La autopista que logró unir a las instituciones de la provincia de Cádiz

Entidades públicas y privadas reclaman la mejora de la conexión con Sevilla, en un caso que no se repite con otros problemas

Nacional IV: la carretera fantasma

Una imagen de la autopista.
Una imagen de la autopista. / D.C.

Cuando el cementerio de Cádiz capital entró en colapso, el Ayuntamiento pidió ayuda a otros municipios del entorno con suelo más que suficiente, como el caso de Puerto Real, para levantar un camposanto unificado con el de la capital.

La respuesta siempre fue negativa, hasta que con Chiclana se logró un acuerdo para constituir el cementerio mancomunado de la Bahía, en buena parte financiado por la capital, y al que luego se le fueron uniendo otros municipios.

La falta de unidad entre las ciudades de la Bahía, y aquí incluimos también a Jerez, ha sido una norma de conducta ya histórica en nuestra provincia cuando se han planteado problemas que, de manera unitaria, hubieran tenido una solución más rápida.

El fracaso de la Mancomunidad de la Bahía es uno de los grandes fiascos de la clase política gaditana, frente al avance unido de otras provincias de la región, con instituciones que trabajan de forma coordinada sin atender al color político de cada una de ellas.

En esta ausencia de diálogo surge como un oasis la necesidad de mejorar la conexión por carretera entre Cádiz y Sevilla.

La autopista, una de las primeras que se construyeron en España impulsada por el desarrollo portuario de la Bahía, ya había logrado un acuerdo común a la hora de reclamar el final del peaje que había que pagar por su utilización, aunque en este caso la demanda venía impulsado más por quien en ese momento estuviese en la oposición.

La eliminación de los dos peajes eliminación de los dos peajesen los últimos años y la no conclusión de la duplicación de la carretera nacional, ha llenado cada día la AP-4 de cientos de camiones, muchos de gran tonelaje, que han acabado por colapsar la vía en determinados días y horas del año y, sobre todo, por deteriorar de forma alarmante el firme, hasta hacer peligrosa la circulación en varios tramos.

Esta precariedad es la que ha logrado unir a todos los partidos políticos, en la oposición o en el gobierno; a todos los municipios directamente beneficiados por la cercanía de esta autopista; y a otras entidades privadas que tienen intereses económicos por el uso de la carretera.

Así que ni cementerio, ni el uso del agua, ni el consumo de energía, ni el transporte ferroviario, ni el marítimo, ni las programaciones culturales y festivas, ni el mantenimiento de las playas, ni la promoción turística. Ha sido la autopista la que ha unido a esta parte de la provincia en una exigencia única ante el gobierno: que se solucione ya el problema del colapso de la AP-4.

La Diputación Provincial y la Confederación de Empresarios han liderado este proceso. Y además lo han hecho coordinados en la reclamación con sus homónimos de Sevilla: la Diputación hispalense y los empresarios de la provincia vecina.

Un acuerdo unido y, sin exageración, histórico, que ha ido de la mano con otras entidades como el Colegio de Economista y el Colegio de Ingenieros de Caminos.

Todos coinciden en reclamar soluciones inmediatas aportando un dato: en los días de mayor densidad de tráfico y mayor acumulación de grandes camiones, lo que antes se tardaba en recorrer 45 minutos ahora se puede hasta duplicar en tiempo

El pasado mes de noviembre, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, indicó durante una visita en Jerez que su departamento presentaría "en breve" el proyecto de mejora de la autopista Cádiz-Sevilla.

En aquel momento dijo que este "proyecto integral dará satisfacción y respuesta" al incremento del tráfico en esta vía como consecuencia de la supresión del peaje.

"Debemos actuar con rigor y de manera ordenada, pero no se descarta nada en relación a las opciones planteadas para aliviar el elevado volumen de circulación que registra la autovía", sostuvo en el acto en Jerez.

El Ministerio de Movilidad reconoció entonces ser “consciente” de que, tras la liberalización del peaje en la AP-4, se ha producido un aumento considerable de tráfico en la vía, de ahí, la necesidad de un estudio que determine "dónde, cuándo y cómo empezarán las obras", y ello, con una "mirada más amplia".

Pasado ya un trimestre desde el compromiso de contar con un estudio "en breve" sobre el futuro de la autopista, fuentes de las administraciones implicadas en esta reclamación colectiva, consideran que la solución será la construcción de un tercer carril que aumente la capacidad de esta vía.

Por lo pronto, la reunión del Gobierno con los empresarios, que estaba prevista en febrero, se ha aplazado a este mes de marzo.

Lleno absoluto en los fines de semana del verano

El pico más alto de ocupación de la autopista de Cádiz a Sevilla se da en los fines de semana de verano, y en especial los domingos de julio y agosto cuando casi se pone el cartel de “lleno” con el retorno a casa de los hispalenses que han pasado el fin de semana en las playas gaditanas. Así, la media en julio pasado fue de 32.686 coches en sentido Sevilla, manteniéndose siempre por encima de los 30.000 en las jornadas dominicales del estío del año pasado.

Frente a ello, se mantiene el descenso en el uso de la N-IV desde que se eliminó el peaje para el uso de la AP-4, con un bajón que llega a solo 381 coches en el peor día del año.

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