"En Cádiz perdemos entre tres y cuatro hectómetros cúbicos de agua al año, que es una barbaridad"

Andrés Díaz | Presidente del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana

El responsable de que el agua llegue a los hogares de media provincia alerta de la necesidad de invertir para mejorar el estado deplorable de las antiquísimas tuberías de la Zona Gaditana

"En la subida de tasas había que elegir entre mantener un servicio esencial o dejarlo abocado al desastre”

"Es triste que en este Consorcio haya quien anteponga los intereses de sus partidos a los de sus municipios”

"El vecino verá normal que le suban tres euros al mes el recibo del agua"

Andrés Díaz: "Cada gesto en el ahorro de agua tiene consecuencias positivas"

Andrés Díaz posa justo antes de la entrevista con este periódico.
Andrés Díaz posa justo antes de la entrevista con este periódico. / Lourdes de Vicente

Dentro de cuatro meses el andalucista Andrés Díaz (Paterna de Rivera, 1983) cumplirá dos años como presidente del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana. Este organismo no decide ni cuándo ni dónde se aplican o se eliminan las restricciones en el suministro de agua –eso es una competencia exclusiva de la Junta de Andalucía– pero sí es el que posibilita que el agua llegue, y con la máxima calidad, a los hogares de 20 municipios gaditanos, es decir, a media provincia. En esta entrevista Díaz, ex alcalde de Paterna y actual concejal con responsabilidades de gobierno en este municipio jandeño, hace un repaso de una gestión marcada por la última subida de las tasas y advierte del mal estado en general de unas tuberías que rondan los 60 y hasta los 70 años de antigüedad.

–Le ha costado pero después de más de un año y medio en el cargo al fin ha conseguido usted traer la lluvia a la provincia, y además en grandes cantidades.

–(Risas) Sí, sí, es verdad, me ha costado pero lo he logrado. (Más risas). No, en serio, es una bendición. Después de lo que llevábamos pasado con la sequía, ver llover así ha sido una alegría.

–A bote pronto, ¿qué balance realiza de estos casi dos años en el cargo?

–Pues que han sido 20 meses muy intensos. Entré ya con una situación complicada, con problemas de sequía severa, problemas estructurales en el Consorcio, problemas en las instalaciones y también muchos problemas laborales. Solucionar todo eso se convirtió en un reto personal. En mi etapa como alcalde de Paterna (2019-2023) este Consorcio me despertó mucho interés, sobre todo desde que en mi pueblo sufrimos la rotura de una tubería, estuvimos cuatro días sin agua y vi a la brigada trabajando 24 horas sin parar durante varias jornadas para lograr solucionar el problema. Eso me impactó, de ahí que cuando llegara al Consorcio pusiera toda mi ilusión, pero la verdad es que no me podía imaginar la situación real que tenía este organismo, lo dejado que estaba. Y eso pese a que es, sin duda, una de las entidades supramunicipales mas importantes de la provincia, porque da agua a un millón de habitantes que aumenta a cerca de un millón y medio en verano. Y en estos 20 meses hemos mejorado la estabilidad y la salud económica del Consorcio, aprobando su primera RPT, avanzando en las gestiones para que el Ministerio de Defensa se incorpore como entidad consorciada por la Base de Rota, a la que surtimos de agua, y también logramos aprobar una subida de tasas que era esencial para mejorar el servicio público que damos.

–Analicemos, si le parece, esas cuestiones una a una. Y empecemos por esa subida de tasa. ¿Entendió la polémica que se suscitó?

–Cuando llegué al cargo me pusieron por delante unos informes económicos que decían que estábamos gastando más de lo que ingresábamos. La situación era tan complicada que estábamos a un paso de no poder cubrir los gastos. No podemos obviar en ningún momento que esto no es un impuesto sino una tasa que se aplica para cubrir los gastos de un servicio. Y además a todo eso se sumaban los cánones de la Junta, que ya no los pagan los vecinos sino el Consorcio, y para cubrirlo se incluía también en la tasa. Por eso planteé la subida a la asamblea, porque la situación era muy complicada y para equilibrar ingresos y gastos. Y entendía que había margen para esa subida, porque la nuestra era el agua más barata de Europa, a razón de 15 céntimos el metro cúbico con el agua ya potabilizada y puesta en el depósito de cabecera de cada municipio. Es más, ahora cuesta 32 céntimos y sigue siendo, como mínimo, de las más baratas de España. Yo entiendo que a ningún ayuntamiento le gustaba esa subida pero había que elegir entre mantener un servicio esencial ya consolidado o dejarlo abocado al desastre. Y yo por supuesto no iba a ser el presidente que se cargara el Consorcio. Yo no lo iba a enterrar o dejarlo en quiebra. Antes me iba a mi casa. Al final hubo un ejercicio de responsabilidad por parte de algunos dirigentes mientras que otros no tuvieron altura de miras.

–¿Quiere decir usted que tiene oposición dentro del Consorcio ed Aguas?

–No, no es eso. Yo no siento que haya una oposición pero no entiendo que algunos dirigentes no estén a la altura de las circunstancias. Mire, aquí se planteó la subida de tasas, que a nadie le gustaba, y ahí está el ejemplo de Jerez, que lo terminó asumiendo pese a que es el municipio que más paga porque, lógicamente, es el más grande, el que tiene más habitantes y el que consume más agua. El mismo ejemplo de responsabilidad hicieron Cádiz, El Puerto, etc. Los representantes de AxSí y del PP votamos a favor de esa subida y otros, como los de PSOE e IU, lo rechazaron porque prefirieron hacer política en donde no cabía hacerlo. Curiosamente estos dos partidos fueron los últimos en dirigir este Consorcio antes de que yo llegara y ellos tendrían que haber sido los que impulsaran estas subidas de tasas. Pero sin embargo prefirieron pensar más en unas elecciones que en un servicio público. Y es triste que en este Consorcio haya dirigentes que antepongan los intereses de sus partidos a los de sus municipios. Al final los beneficiados son todos los usuarios de la Zona Gaditana.

–Entiendo que estarán pagando todos los municipios consorciados, ¿no?

–Sí, sí, claro.

–¿Y puede haber más subidas?

–No. Durante mi etapa como presidente, seguro que no. Todo lo hemos planteado con visión de futuro, pensando a largo plazo.

"La RPT aprobada, que es la primera en la historia del Consorcio, debe dar estabilidad al fin a la plantilla”

–Habló usted antes de la RPT recién aprobada. ¿Servirá para calmar las tensiones sindicales y laborales tan habituales en este Consorcio?

–Este Consorcio tiene 18 años de vida y no logro entender por qué no ha habido jamás una Relación de Puestos de Trabajo (RPT), cuando es una herramienta fundamental para dar estabilidad a la plantilla. No sé si fue por dejadez, por incompetencia, por ambas razones o porque existía algún interés oculto. En cualquier caso, lo importante es que hoy sí tenemos ya una RPT que yo calificaría de ambiciosa dentro de lo que es la realidad de este Consorcio. Es que teníamos hasta ahora en torno a unas 70 demandas judiciales que presentaba la plantilla cada año por reconocimiento de categoría, y las ganaban todas precisamente porque no tener una RPT era un hándicap. Y el Consorcio no se podía permitir esa lluvia de demandas, que todo estuviera judicializado. Elaborar y aprobar la RPT ha sido un ejercicio de responsabilidad que otros habían dejado a un lado.

–Al llegar usted al cargo se quejaba de las vacantes sin cubrir que había en la plantilla. ¿Eso se ha solucionado?

–En ello estamos, y la muestra más evidente es que ya estamos negociando las bases de la primera oferta de empleo público en la historia de este Consorcio. En estos 18 años tampoco se había sacado una oferta de empleo público. Las vacantes que se iban quedando, porque la gente se jubilaba, se iban amortizando, sin que se hicieran las contrataciones que había que hacer y sin que sepamos las razones de ello. Se fueron dejando y todas esas plazas ya no existen. Ahora, tras las últimas incorporaciones de Benalup-Casas Viejas y de Tarifa, hemos sacado una oferta de empleo público de 15 puestos de trabajo. No se cubren todas las necesidades que tenemos, evidentemente, pero por algo se empieza. Esos 15 empleos van a ayudar mucho. Ahora estamos negociando las bases y confío en que en el plazo de dos o tres meses se pueda publicar la oferta para que puedan presentarse los interesados.

–¿Sigue perdiéndose agua por el mal estado de las tuberías? ¿Cuánta agua se pierde al año?

–Sí, tristemente es así. Se calcula que estamos entre un 5 y un 6% de pérdida sobre lo que gasta la Zona Gaditana. Es decir, si consumimos cada año en torno a 75 u 80 hectómetros cúbicos de agua al año, lo que perdemos son tres o hasta cuatro hectómetros cúbicos, que es una barbaridad. Y eso es sólo en la red en alta, porque aparte está lo que pierde cada municipio en baja. Tenga en cuenta que en la Zona Gaditana tenemos más de 550 kilómetros de tuberías, que son muchos, y se construyeron entre las décadas de los 50 y los 60 del siglo pasado, sin que se hayan revisado jamás. Y aparte están las arterias 1 y 2, que aportan agua al 90% de la Zona Gaditana y que en algunos tramos han sido desdobladas. En todas esas tuberías hay que actuar ya y de ahí venía la premura en subir la tasa. Además, hemos aprobado los presupuestos más generosos de la historia, con 24 millones de euros, y ahí se ha aprobado una inversión de seis millones de euros, que no es poco pero que en realidad es nada para las inversiones millonarias que habría que hacer. Pero no podíamos perder más tiempo y había que actuar ya sí o sí.

–Pero, ¿por qué esa urgencia? Porque la mayor parte de esas inversiones es competencia de la Junta, ¿no?

–La Junta tiene su parte de responsabilidad en las inversiones que faltan por hacer pero nosotros también tenemos que hacer nuestros deberes. Repito que yo como alcalde lo pasé muy mal cuando estuvimos cuatro días sin agua en Paterna y tuvimos que abastecernos con tres camiones cisternas. Y ver a un señor mayor haciendo cola delante del camión para rellenar su garrafa es muy triste. Y eso, bueno, era en Paterna, donde con tres camiones se abastecía a una población de poco más de 5.000 habitantes. Pero si eso mismo sucediera por culpa de una rotura brutal en Cádiz o en Jerez, no quiero ni pensar lo que podría suceder, porque ahí no habría camiones cisternas suficientes. Es decir, que hacen falta inversiones para tener garantías en el suministro.

–¿Y a qué partidas se destinará ese presupuesto de 24 millones que ha comentado?

–Una parte va a ir, lógicamente, al capítulo uno, para la estabilización del personal. En cuanto a las inversiones en sí, tenemos previstas reparaciones de depósitos y de arquetas de regulación, o la automatización de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) del Montañés, en Puerto Real, que se llevará en torno a 3,5 millones de euros. Son pocas inversiones para lo que realmente se necesita, pero es un gran esfuerzo, teniendo en cuenta que además en los últimos años ha habido una subida considerable de los precios de la energía o de los productos químicos necesarios para depurar el agua. Y también hemos adquirido material, como 16 vehículos, sobre todo para las brigadas y para el personal de las ETAP, y un camión nuevo de gran tonelaje, que lleva una grúa incorporada, que ha costado 350.000 euros y que tiene como única finalidad contribuir a prestar el servicio adecuado.

–¿Por qué es tan importante para usted que la Base de Rota, o por extensión el Ministerio de Defensa, se incorpore como socio al Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana?

–Aparte de los 20 ayuntamientos que tenemos consorciados, nosotros suministramos agua a la Base de Rota y a varias industrias. Son entidades que no son socias y que, por tanto, como no pagan la cuota consorcial, se rigen por un precio en el agua que es diferente, porque es más alto. Nosotros vamos a seguir suministrando agua a la Base de Rota sean o no socios, pero si el Ministerio de Defensa terminara entrando, yo creo que eso sería muy positivo porque supondría que, además de los 20 ayuntamientos y de la Junta de Andalucía, tendríamos como socio directo al Gobierno de España. Tener implicadas a todas estas administraciones reforzará a la institución. Además, a la hora de pedir ayudas para mejorar las inversiones, es importante que esté también el Gobierno de España. La negociación con Defensa sobre este tema va por buen camino y quiero a partir de ahora darle un impulso.

Andrés Díaz preside el Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana desde agosto de 2023.
Andrés Díaz preside el Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana desde agosto de 2023. / Lourdes de Vicente

–¿Cuáles son sus objetivos para los dos años de mandato que tiene aún por delante?

–Mis dos objetivos principales, que eran la estabilidad económica y la laboral, están conseguidas, así que ahora la prioridad es aumentar las inversiones que, por tozudez o por compromiso, ya se están consiguiendo. Quiero seguir haciendo obras para mejorar el servicio. Ahí el reto que tengo es involucrar a todos los estamentos públicos para hacer las inversiones que faltan. Hay que mirar al futuro. Esas inversiones no se han hecho en los años anteriores por dejadez, y así nos ha ido. Por eso ahora hay que hacer más inversiones y más costosas. Pero hay que hacerlas por el bien general.

–Una última cuestión, que estamos a las puertas del verano. Usted no es la persona que decide si se abre o no el grifo pero si le preguntaran, o si fuera usted el alcalde de un municipio del litoral gaditano, ¿permitiría el uso de las duchas y los lavapiés en las playas?

–Es que el de playas es un servicio que también hay que prestar y más en una provincia tan puntera desde el punto de vista turístico como es Cádiz. Pues si me preguntan yo diría que ahora tenemos pulmón para suministrar agua. Es decir, que podemos estar un poquitos más relajados, aunque eso no significa que dejemos de estarlo. Ahora estamos en una situación de escasez moderada cuando veníamos de una escasez severa. Y tenemos que seguir teniendo en cuenta que todavía estamos en sequía. Y lo estamos porque la Junta hace el cómputo sobre todos los embalses que surten a la provincia de Cádiz, y aunque la Zona Gaditana depende en exclusiva de Los Hurones y de Guadalcalcín, que ahora están bastante bien, en ese cómputo global entra la cuenca del Barbate y los pantanos del Campo de Gibraltar y hacen la media. Ahora tenemos agua afortunadamente para dos o tres años, pero tenemos que seguir siendo responsables porque esto no es un recurso infinito. El agua es un recurso vital del que cada vez hay menos, porque la población aumenta y el coste también. En las playas, que cada municipio decida, pero yo ahora las duchas no las vería mal para dar un servicio de calidad. La situación el año pasado sí era mucho más tensa.

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