Arrestan a un alférez de navío de la fragata ‘Victoria’ por acoso sexual

Un alférez de navío de la fragata Victoria ha sido desembarcado a otra unidad y puesto en arresto domiciliario después de que una marinera que estaba a sus órdenes denunciara que le había obligado a darle un beso y le había mordido en el cuello. Además, otras dos marineras manifestaron que este mismo oficial las había acosado con mensajes en los que intentaba quedar “para algo más que trabajar”.

Los hechos han tenido lugar durante el ejercicio naval Dynamic Mariner/Flotex 25, que reúne en aguas del Golfo a unos 4.000 militares de 9 países aliados hasta el 4 de abril y en el que participa la Armada Española con varios buques, entre ellos la propia fragata Victoria.

Al tener conocimiento de estos hechos, el comandante de la fragata decretó el desembarco del oficial, recién salido de la academia, y su arresto domiciliario, pudiendo salir solo para acudir a su nuevo puesto de trabajo.

Además, puso el caso en conocimiento del jefe de la Flota, quien a su vez ha iniciado el procedimiento para que sea un tribunal militar el que se encargue de investigar los hechos denunciados y condenar, si así procediera, al alférez de navío.

Las tres marineras implicadas han dado su versión de los hechos, que ha encontrado el apoyo de otras compañeras en lo que parece una conducta impropia de un superior. Una de ellas ya ha sido destinada en otro buque, mientras que las otras dos también han sido desembarcadas de la Victoria y están a la espera de que se les asigne un nuevo destino.

Según ha podido saber este medio, la familia de una de las afectadas está dando los pasos necesarios para llevar los hechos a la justicia ordinaria y tratar de que el presunto acosador sea juzgado por un tribunal civil.

En diferentes chats de personal de la Armada (Ciudadanos de uniforme, Rajadas tácticas y otros chats de Telegram) se ha criticado no sólo el presunto acoso sino el hecho de que a las denunciantes se les haya intentado hacer ver que no son más que “chiquilladas”.

No es la primera vez que se da una situación de acoso en un buques de la Armada por parte de un superior, pese a que la vigilancia hacia conductas de este tipo es constante.