Armada: La fragata 'Victoria' sale en busca de un barco secuestrado en el Mar Arábigo

La fragata Victoria, desplegada ahora en la operación Atalanta. / Armada

15 de diciembre 2023 - 17:51

La fragata Victoria, con base en Rota y desplegada en la operación Atalanta contra la piratería en el Índico, se ha activado para el rescate de un buque que ha sido secuestrado en la zona de operaciones. La alerta se recibió este jueves en el cuartel de la Base naval de Rota, desde donde se dirige la misión, y se ordenó al barco de la Armada que se acerque a la zona rápidamente para evaluar futuras acciones.

Según han informado de la Fuerza Naval de la Unión Europea (EUNAVFOR), este jueves se recibió el aviso del supuesto secuestro de un buque mercante de bandera maltesa RUEN, que se encontraba en el Mar Arábigo, a unas 500 millas náuticas al este de la isla de Socotra, en el noroeste del Océano Índico.

El gobierno búlgaro ha confirmado posteriormente que se trata de un barco con 18 tripulantes de Bulgaria, Myanmar y Angola y que pertenece a la compañía estatal búlgara Navibulgar, sin que se sepa a ciencia cierta qué grupo secuestró la embarcación, si han sido piratas o se trata de un grupo de rebeldes hutíes, una milicia cercana a Irán que controla la costa occidental de Yemen y han atacado en las últimas semanas varios buques de carga. Fuentes del Ministerio de Exteriores informaron a EFE de que no se ha podido establecer contacto con la tripulación del barco secuestrado ya que los teléfonos satelitales están desconectados.

"La situación está siendo monitoreada y evaluada de cerca junto con el personal de Atalanta, socios de seguridad marítima y fuerzas marítimas combinadas", han añadido desde Atalanta, mientras que la fragata va a toda máquina a la zona "para recabar mayor información y evaluar futuras acciones, en

coordinación con los socios".

Segunda acción en su despliegue

Este es el segundo incidente al que se tiene que enfrentar la Victoria durante la misión, después de que interviniera el pasado 22 de noviembre en un seguimiento del pesquero iraní Al-Meraj 1 por otra supuesta alarma de piratas. Su actuacion permitió "a las fuerzas policiales somalíes actuar sobre los sospechosos y liberar a la tripulación al pesquero sin bajas", tal y como confirmó el comandante de Atalanta, el vicealmirante Ignacio Villanueva Serrano, en una entrevista a este medio.

La fragata gaditana relevó el pasado 22 de septiembre a la Navarra en la operación Atalanta, que lleva quince años dando protección a buques mercantes, entre ellos del Programa Mundial de Alimentos, que transitan entre los diferentes puertos de Somalia, Kenia o Sudán, a los que atacan los piratas para exigirles después un rescate o robarles.

EUNAVFOR, apuntan ahora, permanece atenta a este y otros acontecimientos recientes relacionados con la piratería en el Área de Operaciones, el Océano Índico Noroccidental y el Mar Rojo, y alientan al registro en el Centro de Seguridad Marítima - Registro Voluntario del Cuerno de África para garantizar el seguimiento y la respuesta más eficaces por parte de ATALANTA, Fuerzas Armadas, y sus socios en la lucha contra las amenazas a la seguridad marítima. Aunque la situación, gracias a la operación, lleva tiempo controlada los últimos incidentes muestran que no está erradicada.

Discreción en la operación

Desde el gobierno de Bulgaría aseguran que todavía no se ha identificado a los atacantes, y se desconoce si son rebeldes hutíes o piratas. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Bulgaria ha formado un equipo especial para abordar la crisis y ha informado a sus socios de la situación.

Los rebeldes hutíes, una milicia cercana a Irán que controla la costa occidental de Yemen, han atacado en las últimas semanas varios buques de carga y han advertido a las embarcaciones que eviten dirigirse a Israel.

El primer ministro búlgaro, Nikolay Denkov, en unas declaraciones desde Bruselas, indicó que se necesitaba discreción para llevar a cabo negociaciones. "Normalmente en tales casos es necesario que haya más silencio para que se lleven a cabo las negociaciones, todavía hay cierta incertidumbre sobre cómo se desarrollarán las cosas en los próximos días", declaró a la prensa.

La compañía Navibulgar aseguró en un comunicado que "hay motivos para creer que actualmente no existe ninguna amenaza inmediata para la tripulación", con cuyos familiares ya se han puesto en contacto. "La falta de información hace pensar que se trata de un ataque de piratería. Si hay motivos políticos, las exigencias se anuncian inmediatamente. En los ataques de piratería, las cosas se desarrollan más lentamente y siempre de forma confidencial", declaró a la televisión Nova el capitán Dimitar Dimitrov, presidente de la Confederación Europea de Asociaciones de Capitanes de Mar.

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