Cabo de Trafalgar-Conil

Esta etapa se caracteriza principalmente por transcurrir en su totalidad por la playa, una gran parte por la orilla del mar y luego por un sendero costero que lleva hasta Conil.

Partimos del Faro de Trafalgar, construido sobre un enclave único, el Monumento Natural Tómbolo de Trafalgar, creado por la unión del islote con la costa por una doble lengua de arena arrastrada por las mareas. Alrededor, un bello paisaje de extensas playas y dunas que se cubren de un manto de color con las flores de alhelí de mar, azucena marina y cardo de mar. Sin embargo, lo más destacado de este enclave es su historia. A su alrededor, existen importantes yacimientos arqueológicos con vestigios de la Edad del Bronce, época romana y de un asentamiento hispano-musulmán, pero lo que lo hace más famoso es la Batalla de Trafalgar, en 1805, donde murieron más de 5.000 soldados, se hundieron innumerables barcos y España perdió la hegemonía naval, junto con Francia, frente a Inglaterra.

Continuamos por las playas del Palmar, donde se encuentra la Torre Nueva. Tras pasar la desembocadura del Arroyo del Conilete, abandonamos la arena por una pasarela de madera junto a un bunker y tomamos el sendero que lleva a la Torre de Castilnovo, declarada BIC. Fue construida en el siglo XVI y tenía una doble función, la de torre almenara, para prevenir ataques berberiscos, y la de torre de almadraba, para el avistamiento del paso de los grandes bancos de atún. Pertenecía a la fortaleza-poblado de Conilete, que acogía servicios de almadraba y mercaderes.

El maremoto del 1 de noviembre de 1755 destruyó el pequeño castillo del que solo queda la torre. Actualmente, este lugar da cobijo a numerosas aves, entre las que destaca el Ibis Eremita, una especie amenazada que cría entre sus muros.

Nuestro recorrido termina junto al puente de Río Salado, en Conil, donde llegaremos por el sendero que recorre este impresionante enclave con una gran variedad de sistemas: dunas, lagunas, antiguas salinas y campos de cultivo.