El brandy huye de las modas

La categoría está en plena expansión mundial, aunque no todos los brandies son destilados de vino como el de Jerez

Es la bebida espirituosa mejor situada para volver a crear tendencia

Á. Espejo

21 de febrero 2017 - 02:05

Jerez/La salida del brandy de la cesta de la compra del IPC es fiel reflejo de la posición que ocupa hoy día este destilado, incluido el de Jerez, dentro de las preferencias de consumo de los hogares españoles. La caída del consumo per capita de bebidas alcohólicas, unida al incremento de los costes de producción y de la presión fiscal, explican la desazón en los últimos años de la industria jerezana del brandy, no así otras decisiones, llámese el abandono de la Denominación de Origen por muchas de las marcas históricas de brandy solera para convertirlas en bebidas espirituosas de graduación alcohólica inferior, llámese la nula inversión en la promoción genérica a través del Consejo Regulador.

Años difíciles, sin duda, de profundo bache al que se empieza a ver salida en Jerez, donde los últimos movimientos en grandes bodegas con intereses en el destilado avivan los ecos de las opiniones de expertos, que anuncian la vuelta del brandy, no ya como la próxima bebida de moda en sustitución del 'gin tonic', sino incluso como la mejor situada para crear tendencia dentro y fuera de España.

En el contexto actual de vuelta a las raíces y a la tradición, el brandy de Jerez juega con ventajaLa llegada del magnate filipino Andrew Tan y su apuesta por el brandy sirve de revulsivo a Jerez

Ciertamente, las bebidas de moda corren el riesgo de, valga la redundancia, pasar de moda, por lo que las intenciones de la industria del brandy van más allá, explica el director general de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), Bosco Torremocha, quien entiende que el brandy, en general, y el de Jerez, en particular, tiene grandes posibilidades por su apuesta por la calidad y la tradición.

El brandy es una categoría en plena expansión y crecimiento en prácticamente todos los continentes, asegura Torremocha, quien puntualiza, no obstante, que no todo lo que se conoce como brandy es brandy al uso -en la categoría entran bebidas que nada tienen que ver con el brandy español o europeo, como el brandy indio, que se vende por millones de cajas pero no es un destilado de vino, o el brandy americano, bastante distanciado de los cánones del Viejo Continente-.

Pero dentro de la corriente favorable para la categoría brandy en su más amplio sentido, la ventaja del destilado de Jerez es que "tras una época dominada por lo novedoso, lo innovador y lo tecnológico, ahora hay una vuelta atrás y a las raíces, hacia lo auténtico, que atrae el interés del consumidor".

Y el sector del brandy de Jerez, como el director de la FEBE, está convencido de que no pasará mucho tiempo para empezar a recoger los frutos de lo que ahora se cuece. Así lo interpreta el presidente del Consejo Regulador del brandy, Evaristo Babé, quien explica que el mundo de las bebidas espirituosas se mueve por ciclos que se repiten en la historia y esto ocurre en España y en el resto del mundo.

En su opinión, "se trata de grandes ciclos en los que una bebida determinada se pone de moda y acaba siendo la referencia de toda una generación, hasta que llega la siguiente y rompe con todo lo anterior", no por antojo, sino "por el cambio de estilo de vida, de hábitos de consumo..."

El brandy de Jerez no es ajeno a estas grandes ondas o ciclos, como los encabezados en los últimos tiempos por el whisky, el ron o, de unos años a esta parte, la ginebra. No en vano, el también presidente de la patronal bodeguera Fedejerez recuerda que el destilado jerezano llegó en su día, hace medio siglo, a ocupar más del 50% de la cuota de mercado en España, hasta que comenzó la rotación de otras bebidas espirituosas.

Babé comparte los buenos presagios de los expertos mundiales para el brandy que en el caso de Jerez tienen el refuerzo de operaciones sonadas como la compra de Fundador y Garvey por parte del Grupo Emperador, el gigante mundial del brandy propiedad de Andrew Tan.

La llegada de este magnate filipino es de lo mejor que le ha pasado a Jerez en mucho tiempo, pues al rescate de grandes bodegas en horas bajas se unen otras acciones que están revolucionando el sector, en este caso conjuntas con González Byass, como la recuperación para Jerez de la marca Domecq y su negocio de brandy en México o la firma reciente del convenio para el desarrollo del proyecto 'Bestbrandy' que anuncia una gran revolución de la bebida a través de la innovación.

Torremocha, gran conocedor de las entrañas de la industria local del vino y el brandy, cree que los últimos movimientos es como la carta a los Reyes Magos que habría escrito el sector: "Se habría pedido inversión de grupos con convicción en el producto y las dos cosas se dan en su estado más elevado en este caso. Pocos inversores lo han demostrado tanto y, encima, hay implicación en la ciudad y en la vida social".

Babé está convencido de que el brandy volverá a ser una bebida muy importante en España y en todo el mundo. "Sin menospreciar a otras bebidas, el brandy tiene a su favor su excelente calidad y el hecho de ser el único destilado que procede del vino, a lo que en Jerez se une la garantía de calidad de la Denominación de Origen".

El presidente del Brandy de Jerez desconoce cuando llegará el momento pero, al igual que el director de la federación de bebidas espirituosas, se muestra optimista a medio plazo.

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