Una bienvenida de refilón
Visita del presidente de eeuu
Los roteños esperan a Barack Obama sin entusiasmo porque su agenda no incluye un paseo por la localidad. Mañana será un domingo cualquiera fuera del recinto militar.
Sería muy diferente con un paseo por Rota, como en Sevilla. La agenda del paso del presidente de EEUU, Barack Obama, por la provincia de Cádiz mañana domingo recoge únicamente la visita ya anunciada a la Base Naval del municipio roteño. Sus habitantes no tendrán la oportunidad de saludar, ni siquiera de ver de lejos, al mandatario norteamericano. No hay entusiasmo ni decepción en el pueblo anfitrión. Ni fu ni fa. Obama es bienvenido en la ciudad, pero sin aspavientos.
Y es que todo acontecerá dentro del recinto militar. Obama llegará en helicóptero a las tres y diez de la tarde procedente de Sevilla, dará un discurso dirigido a tropas españolas y estadounidenses, y se marchará a las cinco en dirección a la Base Aérea de Torrejón. El domingo de playa de los roteños no experimentará ningún cambio extraordinario.
En el aparcamiento aledaño a la estación de autobuses, a pocos metros de la Base, hay carteles municipales anunciando que desde las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde habrá una manifestación, la protesta antimilitarista convocada por las organizaciones que sostienen que Obama "es una persona non grata en este territorio". Basta con pasear un rato por la zona para comprobar que no hay ningún despliegue especial de seguridad. Todo se mueve como cualquier otro día del año.
Juan Carlos, el dueño del bar de la estación, dice que "hay un helicóptero todo el día dando vueltas". Calcula que "en seguridad, la visita nos costará un dineral". Le han soplado que "es más peligroso estar fuera que dentro de la Base".
Este hostelero sólo "notará algo" en su negocio mientras dure la manifestación. En estos días previos, "algún medio de comunicación y poco más". La expectación mediática supera al interés de los roteños. Juan Carlos aplaude que Obama "se preocupe por su gente" destinada en la Base. Y sobre el tema del empleo que genera, asegura que "en Rota no debería haber paro gracias a la Base y, sin embargo, hay 3.000 desempleados y gente de fuera trabajando, que me parece muy bien, pero…".
Entre su clientela, Diego, un jerezano que lleva 15 años residiendo en Rota, parece estar encantado con la visita presidencial: "debería venir una vez al mes". "La Base da una gran cantidad de trabajo, de horas extras; mueve mucho dinero", afirma.
A sus 75 años, Antonio es un roteño cabreado con la gestión de los sucesivos alcaldes del municipio, porque, a su juicio, no han aprovechado el potencial económico de las instalaciones militares. "En Rota no hay industrias para dar 50 ó 100 puestos de trabajo. En la Base, hay centenares de trabajadores, pero la mayoría de otras poblaciones", se queja. Confiado en que Obama "traiga buenos proyectos", admite que la Base "no perjudica" a Rota, pero tampoco "beneficia lo que debería" a la localidad.
Otro pensionista, pero éste norteamericano. Se llama Esteban José Schillinger. Trabajó de policía en la Base, se jubiló pero no se fue. Se casó con Mari Carmen y ya es abuelo. Le gustaría que Obama andara por el pueblo y pidiera "una cerveza grande con una hamburguesa o una tapita". Su gozo en un pozo. Rosario y Ana ríen a su lado. Son dos veraneantes sevillanas cuya única preocupación es que la susodicha visita no provoque una subida de los precios de las viviendas. Ponen al otro lado de la balanza la promoción turística que supondrá para la ciudad: "permitirá dar a conocer a Rota en todo el mundo, aunque para eso sería mucho mejor que Obama saliera de la Base un ratito".
Los hay también que no tienen opinión, que también es una forma de expresarse. Pablo, un roteño de 19 años acoge la visita con total indiferencia. "Tal y como venga se irá". Ahí queda eso.
Manuela, una mujer mayor, tampoco se explaya. Sólo sabe que la Base "da mucho trabajo". "Si viene Obama, será para algo positivo. Para lo negativo ya estamos los españoles", sentencia.
Mientras tanto, en el hangar de la Quinta Escuadrilla de Aeronaves de la Base reposaba desde este jueves el helicóptero MarineOne, disponible durante la estancia de Obama en Rota.
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