Armada: El emotivo regreso a Rota de la fragata que rescató a 162 personas en Sudán
La Base vive una mañana calurosa entre los más de 200 reencuentros familiares del buque 'Reina Sofía', que vuelve tras cuatro meses y medio en la misión Atalanta y una operación especial en Sudán
Fotogalería: Imágenes de la vuelta de la fragata Reina Sofía
Rota/La cara de tres niñas pequeñas, que han esperado pacientes en primera fila la llegada de la fragata Reina Sofía en la Base de Rota, cambia cuando la dotación empieza a bajar al muelle. Es el momento, por fin van a poder ver a sus papás, los capitanes Laura Cabeza y Pablo Torres, que han estado de misión. Laura, enfermera del buque, contaba que navegar juntos ha sido una experiencia "muy buena" pero no puede aguantar la emoción de reencontrarse con ellas y unirse los cinco en un abrazo, unidos a los abuelos que han cuidado de las niñas en este tiempo. "Qué ganas tenía", resume entre lágrimas.
Ese emotivo instante se mezclaba con otros 200 reencuentros, cada uno con su historia. Como la de otra niña rubia, con una gran gorra roja, que esperaba a su madre junto a sus abuelos de Medina y su padre de El Puerto. "Yo soy también militar y en nueve meses sólo he coincidido con mi mujer, Sara, dos días en Grecia, cuando nos relevamos", relataba Dani, que volvió de la operación Atalanta en la fragata Santa María justo antes de que Sara se fuera a su primera operación de la que hoy regresaba.
También lo era para el portuense Héctor. Su mujer Vicky, con la que se casó poco antes, expresaba que había sido "complicado" al principio. "Pero al menos poder hablar con él todos los días, o un mensajito de estos bien" facilitaba mucho las cosas.
Y para Marta, o Martuky como rezaba en una de las pancartas, cuya familia -hasta 12 habían venido a la Base- hacían la ola y dedicaban cánticos a esta joven militar gaditana de 21 años, cocinera del barco. "Se me ha hecho una eternidad", decía su madre.
Poco después de la once de la mañana la proa de la Reina Sofía asomaba por la base roteña, llenando de alegría a los amigos y familiares que aguantaban el calor de este jueves. Paraguas, sombrillas y las bebidas ofrecidas en una carpa, servían para sobrellevar mejor las altas temperaturas. Lorena, Irene, Carlitos, Juan García, Jony, John -"tu alegría contagia a todos"-, Pablo Vega, Iván- "te hemos echado mucho de menos"- , Nicolás, Iván, Manuel, Pedro, Pereña, y muchos mamis y papis copaban los numerosos mensajes de las pancartas hechas con cariño para la ocasión
La operación especial de rescate en Sudán
Ya sobre las doce menos diez el Almirante de la Flota, Eugenio Díaz del Río, le dedicada unas palabras a los hombres y mujeres que habían cumplido la misión. "No os quito mucho tiempo que merecéis estar con ellos", decía el almirante a los más de 200 militares. Sólo le animaba a "seguir luchando por la Armada y España para seguir siendo una Armada de prestigio y en la que se puede confiar", apuntaba.
Y es que la misión no sólo ha sido la ya habitual antipiratería y vigilancia marítima en el Índico. "Habéis combinado la misión de seguridad marítima del barco con un rescate, trasladando a gente a lugar seguro". La fragata, a manos del capitán de fragata Juan José Belizón Izquierdo, intervino en la evacuación de 162 personas en Sudán al iniciarse la crisis en la zona. "Son momentos que te llenan el corazón, había muchos niños y querían salir de allí y fue muy satisfactorio", recordaban Laura y Antonio sobre esta importante operación.
El 4 de mayo, el buque entró en Port Sudan y el equipo de Force Protection del mismo dispuso todos los medios de vigilancia y armamento necesarios para garantizar su seguridad. Durante la estancia en puerto este equipo se mantuvo activado para dar cobertura al personal evacuado durante su extracción y embarque.
El 5 de mayo se materializó la evacuación desde el hotel, que hacia función de punto de reunión del personal civil que iba a ser trasladado, hasta la fragata. Ya a bordo, y tras el proceso de identificación y triaje se les ofreció asistencia sanitaria, se corroboró su documentación y se cubrieron todas sus necesidades de acomodo a bordo. En la tarde del mismo día el buque se hizo a la mar, navegando en
demanda del puerto de Yeda a alta velocidad, aprovechando al máximo las capacidades de la plataforma, para desembarcar al personal evacuado, 162 personas, en cuestión de horas y facilitar la llegada a su destino lo antes posible.
"Ha sido una misión diferente, pero muy gratificante", concluía recién llegada la marinera Ana María Soto. Con 19 años ya en la Armada, había perdido el número de misiones que tenía a sus espaldas. "Pero ha sido muy bonita, una más para el recuerdo".
Equipo en la fragata
Durante su despliegue como buque de mando de la Operación Atalanta la fragata, al mando del CF Juan José Belizón Izquierdo, además de sus propias capacidades, ha contado con:
- Una Unidad Aérea Embarcada compuesta por un helicóptero AB212 de la Tercera Escuadrilla que permite el transporte táctico de tropas, apoyo de fuego y evacuación médica en caso necesario; y un UAV ScanEagle de la Undécima Escuadrilla, que permite la identificación, vigilancia y reconocimiento de objetivos de interés y apoyo a las unidades de Operaciones Especiales.
- Una Unidad Táctica de Operaciones Especiales en el Ámbito Marítimo, de la Fuerza de Guerra Naval Especial, capacitada para realizar cometidos de Operaciones Especiales, tanto los principales de Acción Directa, Reconocimiento y Vigilancia Especial y Asistencia militar, como los adicionales de extracción de personal no combatiente de zonas en conflicto (Operación NEO, por sus siglas en inglés) o Rescate de Rehenes
- Formación Sanitaria de Tratamiento ROLE 2F, con capacidad quirúrgica para cirugía de control de daños. Estas capacidades, junto con el elevado grado de adiestramiento de la dotación, permitieron atender con éxito una situación de crisis no contemplada en los planeamientos ordinarios de la misión, mostrando, una vez más, la autonomía y la capacidad de respuesta inmediata de las unidades de la Armada.
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