Balance turístico de 2024: el año en el que se acrecienta el debate sobre el modelo que quiere Cádiz

Plataformas vecinales y de propietarios de viviendas de uso turístico nacen para defender posturas enfrentadas

En Conil y Tarifa la oferta de camas es superior a la población residente

¿Sobran turistas en Cádiz o es exagerado decir que la ciudad sufre la turistificación?

Uno de los carteles reivindicativos que se pueden ver en el centro de Cádiz contra las viviendas de uso turístico
Uno de los carteles reivindicativos que se pueden ver en el centro de Cádiz contra las viviendas de uso turístico / Julio González
Jesús Guerrero

31 de diciembre 2024 - 07:00

El sector turístico gaditano continúa su tendencia al alza y este 2024 ha vivido un año con cifras en positivo. La última previsión publicada por la Consejería de Turismo anunciaba una subida por encima del 4% con respecto al año anterior en cuanto a estancias hoteleras en la provincia, arrojando unos datos que se acercarían a los ocho millones y medio de noches de hotel para cerrar este 2024.

Sin embargo, más allá del éxito que supone para el sector y para la economía gaditana que se mantenga un rumbo de crecimiento sostenido, el año que ahora acaba ha dejado una intensificación del debate sobre el modelo turístico y la sostenibilidad de parte de su oferta con la convivencia vecinal y sus consecuencias.

La limitación a las Viviendas para usos turísticos (VUT)

La reciente creación en la capital gaditana de la plataforma Cádiz Convive con el fin de hacer frente a los discursos de turismofobia es un claro reflejo de que el debate sobre el modelo turístico está en plena efervescencia. Una controversia que ha arrojado a la calle a numerosos vecinos para pedir una normativa para el sector más sostenible con el día a día de los residentes y que ha intensificado la importancia en la agenda política con el tema de las limitaciones de las viviendas con fines turísticos en la diana.

La mencionada plataforma reúne como colectivo a una decena de empresas gaditanas y algunos particulares que gestionan un tercio de las viviendas para usos turísticos (VUT) con las que cuenta Cádiz. Concretamente, se encargan de 568 viviendas de las 1.645 que se encuentran activas en la capital, según el INE, aunque el registro de la Junta de Andalucía llega hasta las 2.420 viviendas inscritas como de uso turístico.

Cádiz Convive tira de datos para desmentir que la despoblación gaditana se deba a la proliferación de las viviendas de uso turístico como nuevo modelo boyante en el sector y apela a la creación de puestos de trabajo (391 empleos directos es lo que generan los 1.645 inmuebles turísticos) y al impacto económico que producen en la ciudad (34,8 millones de euros directos y otros 85 de modo indirecto por los 285.000 turistas al año que albergan).

También extrapola el análisis del origen de las viviendas que gestionan para negar que las VUT quiten tanta capacidad de residencia habitual como le atribuyen. De este modo, defienden que solo han ‘robado’ un 8% de viviendas a residentes gaditanos, ya que el resto de casas se dedicarían a otros fines si no fuera al turístico y pone el foco en que las 1.645 VUT son solo una parte poco importante de las viviendas no residenciales. Según la plataforma, el INE refleja que existen 10.408 viviendas que no se usan para residencia habitual en la capital (un 18% del parque), de las que solo 1.645 se deben al sector turístico, por lo que hay otras 8.763 para poner en la diana (5.500 vacías y 3.263 dedicadas a segunda residencia, usos profesionales y alquileres de temporada que también suelen tener un uso turístico estacionalmente)

Estos argumentos que esgrimen los propietarios de las viviendas de uso turístico y las empresas que las gestionan intentan compensar las críticas que por otro lado reciben desde determinados colectivos vecinales. Son numerosos los gaditanos que viven en régimen de alquiler que en los últimos años han visto como les han subido en un importante porcentaje el importe de su arrendamiento o directamente les han empujado a abandonar la vivienda para cambiarla del uso residencial al turístico al poderle sacarle más rentabilidad a esta posibilidad.

Así lo denuncia la plataforma Cádiz Resiste, contraria al modelo turístico basado en las VUT y los apartamentos turísticos por la merma que supone en la oferta residencial para los habitantes de la ciudad, el encarecimiento de los pisos tanto de venta como de alquiler, así como la tendente turistificación que despuebla el centro histórico y le resta identidad en favor de una estandarización comercial y hostelera dedicada al visitante porque solo puedan ofertarla las grandes cadenas capaces de afrontar unos costes al alza.

El pasado 9 de noviembre, diferentes plataformas vecinales similares a la de Cádiz Resiste que han ido apareciendo por las ciudades turísticas, se unieron en un grito unánime contra este modelo. La capital malagueña congregó a 5.000 personas en su protesta, en Sevilla superaron las 2.000 y en la capital gaditana pudieron rondar el millar, aunque los organizadores hablan del doble. Muchos colectivos de la ciudad salieron a la calle junto a cientos de vecinos para recorrer el casco histórico gaditano solicitando un plan a las administraciones que eviten la proliferación descontrolada de las VUT y sus consecuencias.

Los ayuntamientos han pasado a plantearse seriamente qué hacer ante este modelo que, efectivamente, está provocando incidencias en la convivencia vecinal y en el modelo de ciudad. Si el equipo de gobierno anterior comenzó con las restricciones, este ha continuado esa línea reguladora y ha comenzado a revocar licencias a determinadas viviendas turísticas que no cumplían con la normativa. En el pleno de diciembre acaban de aprobar que estas viviendas pasarán a pagar el recibo del agua dentro de la tarifa comercial-industrial, que es más cara, y anuncian que el mes de enero llega con la firma con la Consejería de Turismo de la Junta del convenio para el control y coordinación avanzada para las VUT que ya la Administración autonómica ha sellado con otros consistorios como el de Sevilla.

Una pareja disfruta de las instalaciones hoteleras que oferta Cádiz
Una pareja disfruta de las instalaciones hoteleras que oferta Cádiz / Julio González

No hace tanto tiempo que las administraciones tiraban la patata caliente hacia el tejado más pequeño. Así el Gobierno central remitía la regulación de este modelo turístico a las comunidades autónomas y estas a los propios municipios, que solicitaban una normativa superior para afrontar el problema. Solo en Cataluña se atrevieron a regularlo. Sin embargo, el paso del tiempo ha hecho que la problemática vaya ganando terreno en las agendas políticas, que no sean pocos los ayuntamientos que han comenzado a limitar la proliferación de VUT y que la propia Junta así como el Gobierno central hayan anunciado recientemente futuras regulaciones para ponerle coto.

La presión turística

Efectivamente la capital gaditana siente una importante presión turística, especialmente los días que coinciden varios cruceros en su puerto en el que pueden desembarcar cerca de 10.000 personas, que se sumarían a las 15.000 camas de las que consta su oferta turística (algo más de 5.400 de plazas hoteleras y apartamentos turísticos, más las casi 10.000 plazas que suponen las VUT). Con estas circunstancias, todas las plazas ocupadas y tres cruceros atracados, en Cádiz habría un turista por cada cuatro residentes en la ciudad.

En Algeciras, una ciudad un poco más poblada y con mucho menor peso turístico, con las 2.794 plazas que oferta para el turismo ocupadas habría un turista por cada 44 algecireños.

Sin embargo las cifras que arroja la capital no son las más llamativas en la provincia. En municipios costeros como Barbate o Rota las cuentas dan dos residentes por cada turista, en el primer caso por el peso en la oferta turística de los campings (3.000 plazas) y en el segundo por las VUT (1.036 casas registradas en la Junta).

Un porcentaje similar se da en Chiclana, de mucho mayor tamaño y con una oferta hotelera también bastante más amplia (11.590 plazas), que sumadas a camping, apartamentos turísticos, casa rural, VUT y VUT rural suman una oferta de 31.007 plazas, por los 89.794 habitantes registrados en el último dato del INE.

Pero el podio en la provincia en cuanto a presión turística lo copan Benaocaz, Tarifa y Conil si tenemos en cuanto su oferta. En el caso de Benaocaz, este pueblo serrano de poco más de 700 habitantes, registra una oferta de VUTrural que casi alcanza las 400 plazas, que sumadas al resto de oferta hotelera llega a las 678 camas disponibles, según la Junta de Andalucía. Esto supone que casi se iguale al número de habitantes de la población en caso de una ocupación completa de su oferta.

Tarifa y Conil dan un giro de tuerca más y cuentan con más camas disponibles para el turismo que vecinos. En Conil habría un turista y medio por vecino si se llenaran las 34.592 plazas que oferta, de las que casi 20.000 las copan las VUT y VUT rural según el registro de la Junta (3.473 inmuebles están registrados como turísticos). La población de Conil se limita a 23.996. Esta cifra también se vería superada por la oferta turística de Tarifa, que alcanza las 25.060 plazas, cuando su población se restringe a 18.664 personas.

Al cierre de 2024, la provincia de Cádiz cuenta con 1.254.291 residentes, mientras que las plazas turísticas alcanzan las 218.755 camas, lo que da una media de cinco turistas por cada gaditano en caso de ocupación total.

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