Armada | Un intenso despliegue de la fragata 'Victoria': "La dotación ha sabido cómo enfrentarse a las amenazas en cada momento"
El comandante del buque de la Armada, recién regresado de la operación Atalanta, resume una misión con varios incidentes y la liberación de un pesquero secuestrado por los piratas
La fragata 'Victoria' vuelve a Rota tras participar en la operación Atalanta
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La fragata VictoriaVictoria regresó recientemente a Rota tras cuatro meses en una misión Atalanta, patrullando el Océano Índico y el Golfo de Adén, donde se ha reflejado la compleja situación existente en la zona de operaciones. El equipo del buque se ha enfrentado a cuatro episodios de piratería, participando en la liberación de un pesquero. Como explica su comandante, el capitán de fragata José María de la Puente Mora-Figueroa, el buque partió "con un grado de alistamiento mayor al habitual, conocedores que el escenario se estaba deteriorando". Aquí, y tras ser relevado por la fragata Canarias, Canarias resume cómo ha sido esta misión, destacando la labor de su dotación, "que ha sabido en cada momento a que nos enfrentábamos y cómo nos teníamos que enfrentar a las distintas amenazas".
-Regresa de una misión muy demandante, ¿pensaba que iba a ser tan intensa cuando salieron de Rota?
-Al salir de Rota el pasado mes de octubre éramos conscientes que la piratería ni mucho menos está erradicada y por eso continua la Operación Atalanta. Ya por aquel entonces, cuando cruzamos a finales de octubre el estrecho de Bab el Mandeb, que separa África y Asia en el extremo sur del mar Rojo, lo hicimos con el grado de alistamiento mayor al habitual conocedores que el escenario se estaba deteriorando y que es uno de los focos calientes del área de operaciones, en el que en el pasado se habían recibido lanzamientos de misiles contra buques.
-¿Cuál fue la situación más complicada que han tenido que afrontar en esta misión su dotación?
-En lo que se refiere a las acciones que el buque realizó no usaría el adjetivo “complicada”, ya que nos preparamos y nos adiestramos de la misma manera que combatimos. El adiestramiento que realizamos son ensayos de las situaciones que nos podemos encontrar y ninguna de las realizadas han salido del amplio espectro en las que nos hemos adiestrado. Le diría incluso que en la mayoría de los casos, las situaciones reales llegan a ser más sencillas que los adiestramientos porque eliminamos todos los factores de simulación, aunque no están exentas de los riegos inherentes a nuestra profesión.
Tuvimos que hacer frente al secuestro del pesquero iraní ALMERAJ-1ALMERAJ-1. Cuando llegamos a la escena de acción aparentemente no había indicios claros de que el buque estuviese pirateado tanto por su comportamiento como por la información que obteníamos con nuestros propios medios. Por ello, en ese momento la decisión para asaltarlo era un tanto peculiar ya que la posible respuesta a la que nos podíamos enfrentar era incierta por lo que hubo que preparar la acción de un modo diferente al habitual. Cuando estaba todo dispuesto y ensayado, horas antes a realizar el asalto, fuentes oficiales confirmaron que el buque había sido pirateado y clarificó la situación existente en ese momento.
En ese momento la fragata Victoria era el único buque que estaba realizando el seguimiento encubierto del pesquero y que además tenía todos las capacidades para poder realizar cualquier acción que el mando decidiera, ya que contábamos a bordo con un equipo de operaciones especiales de Infantería de Marina, medios aéreos embarcados para obtener información y dar apoyo aéreo, unido a las propias capacidades del buque (embarcaciones, armamento, equipo de visita y registro, etc…).
-¿Nos puede explicar el papel que tuvo la fragata?
-Nuestro cometido fue evitar en todo momento que los buques de la zona se aproximaran a dicho pesquero puesto que las intenciones de los piratas, como suele ser habitual, era utilizarlo como buque madre para asaltar mercantes, pequeros o veleros que se aproximasen. En este caso, fuimos capaces de alterar el rumbo de varios buques que iban a pasar por las inmediaciones del ALMERAJ-1 y concretamente un velero español que se dirigía a Maldivas, que fue elegido por los piratas como blanco para asaltarlo. Posteriormente, realizamos una demostración de fuerza disuasoria que pretendía finalizar con un asalto sobre el buque secuestrado, que finalmente no fue autorizado por país dueño del barco para proteger a los tripulantes. Pero la acción misma fue suficiente para que los secuestradores se deshicieran de la parafernalia de piratería, botes para abordar, armas, etc…. y pusieran rumbo a aguas de Somalia, donde liberaron el buque y a su tripulación, que era el objetivo final.
-¿Cuál considera que ha sido el mayor logro de este despliegue?
-El mayor logro individual, operativamente hablando, fue la liberación del ALMERAJ-1 y el haber evitado que piratearan otros buques. Pero creo que en general, fue que la fragata Victoria ha estado presente y participado en todas las acciones que se han producido en el área de operaciones, teniendo en cuenta la inmensidad de la misma y la capacidad de adaptación que hemos tenido. Todo ello unido a que el buque aportó a partir del mes de diciembre las capacidades necesarias para ser buque de mando la operación en la mar, albergando y facilitando los sistemas de mando y control al Estado Mayor multinacional embarcado.
-¿A qué creen que se debe ese resurgir de los ataques de piratería?
-La piratería en esa región del mundo podríamos decir que es una “forma de vida” para los delincuentes. Siempre está ahí, pero gracias principalmente a la operación Atalanta podríamos decir que está contenida pero no erradicada. Es decir, siempre la tienen presente y como una opción de delincuencia, más ahora dentro del contexto geopolítico de la zona.
-Pero la inestabilidad en la zona no ha sido sólo por los piratas, sino que parece que la misión tiene que hacer frente a otras amenazas, ¿no?
-La inestabilidad de la zona ha crecido exponencialmente. La fragata Victoria ha estado integrado única y exclusivamente en la lucha contra la piratería y las misiones no ejecutivas de la Operación Atalanta. Pero eso no quita que el buque haya tenido que transitar por zonas en las que se estaban produciendo ataques de misiles y/o drones a buques mercantes y en algunos casos a buques de guerra de otros países. Las dotaciones de las fragatas están adiestradas para combatir las amenazas aéreas, de superficie, asimétricas o submarinas: es nuestra razón de ser. El enfrentarse a estas amenazas forma parte de nuestra profesión y nuestra propia idiosincrasia. Dedicamos muchos años de nuestra carrera a la preparación para llevar a cabo las misiones que se nos encomienden.
-Además de estas intervenciones, ¿no sé si las labores de vigilancia o la alerta se ha incrementado durante el resto del despliegue?
-Además de los cometidos asignados dentro de la Operación Atalanta, las labores de vigilancia o de alerta, como las denomina, se ha incrementado ya que estas amenazas que citábamos se están produciendo dentro del área de operaciones de la Operación Atalanta. Es decir, el hecho de transitar por zonas donde se están produciendo ataques de misiles o drones (sur del Mar Rojo y Golfo de Adén desde mediados del mes de enero) hace que el grado de alistamiento del buque sea mucho mayor, llegando a ser máximo al transitar por determinadas zonas. La fragata Victoria siempre ha estado alistado para enfrentarse a estas amenazas.
-Después de estos meses intensos, ¿cuál es el balance que hace del trabajo realizado?
-Que le voy a contar como comandante de la fragata Victoria. El rendimiento del buque y la profesionalidad de la dotación y todo el personal de fuerza embarcada (Operaciones Especiales y equipo de seguridad operativo de IM, miembros de las diferentes unidades aéreas embarcadas) ha sido extraordinario y excelente. Primero, por cómo ha sido la adaptación a la evolución del entorno y del escenario. Segundo, la profesionalidad de la dotación a la hora de ejecutar las acciones tácticas que se han llevado a cabo. El personal ha demostrado y ejercido su profesión sin dudas y con alcanzando resultados objetivos excelentes, sabiendo en cada momento a que nos enfrentábamos y como nos teníamos que enfrentar a las distintas amenazas. Y tercero, el rendimiento del buque funcionando al 100% de sus capacidades desde el primer día hasta el último, sin limitaciones operativas. Un barco con más de 36 años, que ha mantenido casi 5 meses todas sus áreas de capacidad operativas: Energía y Propulsión, Sistema de Combate, Maniobra y Navegación, Comunicaciones e incluso de habitabilidad y aprovisionamiento (cocina, lavandería), que permitió mantener unas excelentes condiciones de calidad y vida a bordo; ha funcionado todo a la perfección.
Además, este excelente rendimiento repercute muchísimo a la motivación de la dotación para continuar trabajando en el mantenimiento diario de sus capacidades y para dar la respuesta operativa a todas las diferentes acciones a las que nos hemos tenido que enfrentar. Sin duda, esto es consecuencia de muchas horas de trabajo no solo de la dotación, sino de la 41ª Escuadrilla de escoltas, de la Flota con su trabajo de preparación y adiestramiento, del Centro de Evaluación para el Combate que nos exige para estar listos y tranquilos para enfrentarnos a cualquier amenaza, de la unidades de apoyo a la Fuerza de la Armada (Jefatura de Mantenimiento, Servicio de Aprovisionamiento y la Intendencia de la Bahía de Cádiz) y un largo etcétera de unidades de la Armada que hace posible el excelente rendimiento de un barco “vintage”, como a mí me gusta llamarla, con es la fragata Victoria, sin olvidar a nuestra Patrona la Virgen del Carmen que nos protege a diario. Este demuestra este tipo de plataforma es un barco fiable e ideal para la Operación Atalanta.
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