Vías para la superviviencia

Cádiz/La empresa Concasa no parece dispuesta a dejar en manos de la Autoridad Portuaria de José Luis Blanco su futuro, y ha optado por coger las riendas de la crisis que ha provocado el anuncio, más que asumido, de que MSC podría marcharse de Cádiz.

Mediterranean Shipping Company (MSC) lleva años, desde tiempos de Rafael Barra, según fuentes de gran solvencia dentro de la comunidad portuaria, pidiéndole al puerto de Cádiz un mejor trato en lo que a tarifas se refiere. No tiene por qué ser éste el motivo de esta marcha que Concasa espera lograr frenar poniendo toda la carne en el asador.

Según estas fuentes, MSC recibía mensajes directos desde Huelva, Algeciras, Sevilla e incluso desde Málaga para que dejara este muelle de lado, pero la pasión por Cádiz de su director gerente, almeriense de nacimiento, José Domingo García, hizo siempre lo posible para que MSC permaneciera en Cádiz.

Ahora que cumple 20 años de relación con el puerto gaditano podría tener los días contados. El próximo miércoles, 4 de abril, MSC pondrá en marcha, a través del operador ferroviario Medway, un servicio ferroviario de mercancías entre los puertos de Sevilla y Sines. Se trata de una ruta diaria con una capacidad de más de 100 teus, en un tren de 750 metros (la longitud máxima que permite la normativa europea para el transporte ferroviario de mercancías) por servicio de ida y vuelta.

MSC mantiene dos de las tres rutas que dan vida a la actual terminal de contenedores que gestiona Concasa en Cádiz: una que une Cádiz con Sines, y otras que realiza el trayecto Cádiz-Valencia. La otra ruta que escala en el Muelle Reina Sofía ahora explotado por Concasa llega de la mano de Trasmediterranea, con su buque Volcán de Teneguía, una de la tres conexiones que la naviera recién adquirida por Armas mantiene con Canarias.

Todo apunta a que dos días después de este fatídico 4 de abril podría salir el último barco de MSC desde Cádiz rumbo al puerto luso, e incluso no se descarta que la naviera con sede en Ginebra reflexiones sobre su futuro en la Bahía.

Pero Concasa, que acaba de pagar una grúa de tres millones de euros para la nueva terminal de contenedores que ha ganado en concurso, busca las maneras de frenar esta marcha, que pondría en la picota su proyecto de futuro.

¿Y cómo convencer al gigante de los contenedores cuando su posible marcha obedece a una decisión empresarial casi irremediable?

Concasa le pondrá por delante en una reunión que mantendrán en un par de semanas un puerto más competitivo con tarifas más baratas y con bonificaciones aplicables desde el primer contenedor que mueva y, como no podría ser de otra manera, un tren.

¿Y de dónde se saca ahora Concasa un tren?

El fracaso político que significa que el muelle de La Cabezuela lleve ya 20 años esperando el tren, hace ya casi increíble que pueda ser un remedio a corto plazo. El puerto necesita un tren para ya mismo, con el que Concasa pueda evitar la marcha de MSC y la quiebra técnica del proyecto de la nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz. Ante esta premura se abren varias vías, nunca mejor dicho, aunque la posibilidad que toma más cuerpo parece que es el uso de unos almacenes y una terminal ferroviaria para contenedores (TECO) inaugurada por Álvarez Cascos en el año 2000 y que nunca han tenido uso a pesar de que le costara al Estado 7 millones de euros. Esta estación fantasma podría servir para evitar al puerto de Cádiz su muerte por asfixia.

Esta solución podría servir de manera transitoria mientras que la burocracia avanza con el proyecto del tren de La Cabezuela, ya con presupuesto, pero aún a expensas de un convenio con el Ayuntamiento de Puerto Real y un estudio de Carreteras.

La intención de Concasa es que la conexión entre el Reina Sofía y la estación de Jerez, más conocida como la Ciudad del Transporte se lleve a cabo por carretera, algo no demasiado complicado gracias a la cercanía del segundo puente.

Esta opción no necesita ninguna inversión y podría ponerse en práctica ya mismo.

La terminal ferroviaria cuenta con una zona de almacenamiento de contenedores de unos 11.500 metros cuadrados.