Con su bebé a cuestas

Una asociación apoya los beneficios de usar los portabebés tradicionales como forma de establecer mayores vínculos y dar más seguridad y comodidad a madre y a hijo

Vanessa y Mari Ángeles portan a sus dos pequeños en dos portabebés tradicionales.
Vanessa y Mari Ángeles portan a sus dos pequeños en dos portabebés tradicionales.
Alicia Ruiz/ Cádiz

30 de mayo 2010 - 05:01

No es habitual en la provincia. Pocas madres gaditanas se atreven a llevar a sus hijos a cuestas, entendiendo por esto llevarlos en un portabebé, en su pecho, como lo hacen los canguros. Sin embargo, hay un grupo que está dispuesto a cambiarlo. La Red Canguro, una asociación nacional sin ánimo de lucro, cuenta ya con algunas colaboradoras en la provincia que defienden las ventajas de portar de esta forma, habitual en otras culturas, a sus pequeños. Es su alternativa. Aseguran que se gana en comodidad para ellas y en seguridad y mejor desarrollo para ellos. Y, sobre todo, establece un vínculo mayor entre ambos.

La chiclanera Vanessa Morales es quizás la pionera. No son pocos los talleres que desde hace dos años imparte en distintos centros de salud con la colaboración del grupo Regazo. En Chiclana, en Jerez o en Puerto Real. Las propias matronas son las que le invitan a dar sus explicaciones a mujeres embarazadas y a los futuros padres dentro de las clases de preparación al parto. Mantiene que, aunque todavía sea un movimiento minoritario, el interés va a más. La razón: "Casi todo el mundo que lo descubre se decide a probarlo".

Para Mari Ángeles Visuara, otra madre de San Fernando, ha sido la solución. "Este descubrimiento me ha solucionado muchas cosas, para dar el pecho, porque tienes las manos libres o por el ahorro", cuenta la isleña con su pequeño Miguel, cómo no, a cuestas.

¿Y cuáles son los beneficios de esta forma alternativa de portar a los bebés? "A mí en principio me atrajo la idea de tener a mis hijos muy cerquita. Lo descubrí buscando información sobre lactancia y ya con mi segundo hijo ni me he comprado carrito, aunque puede ser un complemento", contesta Vanessa. Y es que "me da facilidad para dar el pecho, no tengo que ir salvando barreras con el carro, tengo las manos libres para hacer otras cosas y lo mejor, mira cómo está él, dormido, tranquilo, a gusto", explica señalando a su pequeño de dos meses apoyado en su pecho con un fular.

Sí, un fular, pero no uno cualquiera. Así es como se llama la tela larga de cuatro metros de largo en la que se apoya el niño. Se pueden encontrar de bandolera, pouch, mei tai, mochilas ergonómicas. Todo vale mientras que mantenga la posición adecuada del niño, no como las mochilas comerciales. Su precio puede ser otra ventaja, desde 20 a 120 euros, y en diferentes páginas de internet se encuentran numerosos modelos a elegir.

Pero, claro, las dudas y preguntas de las madres son muchas. ¿No es un atraso?, ¿y si tengo problemas de espalda?, ¿va el niño bien?, ¿es fácil de usar?, ¿no se cae el bebé? Por si quieren probar, la Red Canguro tiene respuestas positivas para todas en su web y a eso se dedica Vanessa en sus talleres. "Explicamos cómo se usan los portabebés. El niño va seguro y en una postura que favorece el desarrollo de su cadera. Lo puedes usar recién nacido y hasta que el cuerpo aguante. Están hechos para que la mujer vaya cómoda si está bien colocado. O un hombre", dice la chiclanera. Su marido lo hace.

Pronto celebrarán algún acto por la Semana Internacional de la Crianza en Brazos o la de la Lactancia Materna. De momento seguirán intentando convencer de lo sano de esta opción.

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