Visto y Oído
Broncano
Industria naval
2019 será un año para recordar en el astillero de Navantia Cádiz gracias a la buena salud de la actividad de reparaciones. "Estamos ya en cifras de récord en horas de trabajo y facturación", admite el presidente del comité de empresa, José Gallardo, que señala que hasta el momento están confirmadas un total de 37 varadas hasta el año 2022.
La Bahía de Cádiz ha logrado posicionarse como un referente en la reparación de cruceros gracias a sus instalaciones y a la potencia de las empresas auxiliares, que constituyen el pulmón de las reparaciones.
A ello se suma el desvío de carga de trabajo adjudicada inicialmente al astillero de Grand Bahamas, en el que la naviera Royal Caribbean cuenta con el 40% del capital, y que es estratégico para las navieras que operan cruceros en la costa Este de Estados Unidos y el Caribe. Este astillero ha sufrido una importante merma de capacidad tras el accidente que sufrió en abril el crucero Oasis of the Seas, y los graves daños registrados tras el paso del Huracán Dorian.
Precisamente, el Oasis of the Seas saldrá en las próximas horas del dique 4 tras culminar una reforma en la que han participado hasta 6.000 trabajadores, entre tripulantes y operarios, de los que unos 750 pertenecen a empresas de la Bahía. Este proyecto ha supuesto la mayor remodelación realizada hasta el momento en un crucero y ha supuesto para Royal Caribbean una inversión de casi 150 millones de euros. El buque zarpara este sábado para hacer pruebas de navegación con el objetivo de que el 25 de noviembre retome su programa habitual de cruceros desde Florida, a tiempo para la festividad de Acción de Gracias.
Aunque ensombrecida por la envergadura de la varada del Oasis of the Seas, en el astillero de Cádiz se trabaja también en estos momentos en los últimos retoques del Berlín, un crucero que entró en dique la semana pasada y que abandonará el astillero a finales de la semana que viene.
Además, en las próximas horas está prevista la llegada del Windsurf, uno de los pocos cruceros de lujo que navegan a vela y que tiene capacidad para 300 pasajeros. El Windsurf es un viejo conocido pues ya ha pasado varias veces por Cádiz. En esta ocasión, la reparación se prolongará hasta el 27 de noviembre y además de los trabajos habituales de conservación, se sustituirá una de las cámaras frigoríficas de conservación de alimentos.
Para el próximo 14 de noviembre está programada la llegada del crucero Horizon, que pertenece a Pullmantur. Inicialmente, se había previsto que se reparara en el dique seco de Puerto Real, una vez que se marche el Rhapsody of the Seas.Rhapsody of the Seas. Sin embargo, será Cádiz quien asuma una varada breve de apenas seis días.
Las previsiones para 2020 también son positivas, con trabajos de gran envergadura programados en el primer trimestre. El Celebrity Silhouette, un crucero de 313 metros de eslora y capacidad para casi 3.000 pasajeros, llegará a Puerto Real el 11 de enero para una reforma integral de casi un mes. Esta renovación forma parte de un programa en el que Royal Caribbean, matriz de Celebrity, prevé invertir más de 450 millones de euros.
A finales de enero se espera la entrada en el dique 4 de Cádiz del Freedom of the Seas, un buque que pertenece a la generación anterior a la clase Oasis de Royal Caribbean. En este caso, la inversión supera los 100 millones de euros para una varada que se prolongará hasta el 27 de febrero. Entre otras mejoras, se instalarán dos toboganes así como nuevos locales de restauración.
Y a mediados de marzo volverá al mismo dique 4 de Cádiz el Allure of the Seas, crucero gemelo del Oasis of the Seas, y viejo conocido pues ya pasó en 2015 por el astillero de Navantia Cádiz. La reforma será muy similar a la realizada en el Oasis of the Seas, y la inversión de la naviera asciende a casi 150 millones de euros.
El presidente del comité de empresa de Navantia Cádiz, José Gallardo, insiste en que el "único lunar" es que no se consigue llenar de ocupación el astillero en los meses de caída de actividad de la reparación de cruceros. Las navieras concentran sus varadas en los primeros meses del año y en el último trimestre, dejando un vacío en el astillero en el verano y en vísperas de navidad. "Los profesionales se van donde haya continuidad en el trabajo y nosotros hacemos un sprint cuando llega un proyecto. Aquí pasamos del todo a la nada en dos minutos", señala Gallardo, que admite que el reto es lograr una continuidad que permita a la industria auxiliar retener a sus trabajadores.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios