El Archivo Provincial de Cádiz restaura dos documentos únicos de la historia de Ceuta
Se trata del primer padrón de la ciudad y del registro más antiguo de un hospital en la zona
Los libros, de los siglos XVI y XVII, además de haber sido tratados físicamente han sido digitalizados
Un índice para la historia de Cádiz
El Archivo Histórico Provincial de Cádiz ha restaurado dos documentos históricos pertenecientes al Archivo de la Ciudad Autónoma de Ceuta, de los siglos XVI y XVII, uno sobre el primer padrón de la ciudad y el otro el registro más antiguo de un hospital en esta zona.
Según ha informado a EFE el área de Cultura de la ciudad ceutí, se trata de una iniciativa que forma parte de un esfuerzo del Archivo gaditano por preservar el patrimonio y legado documental a través de restauraciones, digitalizaciones y custodia especializada.
Los documentos restaurados han sido el libro de Jorge Seco (1586), considerado uno de los registros más importantes de la historia económica y social de la ciudad ya que enumera a los habitantes que recibían ingresos de la Corona, detallando sus funciones y salarios, y se considera un precursor de los padrones modernos. Además, ofrece una perspectiva única de la administración local durante la incorporación de Ceuta a la Corona de Felipe II.
El segundo documento es el libro del Hospital de San Blas (1662-1682), el registro de hospitalización más antiguo de Ceuta, que documenta la actividad del hospital que operaba bajo la administración de la Santa y Real Casa de la Misericordia. El documento proporciona información valiosa sobre la atención sanitaria, los pacientes atendidos (en su mayoría soldados y personas de bajos recursos) y las condiciones de la salud pública en los siglos XVI y XVII.
La restauración ha sido realizada por Carolina Maqueda Meléndez, que dirige el taller de restauración del Archivo Histórico Provincial de Cádiz, con una duración de entre tres y cuatro meses por cada libro.
El proceso incluye técnicas avanzadas como la limpieza química de tintas, la reparación de encuadernaciones con papel japonés y la rehidratación de cubiertas de pergamino, donde se prioriza no solo la belleza del resultado final, sino también la durabilidad y conservación de los materiales originales.
Además de la restauración física, los documentos han sido digitalizados con alta calidad en color, permitiendo a los investigadores y ciudadanos acceder a ellos de manera remota a través del repositorio digital del Archivo.
Desde el inicio de este programa en 2021, se han restaurado un total de siete libros y otros dos están en proceso, entre ellos la restauración de libros de actas municipales y otros documentos históricos afectados por el deterioro de las tintas del siglo XIX.
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