La acusada de asesinar a su marido en Chiclana: "Yo le daba y le daba y le daba mientras le decía: a los niños no me los vas a quitar"

Tribunales Cádiz

La mujer declara ante un jurado que sufría violencia psíquica y física por parte de su esposo. "Le tenía pánico. No sé qué me pasó ese día, algo hizo 'click' en mi cabeza"

La acusada antes de entrar a juicio. / Lourdes De Vicente

Cádiz/"Yo le daba y le daba y le dabamientras le decía: a los niños no me los vas a quitar, ya no vas a sufrir más". Ésta ha sido parte de la declaración ofrecida este viernes por la mujer acusada de asesinar a su marido en Chiclana tras golpearle la cabeza varias veces con un rodillo de amasar. La procesada, que se enfrenta a 20 años de prisión, aseguró que sufrió violencia física y psíquica por parte de su esposo y que el día que sucedieron los hechos "algo hizo 'click'" en su cabeza.

Nada más arrancar la primera sesión del juicio con jurado que se celebra estos días en la Audiencia Provincial de Cádiz, la procesada confesó ser la autora de la muerte de su marido. "He matado al padre de mis hijos, no lo niego. Pero en esa época, ni yo era yo, ni él era él".

La mujer explicó ante un jurado que llevaba 25 años con su pareja, con la que tenía dos hijos en común, uno de ocho años y otro de once. La relación "empezó a torcerse", dijo, "dos o tres años antes" de lo ocurrido. "A él le sobrevino un problema gordo con Hacienda, tenía una deuda económica importante y raíz de eso cambió. Se convirtió en un hombre cerrado, violento... Al principio no me agredía físicamente, pero psicológicamente, sí. No era un monstruo, pero se alteraba mucho conmigo, con su familia y con la mía. Además, en esa época aumentó su consumo de marihuana y hachís".

Según la versión de la acusada, a mediados del mes de septiembre de 2018 la pareja atravesó una profunda crisis que tuvo como desencadenante un mensaje que ella recibió en su móvil. "Me escribió un amigo de Mallorca para decirme que haría por verme si venía a Cádiz. Mi marido quiso leer el mensaje y yo me negué, era parte de mi intimidad. Entonces él me arrancó el móvil de las manos y lo estampó en la piscina de nuestra casa".

A partir de ese incidente, declaró la encausada, se sucedieron varios días de continuas disputas entre ambos. "Yo no le fui infiel y, aún así, me hizo decirle a mis hijos y a mis suegros que lo había sido. Después me obligó a pedirles perdón de rodillas. Me insultó y me pegó con la correa del perro. También me amenazó con quitarme a los niños y con quemar la casa conmigo dentro. Te voy a arruinar la vida, yo la lo tengo todo perdido, me gritaba".

"Fueron días de altos y bajos, tanto para él como para mí. Tan pronto discutíamos como nos reconciliábamos. Queríamos arreglar lo nuestro, sobre todo por los niños", puntualizó la procesada a preguntas de la fiscal. "Pero lo cierto es que a partir del episodio del teléfono, yo le tenía miedo, le tenía pánico", añadió la mujer.

El 26 de septiembre de 2018, prosiguió su declaración, "mantuvimos relaciones sexuales consentidas en nuestro dormitorio, que estaba en la planta de arriba de la vivienda, si bien, poco después, tuvimos otra discusión. Él me advirtió: te he hecho el amor como a una mujer pero ahora te voy a follar como a una puta. Y amenazó con violarme con el rodillo de amasar", un utensilio que "ya estaba en la habitación", precisó la acusada.

"No sé exactamente qué ocurrió entonces. Soy incapaz de ordenar cronológicamente lo sucedido. Mi marido me dijo: ¡puta, vete a trabajar! o ¡puta, vete a ducharte! En ese momento algo hizo 'click' en mi cabeza. Vi el rodillo, lo cogí y no paré de golpearle. Yo le daba y le daba y le daba mientras le decía que a los niños no me los iba a quitar y que ya no iba a sufrir más. Recuerdo que lo tapé, lo abracé e incluso me eché con él en la cama. Dejé de escucharlo. Dejó de moverse. El silencio vino y sentí alivio... realmente no sé lo que sentí", testificó la acusada ante el tribunal popular.

Frente a la versión que sostiene la Fiscalía, la encausada negó que utilizase un cuchillo de cocina para rematar a su marido ni que emplease el rodillo de madera para asfixiarlo después. Negó igualmente que él estuviese dormido durante la agresión.

Después de matarlo, señaló, se duchó y fue a buscar a un vecino, un guardia civil jubilado, para confesar el crimen.

"Yo le tenía pánico a mi marido", insistió. "Pensé en divorciarme, pero si me hubiese ido, él habría venido a buscarme", afirmó la procesada, que se encuentra en prisión provisional por estos hechos desde hace tres años y medio. "No he tomado conciencia de que he sido una víctima de violencia de género hasta que no he recibido asistencia psicológica y psiquiátrica dentro del centro penitenciario. Cuando ingresé, me consideraba un monstruo, me quería pudrir en la cárcel, pero ya no, ahora quiero luchar por mis hijos. Maté a su padre pero no soy una asesina. No tengo esa sangre fría. Yo no planeé matarlo", concluyó.

La vista oral con tribunal popular continuará el próximo lunes en la Audiencia de Cádiz y se prolongará durante toda la semana.

El abogado de la acusada, un diputado de Vox

El abogado que defiende a la mujer acusada de asesinar a su marido en Chiclana es Carlos Zambrano, diputado nacional de Vox en el Congreso. Según ha explicado el propio Zambrano a este periódico, empezó a llevar este caso en 2018, un año antes de alcanzar el puesto de diputado nacional por la provincia de Cádiz.

En su día, solicitó al Congreso la compatibilidad del cargo político con la del ejercicio del Derecho y le fue aceptada, siempre y cuando cumpliese con sus obligaciones parlamentarias y no cobrase de ninguna administración pública.

Precisamente para dar cumplimiento a esas obligaciones, Zambrano acudió este viernes a juicio acompañado por otra letrada de su despacho, que se encargará de sustituirlo cuando tenga que acudir a Madrid.

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