Vanguardia y alma

De andar por casa

La casa que presentamos está en la calle Descalzos en Jerez de la Frontera y es de los interiorista Paul and Pica

Sus propietarios utilizan una decoración ecléctica donde se combina el modernismo y el clasicismo en proporciones muy similares

Imágenes de la ecléctica casa en Jerez de uno de los interioristas de Paul and Pica

Mesa de cristal italiana, escultura de Francisco Armengló y pintura de Luisa Estudillo.

La casa que hoy mostramos refleja la personalidad, el sentido de la proporción y la estética de sus propietarios. La vivienda tiene una superficie de 114 metros cuadrados, que se reparten entre el comedor, salón principal y un salón de estar, que se ubica en un mismo espacio, y el dormitorio, vestidor, baño y cocina. A todo ello le acompaña una gran terraza con vista a la bodega Díez Mérito.

Uno de sus propietarios, Pablo Barallobre, del estudio de interiorismo jerezano Paul and Pica, tras comprar la vivienda derribó gran parte de la misma diseñando los espacios de que hoy dispone. Para ello creó un eje central donde ubica el comedor, salón y sala de estar, para el disfrute propio de recibir a sus numerosos amigos.

Un arcón reinterpretado por los propietarios de la vivienda da la bienvenida a los huéspedes. Un espejo francés de gran tamaño se ubica en su parte central. La entrada utiliza en el revestimiento de su pared un papel pintado en tonalidades y texturas rugosas que van modificando la estancia en función de la luz que recibe a lo largo del día.

El comedor lo protagoniza una mesa de cristal italiano acompañada de cuatro sillas de Philippe Starck, y todo ello apoyado en una alfombra circular con tonalidades moradas, berenjenas y beige.

Salón Principal. La mesa italiana de cristal con un aparador con diseño geométricos ocupa parte del espacio

En uno de sus laterales se ubica una consola de madera de roble y acero sobre la que se visualiza una escultura del artista jerezano Francisco Armengló con la palabra SER, y junto a ella una lámpara de opalina blanca y dorada. En uno de sus laterales cuelga una pintura de gran formato de la pintora jerezana Luisa Estudillo, que representa un anciano descansando. Y en otra de sus paredes cuelga una foto en blanco y negro de unas monjas realizado por el fotógrafo jerezano Juan Salido Freire. Del techo cuelga una lámpara IKY del diseñador gallego Arturo Álvarez, hecha en acero inoxidable y silicona, una pieza de vanguardia que ilumina el espacio descrito.

A continuación se ubica el salón con una amplia mesa italiana de cristal geométrica que se apoya sobre una alfombra agrisada. A ello le acompaña una pareja de sofás tapizados en terciopelo verde agua. Un aparador de la firma Lola Glamour con diseño geométrico ocupa gran parte del salón. La lámpara que cuelga del techo es una lámpara geométrica con discos de alabastros blanco y oro. Y junto al salón se ha creado una zona de estar protagonizada por una cómoda francesa sobre la que descansa un candelabro de cristal diseñado por Rafael Lorente y una escultura del estudio de interiores de Paul and Pica. Junto a ello cuelga un cuadro del artista Balcris. En la zona central de este espacio se coloca un velador italiano de mármol y latón dorado junto a dos sillones de corte afrancesado tapizado con un diseño contemporáneo con tonos vivos. La mesa del velador la ornamenta una antigua escultura de biscuit. Y en el fondo de esta estancia se ubica una cómoda de caoba customizada, inspirada por los colores de Andalucía, dándole una segunda vida.

El interiorista Pablo Barallobre, ante un arcón reinterpretado por sus propietarios.

El dormitorio utiliza en el revestimiento de su pared un papel pintado de la firma Cole and Son, que refleja un leopardo en tonalidades negro y verde agua. A la cama le acompaña una pareja de mesas de noche de corte clásico de Royal Design. Una de las mesas la ornamenta un ángel y en otra un globo terráqueo.Y en la parte superior se coloca una pareja de apliques de la firma española Arturo Álvarez. Entre las obras de esta estancia se encuentra un cuadro del pintor jerezano Fernando Toro y una fotografía de Juan Salido.

La cocina es la única estancia que ha conservado el mobiliario primitivo de la casa y para ello se ha pintado en blanco. En este espacio se le ha dado importancia a los complementos como el papel pintado que destaca en una de las paredes y cuadros de pintores clásico que lo ornamenta. El interiorismo lumínico juega un papel importante protagonizando los diferentes espacios dependiendo de la luz exterior.

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