"Vender el turismo por encima de todo desplaza a los sanluqueños de su ciudad"
Carmen Álvarez (IU) | Alcaldesa de Sanlúcar
Tras hacer historia devolviendo a IU la Alcaldía 36 años después, Carmen Álvarez asume el cargo con la ilusión de ser "una herramienta que permita solucionar los problemas de la gente"
"Mi primera medida ha sido abrir este Ayuntamiento a la ciudadanía. Si un vecino viene con un problema, qué menos que atenderle”
"No podemos convertir Sanlúcar solamente en un gran comedor porque así sólo ganan los hosteleros"
Una histórica unión de la izquierda hace alcaldesa a Carmen Álvarez en Sanlúcar
Sanlúcar/Sanlúcar de Barrameda es en estos días de agosto un enjambre gigantesco de personas y coches que van y vienen tomando cada rincón de la ciudad atraídos por sus playas, sus carreras de caballos, su gastronomía, su clima, su historia, su cultura, su todo. En medio de este maremágnum, una mujer es mitad alegría y mitad responsabilidad. Porque Carmen Álvarez (Sanlúcar, 1973) se convirtió el 17 de junio en la nueva alcaldesa de esta ciudad, devolviendo a IU este puesto de máxima responsabilidad municipal 35 años y medio después. Un pacto con un PSOE con el que ha mantenido duros enfrentamientos durante los últimos años permitió que no gobernara la lista más votada (la del PP) y que ella llegara a la Alcaldía. Ahora sólo tiene una obsesión: solucionar el mayor número posible de los problemas que acucian a sus vecinos.
–Casi dos meses después de su investidura, ¿es consciente ya de que ha hecho historia en Sanlúcar?
–Hombre, pues sí, porque llevábamos mucho tiempo buscando entrar en el gobierno. Han sido muchos años en la calle, peleando, reivindicando muchas cosas, escuchando a la ciudadanía. El Ayuntamiento era una institución muy hermética, cerrada, sin transparencia, y el pueblo y nosotros, la oposición, nos encontrábamos siempre con un muro. Nos hemos llevado ocho años recorriendo todos los barrios de Sanlúcar, hablando con la gente, escuchando sus problemas y trayendo infinidad de propuestas a los plenos. Teníamos poco éxito, es verdad, pero algunas cosas sí las conseguimos. En esa manera de actuar sí hemos hecho historia.
–Yo me refería principalmente a que ha devuelto usted la Alcaldía de Sanlúcar a IU casi 36 años después.
–Pues mire, lo que más me ha ilusionado es que mi organización, los históricos de mi partido que lucharon tanto por la democracia, hayan visto cómo hemos recuperado la Alcaldía que nos arrebataron hace 36 años con una moción de censura entre PSOE y PP. Cuando me ven por la calle, los mayores me ven y lloran, y yo con ellos. Eso me pone la piel de gallina y me emociona, lo reconozco.
–No sé usted pero yo vi claro desde la misma noche electoral el pacto IU-PSOE en Sanlúcar.
–Lo que estaba clarísimo es que la izquierda había ganado en Sanlúcar y que era nuestra responsabilidad llegar a un acuerdo pese a la victoria del PP.
–¿Le decepcionó no ganar las elecciones municipales?
–Es que aquí también llegó la ola azul que recorrió todo el país. Aquí a la candidata del PP (Carmen Pérez) nadie la conocía, ha hecho una oposición muy tranquila pero se ha beneficiado de esa ola azul. Nosotros, por el contrario, hemos hecho un trabajo de oposición incansable. Nos hemos puesto enfrente de los problemas, lo hemos peleado y hubiéramos ganado de no haber sido por esa ola. Pero estamos muy contentos y en IU tenemos meridianamente claro que queremos que este pacto de gobierno con el PSOE funcione.
–¿En las negociaciones con el PSOE se llegó a tratar la propuesta que plantearon públicamente los socialistas de compartir la Alcaldía dos años para cada partido?
–Sí, claro que se habló de ello, pero les hicimos ver que era algo que no tenía sentido. El PSOE pasó de ser la primera fuerza de la ciudad a ser la tercera. Ahí había un mensaje del pueblo y es que la ciudadanía no estaba de acuerdo con el equipo, con el candidato o con el trabajo de los últimos años del PSOE. Y nosotros entrábamos de nuevos. Eso se fue desbloqueando poco a poco.
–¿Y cómo está siendo la convivencia con Víctor Mora, ex alcalde del PSOE y ahora primer teniente de alcaldesa? Porque ustedes se han llevado muy mal todos estos años.
–Bueno, Víctor y yo lo tenemos claro. Yo lo que le he dicho es que estos años me he dedicado a cumplir mi papel de oposición, que es donde me puso el pueblo. Pero nunca ha habido enfrentamientos personales, sólo políticos. Siempre hemos dejado lo personal a un lado. Por ahora el pacto está funcionando bien.
–Es decir, que a su juicio el PSOE de Sanlúcar ahora sí es de izquierdas.
–Bueno, nosotros tenemos muchas dudas de eso. Es que desde IU pensamos que muchas veces al PSOE no lo vemos venir. Hay cosas que nosotros no haríamos y ellos sí han hecho como, por ejemplo, privatizar el agua de la ciudad. Eso no es una política de izquierdas y eso lo hicieron ellos con el apoyo de Ciudadanos y la abstención del PP. En otras materias, sobre todo las relacionadas con los servicios sociales, sí estamos de acuerdo.
–¿Pero hay comunicación entre los dos partidos o se han repartido el gobierno como si fueran compartimentos estancos?
–Es que ir por separado es imposible porque en cualquier asunto que surja casi siempre hay interrelación entre varias delegaciones municipales. Yo todos los jueves me reúno con Víctor Mora tras la junta de gobierno local y ahí discutimos y abordamos los asuntos. La cosa va bien.
–Me imagino que al cerrar el pacto con el PSOE los dos partidos habrán tenido que renunciar a algo. ¿Qué es lo que ya sabe IU que no va a poder hacer desde el gobierno municipal?
–Hemos tenido que renunciar a cosas pero ha sido por falta de disposición económica. ¿Quién no quiere municipalizar servicios? Si la gestión económica hubiera estado saneada podríamos haber rescatado por ejemplo el transporte urbano y otros servicios que tenemos privatizados. Pero tenemos que ser consecuentes con la situación económica actual.
–¿Y en qué situación económica está el Ayuntamiento?
–La situación económica ha mejorado con respecto a la que dejó el PP, que era una ruina. Pero se ha hecho de una manera que nosotros no compartimos, aumentando la deuda bancaria y reduciendo el remanente negativo de tesorería, con planes de ajuste y recortando servicios públicos.
–¿Y qué cambios quiere aplicar usted en ese sentido?
–Vamos a intentar hacer un sistema tributario progresivo, por ejemplo subiendo el IAE a las empresas que ganen más de dos millones al año. Queremos que pague más quien más tenga. Y si hay que subir el agua, porque vamos a tener que subirla, pues que sea con bonificaciones a familias con vulnerabilidad, a los colectivos más desfavorecidos, a asociaciones de carácter social, etc. Queremos un sistema de recaudación distinto. Y estamos en contra de aumentar la deuda bancaria una y otra vez porque sí. A ver si en breve somos capaces de saldar por completo la deuda que mantenemos con la Seguridad Social y con Hacienda y nos quedaríamos con esa deuda bancaria que roza los 65 millones de euros y que tenemos que seguir pagando hasta 2040 ó 2041.
–¿Cuál ha sido su primera medida como alcaldesa?
–Abrir las puertas de este Ayuntamiento, que haya transparencia y que se escuche a la gente. Si un vecino viene al Ayuntamiento porque tiene un problema, qué menos que atenderle. Aquí en la Alcaldía hay un administrativo dispuesto a escuchar a los ciudadanos y después, tras ver su problema, priorizamos y o bien lo derivamos a una delegación o pasa a mí misma como alcaldesa. También hemos abierto los plenos al pueblo y vamos a permitir la participación ciudadana en los mismos. Y a la oposición le he dicho que vayan a las delegaciones, que pregunten y pidan la documentación que quieran, que aquí va a haber transparencia y que aquí vamos a tratar a todos los ciudadanos por igual. Yo quiero ser alcaldesa de todos y todas, no quiero ser solamente la alcaldesa comunista de Sanlúcar.
–En los últimos años el Ayuntamiento de Sanlúcar se ha volcado mucho en la promoción turística del municipio. ¿Usted está de acuerdo con esa estrategia?
–En el gobierno municipal tenemos opiniones diferentes sobre eso. Esa fue una estrategia del PSOE y de Ciudadanos que nosotros no compartimos. De momento, no se ha logrado desestacionalizar el turismo porque aquí la gente sigue viniendo en verano por la playa y el clima, pero no todo el año. Además, creo que el sanluqueño está sufriendo las consecuencias de todo esto porque, por ejemplo, ahora nos resulta más difícil encontrar alquileres ocasionales porque se promocionan los apartamentos turísticos. Y para nosotros, los de IU, la vivienda nunca puede ser un negocio y sí un derecho de la gente. No puede ser que un sanluqueño no pueda vivir en su ciudad porque no pueda comprarse una vivienda porque están muy caras y no pueda pagar un alquiler. Vender el turismo por encima de todas las cosas desplaza a la sociedad sanluqueña. Y tampoco podemos convertir a Sanlúcar en solamente un gran comedor.
–¿Qué quiere decir con eso?
–Pues, por ejemplo, que las cooperativas dicen que el año pasado tuvieron pérdidas pese a la capitalidad gastronómica. Y la pesca, otro sector productivo fundamental, tampoco vendió más. Aquí hay muy buena comida y muy buenos vinos, sí, pero no podemos convertir Sanlúcar en un gran comedor. Porque así sólo ganan los hosteleros y, además, desde el Ayuntamiento tenemos que multiplicar los servicios, como con la limpieza urbana.
–Por su situación estratégica Sanlúcar sigue siendo un punto caliente en la entrada de droga en el país a través del río. ¿Cómo encara usted este problema?
–Jamás consentiré que se relacione a mi ciudad con el tema de la droga, como si aquí fuéramos todos así. Sanlúcar es sobre todo un pueblo trabajador, con muchos sectores productivos. Sí es verdad que ese problema de la droga existe, como le pasa a otros muchos municipios. Por eso hay que pelear para que no se vaya de aquí el cuartel de la Guardia Civil, que se está trasladando a Chipiona. El Gobierno central tiene que tomar ahí cartas en el asunto. Y después habrá que concienciar a los chavales desde el colegio de lo dañino que es el mundo de las drogas. Lo que tenemos que evitar es que Sanlúcar siga liderando todos los rankings de desempleo y que siga teniendo la renta per cápita más baja del país. Por eso creo que es importante que la Junta ponga en marcha planes especiales de empleo para esta ciudad, porque necesitamos la ayuda de todas las administraciones. Así se combatiría esa lacra que mancha la imagen de una ciudad tan bonita y con tantos recursos como es Sanlúcar.
–¿Desde el Ayuntamiento se puede hacer algo para combatir el paro?
–Las competencias son muy pocas pero, bueno, ahora vamos a sacar 40 plazas para el servicio de limpieza urbana. Y en los próximos presupuestos que empezaremos a negociar en breve también habrá oferta de empleo público.
–Los dirigentes de IU en la provincia de Cádiz suelen decir que donde llegan a la Alcaldía no es fácil que les echen. ¿Pasará esto también en Sanlúcar?
–Eso no es una cosa que me preocupe. Tengo mucha ilusión y lo que me preocupa es no poder ser una herramienta para solucionar los problemas de los ciudadanos. Porque si tengo una cosa clara es que los problemas están en la calle y no aquí, en el Ayuntamiento, con la parafernalia del pacto, la oposición y el ruido que tiene la política interna de los partidos. Yo tengo la mano tendida a todos y espero colaboración para buscar esas soluciones. Creo que los de IU somos gente cercana porque queremos arreglar los problemas. Eso es lo que pide la gente. Pagan sus impuestos y quieren que el Ayuntamiento les dé los servicios que reclaman.
Con la calle como estímulo y la guitarra como bálsamo
No es que fuera una niña hiperactiva, pero poco le faltaba. Porque todo le atraía, todo le gustaba, y todo quería conocerlo. "Anda que no me gritaban nada mis padres. Siempre, a todas horas, pero es que yo no paraba", dice la nueva alcaldesa de Sanlúcar mientras recuerda con cariño los años de una infancia que califica de muy feliz.
Nacida en 1973 (ha cumplido 50 años no hace mucho), Carmen Álvarez atesora mucho de una experiencia vital en la que no ha sido de todo, es verdad, pero casi. Y si no, lean, lean.
Nacida en la calle Escuelas del Barrio Alto de Sanlúcar y alumna del colegio Nuestra Señora de la Caridad, Carmen Álvarez empezó destacando en el deporte, tanto en el baloncesto como en el atletismo. En paralelo se inició en una actividad que pasó a ser una de sus pasiones: la música. El violín y la guitarra la llevaron primero a estudiar un grado elemental de música en el conservatorio local y luego un grado medio en Sevilla. Todo ello derivó en que tuviera un grupo de música propio llamado 'Carmen y sus muñecos' en el que hizo de todo, desde tocar el instrumento que fuera necesario hasta cantar y componer.
Entre medias, de jovencita, un trabajo de canguro para sacarse un dinero con el que poder estudiar, para posteriormente convertirse en técnico de Imagen y técnico superior en Realización, Audiovisuales y Espectáculos. Y ello le ha permitido poder ganarse la vida durante más de 20 años en emisoras de televisión de buena parte de la provincia de Cádiz. Hasta llegó a ser fotógrafa de Diario de Cádiz en Sanlúcar, aunque sólo durante unos meses.
Y es que la fotografía también ha sido desde siempre una de sus pasiones. Y puesta a elegir, se queda con cualquier imagen que esté centrada en la naturaleza.
Dice Carmen Álvarez que es una mujer de la calle, que no hay nada que le estimule más que recorrer las diferentes barriadas de su ciudad y hablar con los vecinos para escuchar sus demandas y sus problemas. E intentar buscar soluciones. Eso es lo que viene haciendo en la oposición desde que se estrenó como concejala en 2015. Y ese compromiso social fue, afirma convencida, el que le ha terminado abriendo las puertas de la Alcaldía. "Nos lo hemos currado", dice con contundencia.
Casada pero sin hijos, hija de un militar y afiliada desde hace años al Partido Comunista, Carmen Álvarez, la persona que ha devuelto a IU la Alcaldía de Sanlúcar la friolera de 36 años después, está empezando a descubrir la diferencia tan abismal que hay entre ser oposición y ser gobierno... y también el ajetreo descomunal que conlleva ser la máxima autoridad municipal. Menos mal que para esos momentos de estrés tiene su receta mágica que nunca falla: tocar la batería o hacer sonar su guitarra. Nada de flamenco, aclara. Prefiere centrarse en canciones de cantautor o incluso atreverse con el rock.
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