Cinco alternativas para la Duna de Valdevaqueros
La mesa de trabajo volverá a analizar las propuestas del informe Losada El Gobierno apuesta por un túnel en la carretera A-2325
Temporal de Levante, problemas en Punta Paloma. La Duna de Valdevaqueros, en Tarifa, ha vuelto a cubrir de arena la única carretera de acceso a las viviendas de la que disponen los vecinos residentes en la aldea, como es habitual con la llegada del fuerte viento, y ha puesto una vez más en el punto de mira la falta de solución a un problema que dura más de una década.
Los vecinos, cansados de la situación, se reunieron el pasado martes con el delegado del Gobierno, Antonio Sanz, el cual les aseguró que convocaría una mesa de trabajo donde estarán presentes todas las administraciones involucradas -Gobierno de España, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Tarifa-, además de la representación vecinal, para poder tratar la situación y así garantizarles una solución definitiva. En esa reunión conjunta, propuesta para la primera semana de septiembre, se volverán a estudiar con el detenimiento que requieren varias de las alternativas planteadas por el catedrático de la Universidad de Granada Miguel Losada hace más de dos años en un estudio encargado por la Junta.
El informe de Losada propone hasta cinco alternativas al problema que afecta a la carretera que comunica con la aldea de Paloma Baja.
Losada señaló en su informe, que si se decidía no hacer frente al problema la carretera quedaría sepultada bajo la arena en cuestión de pocos meses. Además, la duna progresaría ladera arriba tapando la masa forestal y, previsiblemente, se extendería por todo el entorno de Paloma Alta. Continuaría el crecimiento desordenado de las Playas de Valdevaqueros y Los Lances, acompañado del deterioro medioambiental del entorno, especialmente en los años secos. En cambio, los muy húmedos producirían inundaciones debidas al taponamiento de las descargas fluviales y las arroyadas por los arenales.
Esta alternativa se concreta en realizar los trabajos de limpieza intermitentes en el tiempo y no considerar, o hacerlo de forma independiente, los desajustes morfológicos en las playas y la pérdida de calidad de agua. Añade que la estrategia de gestión se puede mejorar con un pequeño coste adicional implementando un plan de seguimiento, control e intervención, que incluya: profesionalización del seguimiento de la duna, realización de previsiones a corto plazo del comportamiento dunar, mejorar los métodos de extracción, e incluso, reperfilar el pie y algunas zonas de la superficie dunar para reducir los efectos topográficos e incrementar la dispersión angular del flujo sedimentario.
Se concreta en dar forma al campo dunar con dos enfoques posibles. En el primer enfoque, se intensificarían los trabajos sobre la forma, la altura y la orientación del campo dunar que en la primera alternativa eran sólo de corrección. En este caso, el objetivo de la reforma sería crear formas dunares de perfil parabólico que minimicen su avance, tal y como se ha observado en otros campos dunares. El experto señaló en su informe que para alcanzar este objetivo es necesario implementar un plan de seguimiento, control e intervención.
El segundo enfoque, la reforma del campo dunar, es más amplio, ya que el objetivo es crear formas dunares de perfil triangular con altura suficiente para minimizar el avance y la movilidad de la arena. Básicamente, sería seguir el modelo de las trincheras iniciado por razones militares, desarrollado y optimizado por los ingenieros de montes en la década de los 70 del siglo pasado. Sería conveniente revegetar las dos dunas y la posible recuperación del pinar sepultado en la actualidad con la correspondiente mejora del ecosistema boscoso del parque.
En este caso, Losada propone la construcción de un falso túnel o de un nuevo trazado de la carretera actual. Los dos resolverían el problema del tráfico rodado a lo largo del año. Se supone que, una vez implementada alguna de estas alternativas, son innecesarios los trabajos actuales de extracción y control. Desde el punto de vista de avance y destrucción del paisaje boscoso, el resultado es el mismo que el de la alternativa de no hacer nada.
La alternativa del túnel debería determinarse con una extensión adecuada (cien metros como mínimo) del mismo, si no el resultado sería trasladar la situación actual al lugar donde se encuentren las dos bocas del túnel. Esta solución fue la que tomó ventaja en la última reunión de los vecinos con el delegado del Gobierno, ya que, aunque sea una de las más costosas, acabaría definitivamente con el problema.
La construcción de un nuevo trazado de la carretera también conllevaría un coste elevado, tanto por la distancia a recorrer como por la topografía y el terreno sobre el que se debe ejecutar.
El catedrático presentó alternativas que, además de controlar el flujo de sedimento hacia la duna, consiguen objetivos como la restauración ambiental del entorno, la adecuación del sistema al calentamiento global y la puesta en práctica de un desarrollo territorial y una restauración que generan economía sostenible y a largo plazo.
Como la playa seca de Valdevaqueros es la fuente de sedimentos que alimenta y mantiene el avance de la duna, sería posible desarrollar alternativas que fomenten zonas reforestadas para controlar la alimentación del flujo de transporte, incrementen la distancia mínima necesaria para la saturación del flujo o desarrollen campos de dunas oblicuos que lleven el sedimento hacia el mar o hacia tierra.
Por otro lado, otra opción sería favorecer y potenciar la circulación de agua a través de la playa entre el mar y el cauce del río Valle y del río Jara.
Con las alternativas propuestas en el informe de Losada, los vecinos esperan que la próxima reunión con las administraciones sea la definitiva para poner punto y final al problema de la duna, que les acompaña desde el año 2000, según recordaron en el último encuentro. Sin desear una alternativa concreta, los habitantes de Paloma solo piden que la elegida no sea un parche más de tantos, que les pueda afectar en un futuro.
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