Los embalses de la provincia están al 58% pese a la caída de las lluvias

Reservas de agua

Las reservas actuales garantizan el consumo para tres años aunque suponen el segundo peor dato de agua embalsada en el mes de julio de la última década

Embalse de Los Hurones / Julio González
Alejandro Martín

07 de julio 2019 - 18:53

La provincia de Cádiz encara el verano con algo más de 1.050 hectómetros cúbicos de agua almacenada, lo que supone el 58% de la capacidad total de los diez embalses gaditanos, según los datos recogidos por la Junta de Andalucía. Estas reservas garantizan el consumo de agua potable al menos para un periodo de tres años, pero es el segundo peor porcentaje de la última década al inicio de julio después de 2017, cuando el volumen embalsado suponía el 51% de la capacidad total a estas alturas del año.

Una vez más, la presa de Guadalcacín se erige como la principal reserva hídrica de la provincia. En estos momentos alberga en torno a 442 hectómetros cúbicos, lo que supone el 55% de su capacidad. A continuación se sitúa el embalse de Zahara-El Gastor, que está al 74% con 166 hectómetros cúbicos. Barbate embalsa 126 hectómetros agua, el 55% de su volumen total. Bornos se cuenta con 86 hectómetros –el 43% de su capacidad– y Los Hurones dispone de 82 hectómetros cúbicos de agua –el 60% de su capacidad–.

Guadarranque y Charco Redondo, los únicos embalses de Cádiz que no pertenecen a la cuenca del Guadalete-Barbate, cuentan con un volumen similar de agua embalsada, 54 hecómetros cúbicos cada uno y ambos se encuentran por encima del 60%. El Celemín, en el término de Benalup, está al 55% con 24 hectómetros.

Asimismo, aunque sólo cuenta con trece hectómetros, Arcos es el embalse que está más lleno en términos porcentuales, al 92% de su capacidad. Esto se debe a que en realidad la presa arcense actúa como contraembalse de Bornos y su nivel se mantiene estable durante todo el año para derivar agua de riego al canal de Tablellina. Por último, la presa de Almodóvar, la más pequeña de la provincia, está por encima del 50% aunque el volumen de agua almacenada es sólo tres hectómetros cúbicos.

Estado de los embalses de la provincia de Cádiz / Miguel Guillén

Por debajo de la media

Todos los embalses salvo los de Arcos y Charco Redondo se encuentran por debajo de la media de agua embalsada en los últimos cinco años en el mes de julio. La situación no es alarmante pero refleja que las lluvias no han sido especialmente abundantes en los últimos meses.

La diferencia entre las precipitaciones acumuladas en los pluviómetros de la provincia de Cádiz en lo que va de año hídrico –que arranca el 1 de octubre– y el anterior oscila entre el 40% y el 50%, según los registros de la Junta de Andalucía. No obstante, hay que tener en cuenta que el periodo hidrológico que acabó el 30 de septiembre de 2018 superó de largo la media histórica, por lo que el déficit no es tan amplio.

Por ejemplo, en Grazalema, el punto más lluvioso de España, se han recogido hasta ahora 1.316 litros por metro cuadrado, frente a los casi 2.300 que se habían registrado a comienzos de julio de 2018. La media de los últimos años hidrológicos se sitúa en 1.668 litros a estas alturas de verano. Es más, en junio no se registró precipitación alguna cuando la media asciende a 24,4 litros por metro cuadrado.

Años favorables

La provincia de Cádiz puede llegar a consumir una media de 300 hectómetros cúbicos al año. Durante el verano, la media mensual se incrementa notablemente, sobre todo en las zonas del litoral donde las poblaciones pueden llegar a triplicarse.

Desde 2009, el nivel de los embalses en esta época del año es particularmente alto, muy lejos de los registros de los primeros años del siglo XXI en los que la sequía golpeó a la provincia. Y aún más lejos del periodo de carestía de la primera mitad de la década de los 90, que provocó que la finalización en 1993 de la presa de Guadalcacín II –que con 800 hectómetros de capacidad es la segunda de Andalucía después del pantano de Iznájar (Córdoba)– , apenas marcara la diferencia hasta que los temporales de finales de 1996 con las severas restricciones a las que se sometió a la provincia durante casi un lustro.

Este embalse ha sido clave para garantizar el suministro en la Bahía de Cádiz, la Costa Noroeste y la campiña de Jerez, al multiplicar por diez la capacidad de la anterior presa de Guadalcacín, que databa de 1922. Guadalcacín recoge los desembalses de la presa de los Hurones, a la que van a parar los flujos que aporta el trasvase Guadiaro-Majaceite que entró en funcionamiento hace veinte años y que puede aportar a la cuenca del Guadalete un máximo de 110 hectómetros cúbicos anuales.

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