATS, se encarga de supervisar este proceso de transición en las torres de Jerez y Sevilla.
Aena aún no ha precisado cuándo finalizará este procedimiento. Las fuentes consultadas señalaron que el relevo, llegado el momento, se producirá "de un día para otro", de forma que en la torre no quedarán controladores veteranos con experiencia en la gestión del tráfico en el aeropuerto gaditano, cuya singularidad es mezclar tráfico comercial y tráfico de las avionetas de la escuela de pilotos.
Los 14 profesionales operativos ahora en Jerez se marcharán destinados a otras torres de control y centros de operaciones de Aena, después de que no se haya concretado ni una sola subrogación a la plantilla de Ferronats.
Las condiciones económicas contempladas en el primer convenio colectivo de este sector, publicado en BOE el 29 de septiembre, hace solo una semana, incluye una evidente pauperización del colectivo. Los nuevos controladores con menos de cuatro años de experiencia percibirán 32.376 euros brutos anuales sin contabilizar horas extraordinarias. El montante se incrementa en 4.000 euros brutos anuales para cada uno de los cuatro escalones profesionales superiores, en función de la experiencia, hasta los 54.000 euros que percibirá el jefe de unidad (más horas extraordinarias y pluses por instrucción y supervisión).
Estos salarios, a los que se ajustarán las concesionarias con las peculiaridades que quieran incluir, representan menos de un tercio del salario medio actual de los controladores de Aena, que diversas fuentes cifran en alrededor 90.000 euros anuales tras los recortes aplicados por el Gobierno en 2010. A principios de aquel año, en pleno conflicto sectorial, el ministro de Fomento José Blanco (PSOE) cifró en 334.000 euros anuales el salario medio de los 2.300 controladores del país. El salario estaba propiciadas por la enorme cantidad de horas extra que realizaban estos profesionales (con triple remuneración) y que quedaron incluidas tras el decreto en un montante único de 1.670 horas de trabajo al año.
La privatización de la gestión del tráfico aéreo también ha supuesto un cambio relevante en la selección y formación de controladores. Hasta ahora, Aena organizaba una oposición y unas pruebas psicotécnicas para licenciados o diplomados que pretendían acceder a esta vacante profesional. Los altísimos salarios atraían a miles de aspirantes pero cada concurso solo ofertaba en torno a 150 plazas (en 2006 hubo 5.000 solicitudes para esa cifra de vacantes). Tras aprobar la oposición y pasar las pruebas, el futuro controlador comenzaba un periodo de formación becado por Aena de 18 meses en todas las materias del entorno aeronáutico que se completaba con un curso de habilitación de 180 horas.
Las mismas fuentes consultadas explican que el nuevo título de controlador se obtiene a través de cursos de Senasa (Servicios y Estudios para la Navegación Aérea y la Seguridad Aeronáutica) cuya matrícula cuesta 47.000 euros y que se adaptan al "nuevo escenario" aéreo. Los cursos duran seis meses, más 120 horas de instrucción, y preparan al alumno para operar en la torre aunque no le aportan una visión global de las operaciones aeronáuticas, apuntaron las mismas fuentes. El nuevo acceso a este empleo a través de cursos elimina la criba que suponía la selección de personal en multitudinarios concursos. Al menos en teoría, este filtro solo permitía el paso a los alumnos más cualificados y con mejores aptitudes para un oficio que genera un gran estrés y del que depende la seguridad de los vuelos.
La formación acreditada por Senasa no garantiza un empleo, que depende de la oferta de las concesionarias. Por eso estos meses se están registrando los primeros casos de controladores en paro.
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