Hay agua para tres años

La resaca 'amable' del temporal deja los pantanos de la provincia al 70% de su capacidad con 1.260 hectómetros cúbicos de líquido almacenado · Bornos y Arcos han desembalsado 150 Hm3 al río

J. Garret / Cádiz

12 de enero 2010 - 01:00

En un lado de la balanza trombas de agua, ríos y arroyos desbordados, avenidas urbanas y explotaciones agrícolas anegadas, achique de lodo y unas fiestas navideñas pasadas por agua para cientos de familias. Y en el otro, acumulada en los pantanos, la resaca amable del temporal, el acopio de hectómetros cúbicos de un bien poco apreciado hasta que falta, aunque su escasez sea frecuente. El agua embalsada en la provincia ha alcanzado los 1.260 hectómetros cúbicos a causa de las extraordinarias precipitaciones del cambio de año. Son 567 hectómetros más que en enero de 2009 (un incremento del 77%), y 300 hectómetros más que la media de los últimos diez años en diciembre (un aumento del 31%).

Es difícil recordar tanta lluvia en tan poco tiempo y en tantos frentes. En apenas tres semanas de borrascas, los pantanos han alejado el fantasma de la sequía que hace sólo unos meses empezaba a planear sobre la región. El nivel de llenado de los ocho embalses del Distrito Hidrográfico Guadalete-Barbate (DHGB) y de los dos del Distrito Mediterráneo supera el 70% de la capacidad total de la provincia, según datos de la Agencia Andaluza del Agua.

El DHGB, orientado a la costa atlántica y cuyos pantanos acumulan la mayor parte de las reservas gaditanas, alcanza el 67% de su capacidad. El día 30 de diciembre estaban en un 57%, y hace un año, en el 35%.

Con estos registros, los embalses se consolidan en situación de "normalidad", el mejor de los estadios en la clasificación de la Agencia Andaluza del Agua, reservado a las cuencas que superan el 50% de su capacidad. Por debajo de ese punto intermedio, los distritos entran en situación de "prealerta"; pasan a "alerta" cuando rebasan el 30%, y se sitúan en situación de "emergencia" al franquear la crítica barrera del 15% de su caudal.

En las condiciones actuales, los embalses están en situación de garantizar el abastecimiento de agua en la provincia durante los próximos tres años, tal y como han calculado las administraciones provincial y regional. "Hemos pasado de una situación casi inminente de emergencia por sequía a disponer de agua embalsada para los próximos tres años", valoró ayer el presidente de la Diputación, Francisco González Cabaña (PSOE).

Los agricultores, que han sufrido cuantiosos daños durante el temporal, ven al menos con optimismo el acopio de agua, que posibilitará varios años de tranquilidad en los regadíos gaditanos. Sus actividades abarcan la mayor parte de la demanda hídrica de la comunidad. Así lo ejemplifica la distribución de usos de la Demarcación Hidrográfica Guadalete-Barbate, la que abastece a la mayor parte de la provincia, y que ahora cuenta con más de 1.100 hectómetros cúbicos de líquido almacenado. Según los datos de la Agencia del Agua, la demanda de este distrito se sitúa en torno a los 345 hectómetros cúbicos anuales. Los usos agrarios abarcan el 72% de la demanda, los urbanos alcanzan el 20%, y, por último, las actividades industriales son responsables del 5% del total.

Con la meteorología ofreciendo aún previsiones de lluvia, el embalse de Guadalcacín, el gigante de la provincia con una capacidad de 802 hectómetros cúbicos, supera los 378 de agua embalsada, el 47% de su capacidad, frente al 17% de principios de 2009. El pantano de Barbate (228), está al 85% con unos 192 hectómetros cúbicos de agua, 50 puntos por encima del mismo momento del año pasado. Un recorrido por los otros ocho embalses de la provincia ofrece los mismos resultados positivos.

Las precipitaciones de las dos últimas semanas han sido de tal intensidad que han sobrepasado la capacidad de algunos embalses pequeños y han obligado a los responsables de la Agencia Andaluza del Agua a abrir compuertas de presas como las de Bornos, Arcos y Los Hurones. Desde el inicio del temporal, Los Hurones ha dejado fluir 109 hectómetros cúbicos que han ido a parar a la cola del Guadalcacín, según datos de la Agencia del Agua. No han sido tan provechosas las maniobras del núcleo Bornos/Arcos, que suma 214 hectómetros cúbicos de capacidad y se ha visto obligado a desembalsar 150 hectómetros cúbicos al flujo del Guadalete: una cantidad equivalente al 11% del agua almacenada en la provincia que ha ido a parar al mar.

Agricultores y vecinos de los barrios rurales jerezanas afectados por las crecidas del Guadalete siguen criticando estos desembalses, aunque la Junta ha reiterado que son precisamente estas operaciones las que han frenado la virulencia del agua. Medio Ambiente sostien que, "sin los embalses como filtros, los daños del temporal serían muy superiores".

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